Sueños

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—Nii-chan dame tu rábano encurtido —se acerco Takeo con sus palillos intentando robar parte de la comida de su hermano mayor.

—¡No, no puedes! —quito Hanako a su hermano de su ido hermano mayor.

—¡¿Por que estas tomando la comida de Onii-chan como si nada —seguía peleando con Takeo.

Tanjiro salió del trance mirando a sus dos hermanos pelando mientras los demás comían. Era un sueño, estaba metido en un maldito sueño del cual tenía que despertar, despertar de cualquier manera.

"¿Que puedo hacer?"

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Nezuko cayo de su caja esperando un buen recibimiento pero lo único que encontró fue a un alfa rubio ahorcando a otra alfa, Zenitsu meneandose incomodo, Inosuke... Em ¿normal? Y a su querido hermano que jadeaba y murmuraba muy bajo el tener que despertar.

Acarició el rostro sudorosos de su hermano mayor, acercando su nariz olfateando el aroma alterado, derrepente a su mente llego la imagen de su hermanito golpeando a los demás con su cabeza. Ella quería intentarlo. Tomo fuerza alinenadose muy bien y se dio un cabezaso con la frente de su hermano...

Resultando ella herida. No logrando lo que quería, lloro y termino prendiendo fuego a su hermano gracias a su técnica de sangre. Quemando la cuerda que estaba atada a su muñeca.

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En su ahora conocido sueño sucedió lo que menos esperaba, su cuerpo en volviéndose en una violenta llamarada de flamas rosadas qué asustaron a sus hermanos falsos entrando en pánico por el mayor.
Mientras Tanjiro había logrado mantenerse consciente del sueño totalmente, olfateando el alrededor del mundo real, la sangre de Nezuko, cuatro aromas nuevos, el aroma alterado del pilar y Zenitsu. Algo estaba pasando cerca de su desfallesido cuerpo.

Su ropa hogareña se desintegró dejandolo con su ropa de cazador y katana, están aun más consciente en su propio sueño, ahora solo debía escapar de ese lugar, despertar, Nezuko estaba en peligro, no podía dejar su hermanita sola y en medio de un lugar riesgoso.

—Onii-chan ¿Te encuentras bien? —aunque sus voces sean similares, actitud y aspecto, no podía dejarse engañar por un arte demoníaco.

—Lo siento, tengo que irme —mantuvo una voz firme viendo los ojitos llenos de confusión de los cachorros —Tengo que volver. Lo siento —apreto sus puños no dejándose llevar por el profundo deseo de quedarse con su familia.

"No es real"

Salió del hogar seguido de sus tres confundidos hermanos, tomando velocidad para alejarse por completo. Ese demonio que lo había metido en transe no era similar a los otros, su olor estaba muy bien esconxdiod que nisiquiera noto la sangre. Sangre. El olor náuseabundo que habían soltado los boletos eran muy diferentes a aroma del demonio que el Rengoku-san había exterminado.

—Onii-chan ¿a donde vas?

¿Había eschado bien? Nezuko... Nezuko... Nezuko. Volteo y vio a la bella e inocente niña, como la última vez que la vio, siendo humana, a la luz del sol, ta resplandeciente como nunca y esboza su sonrisa ante el frío de la mañana.

—Hoy conseguí muchas verduras silvestres —comentó contenta Nezuko esperando el mismo sentimiento de parte de Tanjiro —Mamá, Rokuta —todos estaban cerca, muy cerca.

El aroma a preocupación, esa mezcla de maternidad lechoza con varios aromas naturales. La preocupación en sus ojos inocentes, ese sentimiento que se había perdido ese día.

—Tanjiro ¿Que llevas puesto? —la voz preucupada de su madre le robo el suspiro.

Tenía que irse. No era real. La realidad de ese amor ahora es pasado, un pasado que duele constantemente recordar, anela estar en los brazos de su familia, abrazar a sus hermanos y ayudar a su madre.

Viento FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora