Una luz blanca se estalló en mis ojos y yo traté de poner mi mano para taparla.
¿Dónde estoy?
¿Este es el infierno? No se ve como lo imaginaba.
—Se despertó. —Una voz se escuchó.
—Ma... —Un hilo de voz entrecortado salía de mí. Fruncí mis cejas y traté de abrir los ojos.
Me levanté con la ayuda de alguien que no pude distinguir. Miré a mi alrededor con los ojos entrecerrados. Localicé a mi hermano y una sonrisa se forma en mis labios al verlo ahí.
—Juli ¡Hola! —La voz de alguien me sorprende a mi lado. Giro mi cabeza y veo a mi mamá, tenía plantada una sonrisa de oreja a oreja.
—Ho... —Empiezo a toser cuando intento decir algo. Pongo una mano en mi cuello.
—No, tranquila... —Pone una mano en mi hombre —. Tranquila, no hace falta que hables.
Miro mis manos. Estaban limpias, completamente limpias.
—Te lastimaste las cuerdas vocales, pero llegaron a tiempo antes de que algo peor pase... ahora tenes que descansar ¿sí? —Su mano acarició mi mejilla.
Fruncí las cejas. Observo mi cuerpo, cubierto de telas, la bata y la sábana encima. Moví mi mano mostrando que tenía calor y quite de encima de mío la sábana.
—Dan... —Intenté hablar —. Uru... —Opté por el apodo más corto. Miró a mi mamá esperando una respuesta de su parte, ella alza la cabeza y mira a mi papá apretando sus labios.
Ahí fue cuando mi cuerpo se tensó, mis ojos se enrojecieron y negué mirando a mi mamá.
—Deci... —Me aclaré la garganta e hice una mueca de dolor —. No...
—No sabemos nada, hija, solo sabemos que está en un grave estado. —Sus ojos reflejaban pena.
Quería gritar a los cuatro vientos, pero iba a ser imposible.
Mi respiración empezó a agitarse cuando las palabras de mi mamá no me ayudaban para nada.
Moví mis piernas, las sentía pesadas.
Tengo que ir con él.
Él me necesita. Necesita amor para recuperarse.
Mi papá se acarició el puente de la nariz mientras caminaba de un lado a otro.
Mi mamá volteó a mirarlo.
La puerta quedaba a mi derecha y el camino hacia ella estaba despejado.
Veo el suero que tenía en la muñeca y pensé en lo doloroso que sería quitármelo, pero no va a importarme.
—Habita... —Puse mi mano en mi garganta —. Uru... ¿dónde...
—¿Dónde está? —Ella terminó la pregunta por mí y yo asentí con la cabeza esperando la respuesta —. En la 212 de terapia intensiva.
Escuchar la última palabra ya no me hacía sentir nada. Todos mis sentimientos se habían bloqueado, todos ellos se quedaron congelados en el tiempo con él, aquel día.
Miré hacia el frente y luego a mi papá, parecía preocupado. Aproveché el momento y miré a mi mamá haciéndole un gesto con la cabeza para que vaya a abrazarlo. Ella me hace caso y me dan la espalda abrazándose mientras miran hacia el exterior.
Empiezo a acomodarme en mi lugar con sumo cuidado y silencio. Mi hermano estaba mirándome con una ceja enarcada y yo acerco mi dedo a mi boca haciéndole un gesto para que se quede callado, sonreí al ver que él asintió e iba a quedarse en completo silencio siendo cómplice de mi travesura.

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𝐕𝐞𝐧𝐞𝐧𝐨: 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐥𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳
Fanfiction𝐒𝐮 𝐨𝐛𝐬𝐭𝐚́𝐜𝐮𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐪𝐮𝐢𝐥𝐚 𝐞𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐚𝐩𝐚𝐜𝐡𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐲 𝐚𝐩𝐞𝐥𝐥𝐢𝐝𝐨: 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐥𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳. ¿𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐡𝐞𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐯𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨? 𝐍𝐨 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐮́𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨...