Capítulo V.

10.3K 988 1.5K
                                    

Matías.

Sus labios estaban sobre los míos y su agarre era cada vez más firme alrededor de mi cuerpo, las oleadas de calor golpeaban nuestro entorno y las corrientes eléctricas se deslizaban por toda mi columna. Era un beso lento pero anhelado, al menos lo podía sentir de su parte, como si hubiese deseado ese momento durante mucho tiempo y sin embargo, yo me sentía abrumado.

El aroma de Enzo me envolvía por completo, haciendo temblar mis piernas y estaba seguro que si él me soltaba, caería contra el suelo. Su beso me estaba volviendo sordo, solo escuchaba un ruido blanco a nuestro alrededor que parecía intensificarse cada vez más mientras mis pulmones comenzaban a quemar debido a la falta de aire pero seguía apretándose contra mi y yo seguía apretándome contra él, mi omega deseaba sentirlo.

Hasta que recordé el porqué de mi presencia.

—Enzo —susurre en medio del beso y sostuve sus hombros antes de apartarlo por completo, mis mejillas estaban calientes incluidas mis orejas así que estaba seguro del color rubí que me pintaba la cara—. Para, por favor —mi voz distorsionada golpeó sus oídos y su mandíbula se tensó por completo. Jadeo abrumado por la cantidad de feromonas que me llenaban.

Me había marcado.

Y mi omega no podía estar más contento con ello, desestabilizándome.

Levante la mirada para encontrarme con sus ojos una vez más y él estaba fijo, mirándome la boca y la manera en que relamió sus labios en un intento por encontrar de mi sabor en él, hizo que mi corazón se acelerara y apartara mi mirada de la suya, lo escuché suspirar y luego por el rabillo del ojo, lo vi peinar su cabeza hacia atrás, frustrado seguramente.

—Enviaré a Emilia con tu comida, nos iremos en unos minutos.

—Bien —fue mi respuesta antes de verlo salir de la habitación por completo y ésta quedará llena de su aroma.

El aroma a tequila de café, madera y almizclé seguía por todo el lugar, abrumándome y mareándome, casi mezclado con el tenue de mi aroma de rosas, champán y vainilla. Todo esto parecía volverme loco y la confusión de mi omega seguía atormentándome una vez más. Era incluso extraño que mi omega lo reconociera como suyo, tan extraño y tan doloroso a la vez.

Minutos después la puerta volvió a sonar y Emilia entró con una bandeja, vi lo que llevaba, no estaba seguro si después de lo que acababa de suceder tendría apetito para comer algo tan elaborado, pero agradecí cuando vi dos empanadas en el plato, unas de las que me gustaban.

Agradecí cuando Emilia salió y me dejó solo, antes de comenzar a comer pero las imágenes de Enzo besándome seguían repitiéndose en mi cabeza y mis labios no dejaban de cosquillear, mi omega seguía exigiéndome el porqué no lo detuve y le rogaba por otro beso, ¿pero que mierda sucedía conmigo y con ese maldito lobo sediento de afecto?


[...]

La camioneta se aparcó por fin en algún punto de la ciudad y escuché como las compuertas se abrían y se cerraban, vi a Enzo acomodarse la ropa y extender su mano hacia mi, la tome y bajamos del auto, pero mi eje de equilibrio se desestabilizó cuando vi la inmensidad que tenía frente a mi.

Era una hermosa mansión minimalista, tenía una fuente en la entrada y unas escaleras hacia la puerta principal, al menos de tres piso o cuatro, extensa y hermosa, todo gritaba dinero y parecía tener unos jardines preciosos. Carajo, ¿esto se sentía ganarse la lotería? Enzo podría ser un billete de lotería quizás.

Los sirvientes y todo el personal de servicio estaban ordenados en líneas en la entrada y cuando avanzamos ellos dieron una ligera reverencia como saludo y respeto mientras ingresábamos, todos parecían mirarme como si miraban a un fantasma frente a ellos, pero con solo la presencia mi esposo, bastaba para ser mirado con respeto, okey, Enzo Vogrincic tenía demasiado poder. Una vez adentro, todo fue hermoso y casi irreal, candelabros bañados en oro iluminando el lobby, seguido de cuadros hermosos y cada cosa detallada y preciosa, todo eso gritaba dinero.

Un corazón de mentiras (LIBRO #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora