XXXVIII

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«MINHO»

No me sentí mejor ni mucho menos más liberado después de encarar a Jisung en el vestidor. Nunca me imaginé que un día le diría lo que siento por él y dos días después le gritaría diciéndole lo mucho que me repugna su actitud y manera de buscar "soluciones". Dije aquellas cosas porque estaba cegado de enojo hacia él, pero ahora que me encontraba viajando en mi moto podía replantearme mejor aquel momento y reconocer que usé las palabras incorrectas con Jisung.

No podía decir que se lo merecía porque él estaba totalmente influenciado por su religión y por la mentalidad de sus padres, pero, también cometía error tras error y debía asimilarlo en lugar de decir que hacía lo correcto cuando no era así.

Adentré la motocicleta en el campo al que solía venir y en el que resguardaba recuerdos de Jisung, estacioné el vehículo hasta estar en medio de la pradera y le coloqué el soporte después de bajarme de él. Caminé unos cuantos pasos hacia adelante y me senté en el césped suave y de un verde con tonalidades anaranjadas gracias al cielo del mismo color.
Estar en este campo me ayudaba a despejar mejor mi mente y a brindarme la tranquilidad que no podía sentir en otros lugares, era silencioso y la brisa impregnada de aire fresco impactaba en mi cara siempre que me sentaba en el pasto.

Mientras me encontraba sentado, con los ojos cerrados y con mi mente vaciándose sola poco a poco, escuché como el pasto sonaba con ese característico ruido de pisadas sobre él. Abrí los ojos de golpe y mi corazón latió velozmente en cuanto escuché aquellos pasos aproximarse cada vez más hacia mí, pero no me atreví a mirar atrás y verificar si era o no la persona que menos deseaba ver en esos momentos.

Los pasos se detuvieron junto con la persona que estaba a mi lado, subí la vista y sentí paz interior al no encontrarme con el rostro de Jisung. Aunque, no podía garantizar total relajación si me encontraba ahora mismo con uno de sus amigos. El de pecas, Felix.

Tomó asiento en el césped y a mi lado, apoyó ambas manos detrás de su torso e inclinó este hacia atrás con tal de recibir mejor la brisa levemente fría del lugar. Cuando desvié la vista de sus ojos, me dedicó una mirada de reojo y también perdió su visión en algún punto del cielo celeste con iluminaciones naranjas y rojas.

—¿Qué estás haciendo por estos rumbos? —Le pregunté, ladeé la cabeza hacia la derecha y la mirada de Felix nunca abandonó el cielo mientras se dedicaba a responder.

—Saliste desesperado del auditorio y te fuiste en tu moto con prisa. No es que te haya seguido intencionalmente, ni siquiera sabía que estabas aquí, solamente que yo también me doy una vuelta por este campo de vez en cuando.

Los ojos de Felix bajaron del cielo hacia los míos. Su expresión neutral pronto desaparecería y sus labios se curvarían en una sonrisa que extrañamente me hizo sentir menos ansioso de estar con él.

—La primera canción que presentaste en el festival era para Jisung. —En cuanto dijo aquello, abrí los ojos de la impresión y rompí nuestro contacto visual. No sabía cómo es que se había enterado, aunque traté de pensar por un momento que solo era una suposición suya.

—¿Qué te hace pensar eso? No digas cosas alejadas de la realidad.

—No lo hago. Es un hecho, Minho, incluso el mismo Jisung me lo dijo y también me contó lo que sucedió entre ustedes.

Tragué saliva, intranquilo. Creí que Jisung no se lo diría a absolutamente nadie y que se guardaría esas memorias para sí solo por el resto de su vida, pero parece que me equivoqué. No lo entendía, digo, él repudiaba totalmente ese momento pero aún así se lo soltó a alguien más.

Pecador [ Minsung ] [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora