VICTORIA - MAX VERSTAPPEN

Capítulo 37

29 de julio de 2024

Ayer fue la última carrera antes del parón veraniego, al cual Max y Charles llegaban empatados a puntos. Estas dos últimas semanas habían sido un lío. Después de Silverstone había comenzado a mudarme al apartamento de Max.

Nuestra casa era un completo desastre, lleno de cajas y cosas por organizar. Así que decidí quedarme en Mónaco para ponernos al día y asegurarnos de que todo estuviera en su lugar antes de nuestras vacaciones.

Escucho el timbre mientras termino de limpiar el salón, me acerco a la puerta y, sin esperarlo, me encuentro con Charles. Sus mejillas se veían sonrojadas y llevaba ropa de deporte, por lo que supuse que había estado haciendo ejercicio.

–¿Habíamos quedado? –pregunto.

–He salido a correr y pasaba por aquí –responde, confirmando mis sospechas.

Entra como Pedro por su casa y se sienta en el sofá, mirando a mi alrededor.

–¿Max no ha llegado todavia?

–Va a quedarse un par de días en Amsterdam.

Como la última carrera había sido en Spa, había decidido pasar unos días por casa de sus padres, ya se encontraba cerca de Ámsterdam, antes de volver a casa.

Dado que el último Gran Premio había sido el Spa y la cercanía con la casa de sus padres, decidió pasar unos días antes de volver a Mónaco.

Charles asiente, pareciendo comprender la situación. 

Nos quedamos en silencio por un momento, cada uno perdido en sus propios pensamientos. 

–¿Cómo te ha ido con la mudanza? –pregunta finalmente, rompiendo el silencio.

–Ha sido un poco caótico, pero estamos avanzando –respondo, sintiendo un atisbo de orgullo por los progresos que habíamos logrado en nuestro nuevo hogar.

Charles asiente con simpatía, su mirada reflejando una mezcla de curiosidad y comprensión. 

–Me alegro de que todo esté saliendo bien para ti –dice, ofreciendo una sonrisa amistosa.

–Gracias, Charles –respondo, devolviendo la sonrisa con sinceridad–. ¿Y tú? ¿Cómo han ido las cosas desde la última carrera?

Charles suspira, pareciendo un poco cansado.

–Ha sido una montaña rusa, como siempre –admite–. Pero estoy tratando de mantenerme enfocado en lo que realmente importa.

Asiento con comprensión, sabiendo que el mundo de las carreras de Fórmula 1 puede ser implacable y exigente.

–El otro día conocí a Isa, no se como Max la aguanta –mi mejor amigo capta el cien por cien de mi atención con esa frase.

Ninguna Isa, Isabela o cualquier nombre parecido entraba en la lista de mis persona conocidas

Me quedo mirando a mi mejor amigo con curiosidad, tratando de procesar su comentario. Isa era un nombre desconocido para mí, y la idea de que Max estuviera relacionado con alguien que yo no conocía me desconcierta un poco.