Viento Fuerte

La mariposa y el niño

Los rumores no son suficientes, creerse cuantos de boca en boca no es suficiente. Las acciones no son suficientes, razón y acción.

Decir no ser arrogante y demostrar lo contrario es hipócrita, tanto hablar de se otro, defenderse ante los rumores negando se aquello que se le acusa cuando no hace nada para cambiarlo.

No era fuerte, no era superior, no era habilidoso; el no se merecía ese puesto, ese honor no se lo merecía. No merecía tener el derecho de dar vida, nadie tenía que estar atado a él en primer lugar.

Tal vez había perdido todo propósito.
¿Con que orgullo puede ver a la cara a los demás?
No fue lo suficiente, para nadie ni para el mismo.

-kaw, Maestro Urokodaki kaw

Aleteo el anciano cuervo posando se en su cabeza mientras seguía caminando.
Oh su maestro; sin sabes de él por un año y medio hasta que le llegó una carta después de tanto tiempo.

—... Tanjirou... Nezuko... —los niños ya estaban en acción, el entrenamiento había acabado y había completado la prueba...

El señor Urokodaki estaba contento, su letra, su trazo y escritura mostraba lo tan feliz que estaba por el regreso de Tanjirou, su progreso.

Su corazón se aceleró... La niña demonio era un gran problema, dejarla viva se significaba una clara violacion de la cofradía aún así si.... Si su vida esta ligada por el autocontrol de un demonio. No sabía si confiar en ello, las vidas que se perderían por el descontrol tan probable de un demonio, el niño no se merecía una vida así. Una vida junto a su hermana demonio y el protegiendola de los demás cazadores y protegiendo se de ella.

Frunció las cejas preocupado, se sentiría muy culpable si el niño no llegase a sobrevivir. Apresuró su paso a llegar a una casa de las glicinias, curar sus heridas y descansar por el resto de la noche.

Debía rezar, debía confiar... No quiere que ese cachorro muera por sus decisiones, no otro más.

—Mierda... —gimió adolorido y cansado, la isla grande llena de demonios pero cerca de exterminar los por esas zona.

La fatiga de su cuerpo era alarmante junto a la de su compañero que se veía peor y más débil. Un año y un par de meses no sabía correctamente, pero fueron días difíciles.

Y por fin el último y descarado demonio. Una ex-luna menguante muy poderosa. Sumando su cansancio corporal y fatiga mental estaban contra la pared luchando con esa monstruosidad.

—No tiembles —jadeo poniendo de pie al omega qué parecía sofocarse teniendo esas vendas en la cara.

—Solo este.... Solo este y regresaremos... —se apartó empujando al pilar del viento tomando su nichiri con ambas manos y prepararse para atacar.

-Consentracion total: Respiración de la serpiente: segunda postura: colmillo venenoso de pequeña serpiente.

Se deslizó entre la defensa abierta del demonio, esquivando ataques descuidados dejando grandes aberturas entre ellas. Clavando aquellas extremidades en forma de tentáculos en el suelo destrozando el área.
Sanemi corrió alrededor con intención de ayudar al pilar de la serpiente se preparo para cortar esos castrosos inconvenientes para acabar rápido.