Capítulo 12

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7 de junio de 2023

–¿Debería llevarme este? – Dani sacó un bikini del fondo de su armario.

La miré desde la cama, para después observar el montón de bañadores que ya tenía al lado de su maleta, preparados para guardarlos.

–Llevas quince bañadores y vamos a estar una semana.

–¿Y? – se encogió de hombros –. ¿Qué pasa si pierdo uno? ¿O se rompe otro? ¿O se mancha?

–Si se mancha, lo lavas – mi mejor amiga rodó los ojos y lo tiró a la maleta.

Max me había invitado a pasar una semana en Hawaii junto a los chicos, y yo había decidido llevar a Daniela.

La universidad había acabado hace justo una semana, y por culpa de los exámenes y de estudiar carreras diferentes no habíamos podido estar mucho juntas, por eso había pensado que este sería el momento perfecto para recuperar el tiempo perdido.

Max aceptó sin problema, y los chicos también, así que ahora mismo estábamos en su habitación preparando la maleta.

Mañana iríamos desde su casa hasta el aeropuerto y volaríamos a Hawaii, donde estaríamos los siguientes siete días, después, Dani volvería a Londres y yo volaría a Canadá, donde era la próxima carrera y me reuniría allí con mi familia.

Unas horas después Daniela cerró su maleta con algo de esfuerzo y pasamos parte de la noche viendo Netflix y cotilleando.

A Dani la conocí en la escuela, cuando teníamos nueve años. Ella se había mudado desde Croacia y era nueva en el colegio, apenas hablaba inglés, así que yo me encargué de enseñarle todo lo que sabe a día de hoy.

Nos volvimos inseparables desde el primer momento y es de las pocas personas en las que puedo confiar, siempre ha estado para mi cuando lo he necesitado porque ella ha querido, no porque le interesara.

A la mañana siguiente pusimos rumbo al aeropuerto. 

Estuvimos casi veinte horas volando y yo juro que no podía más. 

Nunca había pasado tanto tiempo en un vuelo, ni siquiera cuando viajábamos a Australia para la temporada, ya que hacíamos una escala en Doha y después continuábamos con el viaje.

Cuando el aire estadounidense chocó con mi cara suspiré aliviada. Por fin había huido del mal tiempo de Londres, de los días lluviosos, grises y fríos, aunque fuera verano.

Esperamos a que llegaran nuestras maletas y después saqué mi teléfono para conectarlo. Dos mensajes de Max diciéndome que nos estaba esperando aparecieron en mi pantalla de bloqueo.

–Vamos en busca de tu amado – Daniela caminó hacia la salida, sin poder ver la mala mirada que le di.

No había visto a Max desde Mónaco, y la verdad que el echo de que el viviera en el Principado y yo en Londres me fastidiaba bastante, sobretodo que un mar nos separara.

Eras apenas dos horas de viaje, pero en avión, lo que multiplicaba todo por dos. Si fuera en coche sería todo mucho más sencillo.

Me coloqué las gafas de sol cuando salimos del aeropuerto y busqué a Max con la vista. Lo vi apoyado en un coche totalmente negro, vestido con una camisa playera y unos pantalones cortos blancos.

Los chicos llevaban aquí unos pocos días más y se notaba que había estado tomando el sol.

Levantó su vista del teléfono para encontrarse con la mía y pude ver como se formaba una sonrisa en su rostro, a lo que lo imité.

Lo abracé cuando llegué a su altura y le di un beso en la mejilla, para después presentar a mi amiga.

–Ella es Daniela – señalé a la rubia –, Dani, él es Max.

VICTORIA - MAX VERSTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora