Pecador [ Minsung ] [ ✓ ]

V

Di la vuelta al pomo de la puerta y entré a mi hogar, sin la sorpresa de que mi hermana se encontrase sentada en la mesa leyendo el mismo libro de siempre. Dejé la mochila en una silla del comedor, me acerqué a ella y le di un abrazo en forma de saludo. Chaeyoung me correspondió y me miró con una ceja levantada, supongo que no se lo esperaba, pues, no suelo abrazarla a menudo.

—¿Qué fue eso? —preguntó curiosa.

—¿Ya no puedo abrazar a mi hermana? —bromeé. Ella soltó una leve risa, y al poco tiempo notó mi brillante peinado hecho gracias a Minho.

—¿Por qué estás tan despeinado, niño? Solo espero que tus amigos no te hayan peinado de esa forma pensando en que te verías bien. —dijo, intentando peinarme y darme un mejor aspecto con su mano.

—Nop. Esto es porque- —Mi respuesta se cortó gracias a que mi madre se dio cuenta de mi presencia y, como ella se encontraba en la cocina, llegó a escuchar mi voz fuerte y claro.

—Oh, volviste, Jisung. ¿Cómo te fue? —preguntó. Me di la media vuelta en mi lugar para poder responderle mientras veía su rostro.

—Bien. ¿Dónde está papá? —interrogué. Sabía que si mamá estaba en casa, papá probablemente estaría aquí de igual manera.

—Arriba. Está leyendo el periódico, así que no lo molestes. —contestó con su típico tono arrogante. Me molesta un poco su carácter, es como si siempre estuviera enojada.

No me gustaría quejarme mucho, ya que ella es más tranquila conmigo a comparación del trato que le da a Chaeyoung. Es más hostil con ella por el hecho de que no es la hija que siempre deseó; una muchacha "decente" que usara vestidos con tonos más claros, nada de prendas con las que normalmente se viste. Mamá todo el tiempo la critica e incluso llega a decirle que se ve mal.

Tengo los mismos pensamientos que mi madre pero es una excepción cuando se trata de la vestimenta de Chaeyoung. Pienso que ella tiene estilo y que se ve hermosa, a pesar de que no me veo a mí mismo usando ropa así. Si Chaeyoung disfruta usar esas prendas, que lo haga. Total, es cuestión de... Gustos.

Antes no me convencía ese pensamiento de que las personas pudiesen vestirse como quisiesen, pues consideraba todo el tiempo lo que mi mamá repite casi todos los días: "Lo diferente es malo". Dejé de pensarlo cuando me di cuenta de que Chaeyoung seguía conservando su corazón blando a pesar de que su estilo no fueran los vestidos blancos, color crema o rosa pastel. La ropa no tiene ninguna conexión con la personalidad y Chaeyoung es el ejemplo más claro de eso.

Había olvidado que Chaeyoung iría a la fiesta de Christopher este sábado y, no tengo ni idea si mamá ya lo sabe, pero le preguntaré si yo puedo asistir para concebir su permiso. Jamás me iría a cualquier lugar sin el permiso de ella o de papá, en todo momento tengo que saber lo que ellos opinen.

—Mamá. —la llamé. Ella me miró con una ceja levantada, esperando mis palabras.—¿Puedo ir a una fiesta con mis amigos este sábado? Volveré temprano. Chaeyoung irá conmigo ya que algunas personas de la universidad también fueron invitadas.

En cuánto mi madre escuchó que Chaeyoung me acompañaría, sus ojos se abrieron y su mirada se dirigió hacia ella con una notable molestia. Sí, Chaeyoung no le había dicho nada.

—¿Quién te dio permiso a tí de ir a esa tal fiesta, Han Chaeyoung?

—Creo que tengo la edad suficiente para desarrollar criterio propio y tomar las decisiones que yo quiera, mamá. —respondió la rubia a la defensiva.

La mayor se acercó rápidamente y me empujó hacia atrás, solo para darle acceso a la cercanía de Chaeyoung y así golpearla con una fuerte cachetada. Su mejilla se tornó bastante roja y la tocó con la yema de sus dedos suavemente, no estaba sorprendida, no era la primera vez que recibía cachetadas de parte de nuestra madre. Aún así, se sentía bastante dolida de llevar una relación así con ella.