Guardianes de la Galaxia... vol 4

Capítulo 30

Los días transcurrieron, Peter finalmente terminó su hogar y dejaron la habitación en la nave de los guardianes, las personas se relajaron significativamente un vez tuvieron sus nuevos hogares terminados y comenzaron a trabajar en otros proyectos. Unos tantos habían decidido explorar la zona en busca de peligros, mientras otros habían salido en una de las pocas naves que tenían en busca de suministros y nuevas naves.

Los pequeños peliblancos ahora tenían un nuevo refugio, habitaciones los suficientemente grandes y espacios para jugar, había un extenso espacio para el comedor y una gran cocina donde algunos voluntarios apoyaban a los 2 cansados guardianes a cargo. Mantis fue incluida por Nebula y Drax, necesitaban todo el apoyo que pudieran tener y ella sin dudarlo aceptó, ya no era una guardiana pero ellos nunca dejarían de ser su familia. En cuanto a los chicos, decidieron tomarse unas vacaciones despues de esa horrible misión, repararían algunas fallas en la nave y se quedarían en Berhart hasta nuevo aviso.

...

6 días habían pasado ya desde que los devastadores se fueron. Al principio Eloise lloró, lo hizo toda la primera noche y a Peter se le rompió el corazón verla así, tuvo la intención de tomar su holo y llamar a Gamora pero algo lo hizo detenerse, tal vez no era correcto, tal vez ella dijo que podía llamarla solo para que la niña la dejara ir... ¿Y si en realidad Gamora solo había fingido? No... no podía... sus expresiones fueron tan reales, tan auténticas como cuando la otra Gamora veía al pequeño Groot.

La mente de Peter estaba hecha un desastre, pero no podían culparlo, tantas cosas habían sucedido en tan poco tiempo, la nueva Gamora solo fue el toque que le faltaba, ella hacía que él se volviera un desastre.

Había tratado al principio de parecer sereno luego del reencuentro, principalmente por que en ese instante lo único en lo que podía pensar era en su bebé, ella era y siempre sería su todo. Pero luego, cuando las cosas se calmaron, ella estaba ahí, su forma de tratar a Eli, el viaje a ese planeta...

Que Peter no insistiera de nuevo con ella no significaba que ya no sintiera nada, verla solo hizo que algo dentro de él se removiera e hiciera mas que evidente que aún la amaba, sin importar que. Ahora que habían ganado un poco de confianza, esos sentimientos solo lo hicieron sentir que resurgía una cosa mas... esperanza. En que? No lo sabía. No quería esperar nada de ella, no quería hacerse falsas ilusiones. Después de todo, ella acababa de irse nuevamente.

Y asi es como llega al punto en el que no sabe si llamarla o no, al final decide no hacerlo y opta por consolar a Eli él mismo.

La segunda noche fue igual, excepto que esta vez, Eli calló rendida cerca de las 4 de la mañana debido al cansacio.

La tercera noche la pequeña simplemente había ido directamente a la cama, Peter había estado ocupado en la cocina y para cuando llegó a la habitación la pequeña ya se encontraba dormida, la arropó y se acercó a besar su frente cuando notó un rastro de lagrimas que causaron en él otra punzada.

Esa noche estuvo con el holo en la mano casi una hora, decidiendo si llamar a Gamora o no, al final... de nuevo no lo hizo.

El cuarto día transcurrió tranquilo, habían estado apoyando un poco a los chicos cuidando de los niños peliblancos, Eli en ratos se mantuvo distraída con ellos mientras jugaban y Peter agradeció por ello, la tarde anterior nisiquiera había querido salir de casa. La hora de la comida llegó y Eli de nuevo apenas tocó su plato. Peter tuvo que hacer malabares para que lograra comer la mitad de lo que le habían servido y se dió por satisfecho cuando la vio probar esta vez su vaso de jugo.

Para el quinto día Quill había mantenido distraída a la niña llevandola a pasear por Berhart, luego de un par de horas, habían llegado a un punto que Peter sintió familiar y entonces miró a su alrededor, caminó despacio y observando todo cuando Eli levantó en su mano un pedazo de metal... eso pertenecía a su vieja nave. Estaban en el punto donde calleron aquella vez con los soberanos. La nostalgia lo invadió por un segundo y sintió que lloraría, como extrañaba aquellos tiempos.

Miró a Eli juguetear con una pequeña piedra en el suelo y sonrió con los ojos brillantes...

Pero definitivamente no podría desear regresar atrás, su princesa de las estrellas estaba con él... si tan solo su Gamora estuviera ahí... Si ella hubiera conocido a Eli, si ellos siguieran juntos. Dios, ambos serían padres, lo que hubiera dado por ver a su novia en el papel de madre... ella sin duda estaría aterrada, siempre creyó no ser digna de tal cosa y él siempre insistió en que si el día llegaba, ella sería la mejor, ambos se habían sido el soporte del otro, quien los animaba a pensar mejor de si mismos, con un pasado como Ego o Thanos por supuesto que sabían que ser padres no era un tema facil de tratar. Sonrió ante el pensamiento, al final quien tuvo que convertirse en padre fue él, solo que no tuvo a Gamora a su lado, no hubo alguien que le dijera que podría hacerlo, estaba solo en eso.

Y entonces lo entendió.

La única diferencia entre su Gamora y la Gamora del pasado, era que esta nueva Gamora no tenía a nadie de esa forma, ella aún se sentía insegura, no digna de ello, tal vez eso la hizo entrar en pánico, tal vez por ello no se quedó. Ella no tenía a alguien que le dijera lo increible que era, no dejaba entrar a nadie por que había tantas cosas por las que no pasó como la Gamora de este universo que simplemente solo se cerró mas, al menos hasta que llegó Eli, su pequeña, de forma lenta y cautelosa se habia metido en su corazón. Por lo tanto ahora la devastadora estaba asustada.

Si tuviera que apostarlo, el diría que Gamora se enamoró de Eli tal como la pequeña de ella. Y el pensamiento solo lo hizo sonreír mas con los ojos ahora acuosos.

-Estas llorando papi? Preguntó Eli.

-Que? No amor. Respondió Peter saliendo finalmente de sus pensamientos, limpió sus ojos y se agachó a la altura de su pequeña. -Solo estaba pensando en algo...

-También extrañas a Gamora? Preguntó la niña en un hilo de voz.

-Si cariño. Respondió con sinceridad. -La extraño como no tienes idea. Susurró mientras acariciaba suavemente su mejilla. -Pero es un secreto, si ella supiera que la extraño me patearía el trasero. Bromeó.

-Por que ella es muy ruda?

-Si que lo es, pero eso no significa que no tenga sentimientos. Se que ella te quiere mucho cariño.

-Y tambien te quiere a ti. Afirmó la pequeña.

-Supongo que debe al menos apreciarme un poco. Respondió Peter encogiendose de hombros.

-Ella soñó contigo. Murmuró en un susurro Eli. Peter casi se ahoga al escucharla y la miró con los ojos abiertos. -Tal vez tambien te extrañaba.

-De que hablas? Preguntó Peter ahora curioso.

-Cuando estaba con ella durmiendo antes de que se fuera, me desperté por que empezó a hablar y moverse, dijo tu nombre como... asi de veces. Señaló la palma abierta de su manita izquierda señalando todos sus dedos con la otra.

-Oh, si? Que dijo?

-Hum... ella dijo algo sobre no ser? No ser... otra persona? Creo, y después hizo un ruido raro, como si... como si estuviera llorando y despertó, luego estaba nerviosa y me preguntó que hacía despierta.

Asi que Gamora soñaba con él? Bueno, despues de todo no era la unica que se colaba en la mente de él....

Una idea cruzó su mente, dudaba que ella quisiera verlo, pero tal vez eso era lo que necesitaba, lo que necesitaban ambos, hablar, simplemente dejarlo salir, esta vez había confianza, bueno, un poco mas de confianza, tal vez al menos podrían ser amigos y no hacer de todos sus encuentros una situación rara, tal vez incluso podría convencerla de volver.