En la mañana de este frío jueves me abrazó con un viento que, aunque no fuera el más fuerte, congelaba mi rostro y manos. Menos mal que había salido con un suéter pero, de todas formas, debí haber traído una sombrilla. El cielo está más oscuro que de costumbre y esa era la señal más que clara de una lluvia prevista para el medio día o un poco más temprano.
Mientras caminaba como si con cada paso que diera construyera un mundo en el que solamente habitara yo, mis oídos eran inundados por la melodía de la canción que era, probablemente, la que más había escuchado en este año y en anteriores: "True Colors" de Cyndi Lauper.
Cuando llegué a la escuela, me quité los audífonos y los sostuve en mi mano. Justo cuando mis oídos estuvieron disponibles al sonido del exterior, una música proveniente del auditorio llegaba a escucharse desde el exterior. Tenía más que claro sobre quien se trataba, cierto chico acompañado de su banda probablemente haciendo un ensayo.
Me acerqué al auditorio sigilosamente y con el cuidado de que alguna persona no notara mi presencia ahí, empujando con suavidad y lentitud la puerta con tal de lograr posar mi vista en el interior de aquel lugar. Mis ojos se encontraron con un Minho atacando la guitarra eléctrica con las yemas de sus dedos mientras su voz era la líder de la canción, siendo sus compañeros los tambores recibiendo golpes con fuerza, los platos de la batería dándole un efecto sublime a la canción y, finalmente, unas sutiles notas de bajo terminando por poner la cereza sobre el pastel.
Inconscientemente, una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras percibía la pasión que Minho experimentaba mientras cantaba y, al mismo tiempo, construía con una suma agilidad en sus dedos la melodía de la canción con la guitarra eléctrica. Minho aparte de ser el vocalista, también empeñaba el rol de guitarrista en su banda, él realmente era muy hábil con los instrumentos. Sin ningún tipo de impedimento podía decir que Minho era alguien admirable, talentoso y disfrutaba de lo que hacía.
Él sabe lo que le gusta y a lo que quiere dedicarse, a comparación de mí. Yo aún estoy en una situación mental en la que no reconozco qué es lo que quiero y lo que me gustaría ser. A pesar de que había pensado en ésto varias veces, nunca había tratado de conocerme a mí mismo. ¿Es posible algo cómo eso? ¿La inversión de tiempo en uno mismo?
Pero, algo que sí sé es que, en el preciso momento en el que me encuentro viendo a Minho junto con su banda en el auditorio, me doy cuenta de que me gustaría ser como él. Alguien apasionado, con metas propias. ¿Qué metas tengo aparte de dedicarme al estudio? Creo que ninguna.
Cuando me doy cuenta de estos pensamientos y la sonrisa estúpida que tengo en mi rostro ahora mismo desvío la vista por completo de la escena musical y me alejo del auditorio. Es cierto que solo me acerqué para averiguar porqué hacía tanto ruido ahí, pero no comprendo qué cosa era lo que estaba buscando ahí si de todas forma sabía que se trataba de Minho y su banda.
Mientras camino de forma recta por el pasillo y finalmente entro a mi salón de clases, me topo con los chicos, pero ellos están en una esquina del aula murmurándose quien sabe qué.
Tomé asiento en mi lugar, dejando la mochila en el suelo y apoyada en mi silla. Cuando estaba husmeando en ella para sacar mis útiles, justo detrás mío se encontraban Hyunjin, Felix y Jeongin con una gran sonrisa en sus rostros. Yo solo levanté una ceja, no sé porqué en vez de saludarme como personas normales tienen que perturbarme con sus expresiones dignas de asesinos seriales.
—Hola, chicos. —saludé. Vi como Felix se acomodó en una silla que estaba a mi lado, mientras que Jeongin se sentó detrás mío con Hyunjin sobre sus piernas.
Me encontré observando la escena con una incomodidad creciente, como si algo dentro de mí estuviera al borde de estallar. Hyunjin y Jeongin tenían sus cuerpos tan cerca que apenas podía distinguir dónde terminaba uno y comenzaba el otro, como si eso fuera lo más natural del mundo.
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Pecador [ Minsung ] [ ✓ ]
RomanceHan Jisung, un adolescente de 15 años que cumple el rol del miembro más menor de una familia extremadamente religiosa. Durante toda su vida le enseñaron a ser un fiel devoto cristiano, lo cual ha influenciado en su forma de pensar y de ver la vida...