𝐕𝐞𝐧𝐞𝐧𝐨: 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐥𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳

CAPÍTULO 12

Pasé el resto de la tarde arruinando mis uñas de la ansiedad que tenía. Tenía que dormir temprano porque los Tevez nos habían invitado al partido de Carlos. No tenía ganas de ir, pero mi mamá me obligó. Se negaron a decirme contra el equipo que jugaban, tampoco podía saber de otra forma porque no entiendo nada de eso. Si tan solo supiera un poco de deportes no estaría con el estómago revuelto al pensar cómo sería verlo un día después de haberse... drogado.

La palabra era mucho más fuerte que yo. Mientras más lo recordaba más triste me ponía.

Me levanté para despejar mi mente y empecé a cocinar. Esto por lo menos mantiene mis manos ocupadas para evitar correr al teléfono y rogarle a Carlos que me deje hablar con Danilo.

—¿Qué haces, hija? —Mi papá me sorprendió desde el otro lado de la barra.

—Hago magdalenas ¿por? —Pregunté sin mirarlo.

—¿A la una de la madrugada? —Abrí los ojos de par en par cuando me dijo eso. Miré el reloj que estaba en la cocina y si, efectivamente, era la una de la mañana y yo me había pasado el día entero encerrada en mi pieza metida en mis pensamientos.

—No puedo dormir. —Me encogí de hombros y puse la mezcla en el molde.

—Entiendo. —Suspira y se queda callado en su lugar —. Hija, yo quiero que vos estés bien...

—¿A qué viene eso? —Lo miré mientras agarraba otro molde.

—Que, tu vida no tiene que depender solo de un chico, está bien, podes enamorarte, pero no podés dejar que una ruptura te arruine así. —Habla sin saber.

—No fuimos novios, papá. —Negué.

—¿Pero te pensas que no se gustaban? —Pregunta y suelta una risa nasal atrás —. Hija, yo te entiendo, a todos nos pasó que nos enamoramos así, en algún momento pasó.

—¿A vos te pasó con mamá? —Me di la vuelta y crucé los brazos.

—No. —Negó —. Me enamoré de ella, claro que sí, pero antes de ella tuve a otra persona, que la amé como no te podés imaginar... pero eso no significó el fin del mundo, porque cuando terminó, la conocí a tu mamá que me dio a dos bellezas, vos y tu hermano.

¿Se refiere a que este pueda ser el final de un "nosotros" con Danilo?

—Papá... —Dije cuando las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.

—Vení. —Rodeó la barra y me abrazó —. No me gusta abrazarte y sentir tus huesos tan fácilmente, Ju...

Ese apodo. Eso fue lo que me hizo llorar de una peor manera. Rodeé la cintura de mi papá y lloré en su pecho.

—No quiero que lo mío con él tenga un final, papá. —Negué.

—Eso depende de ustedes, hija, quizás estás atravesando un final o tal vez esto es algo que va a impulsarlos a ser algo más. —Me agarra de los hombros y me mira —. Pero no te hagas más mala sangre, la vida sigue, no tenes que concentrarte en un solo chico cuando hay millones.

Que mierda de consejo. Perdón, papá.

—No, papá, quiero que sea Danilo, no quiero a ninguno más, no me interesan, quiero ayudarlo, quiero que se sienta bien. —Negué —. Podemos ayudarlo, papá, él está solo.

Preferí guardarme para mí el hecho de que consumía. Si les decía eso a cualquiera de mis padres, no iban a dejarme verlo, nunca más.

—Bueno, vamos a hacer lo posible, pero ahora a descansar, tuviste suficiente estos meses, anda a acostarte que yo termino las magdalenas esas. —Me hace un espacio para que me vaya.