Ya no había vuelta atrás, su sencibilidad estaba al máximo, cualquier levantamiento de voz lo pondría a llorar desconsoladamente.
Su cuerpo también lo estaba traicionando con un fuerte dolor punzante en el vientre, sus piernas temblaban sintiendo una gran incomodidad en sus muslos y dolor en su espalda baja.Rogaba por un masaje, qué unas fuertes manos apretaran su piel con una fuerza moderada para que sus tensos músculos descansarán. Querer besos en sus mejillas tampoco sonaba mal, jamás había pedido tal cosa pero quería tener a un compañero con el.
Eso solo anhelaba con tanto deseo, envolviendose con la manta temblando y quejándose de la incomodidad.
No sabía si quiera era de día, al menos no había una concentración fuerte de feromonas gracias a Gyomei que había encontrado la forma de ventilar correcta la habitación.—omega —el morocho se sobresalto, había pensado que estaba solo ahora no podía estar más aterrado de pensar de que cualquier persona se había metido en su casa.
Con la intención de protegerse comenzó a chillar encogiendose en su nido esparciendo su olor dulce para no recibir algún ataque de ese desconocido que se encontraba en su habitación.
Sanemi había llegado a la finca del omega, por alguna razón que desconocida se arrepentía de algo. Verlo ahí siendo tan frágil cuando la mayoría del tiempo tenía la frente en alto siendo engreído.
No importaba si el omega estaba en celo, su fragancia no demostraba algún signo de exitacion solo miedo, aunque seguía siendo atrayente y dulce para cualquier alfa.
Se acerco a paso lento al nido del omega quejumbroso que no lo había visto por estar envuelto en mantas.
Por lo mucho que quisiera entrar y tocarlo sin permiso lo único que lograría era asustar al omega.
Libero su aroma con una caliente sensación fresca con un leve toque dulce.—unm~ —se removió desenvolviendo su rostro para ver al alfa albino frente a su nido.
Sus ojos se aguaron, ese hombre jugaba con sus sentimientos y aun más presentándose frente a él durante su celo mientras tenía a otro omega qué tocar y besar.—Vete —sollozo dándose la vuelta. Por mucho que se quejo por el dolor en su cuerpo su omega estaba molesto con el alfa frente a él.
—omega, deja de llorar —frunció el ceño apretando los puños reprimiendo el impulso de tocar al morocho.
Chillidos y más chillidos sacandolo de sus casillas, quería hablar con el plan de hablar con el omega lo iba a descartar por el terco y resentido omega.—Vete —la voz tembló al alzarla, naciendo un gruñido en su lastimera garganta.
—Tsk —chasqueo la lengua molesto, había venido en son de paz por el pedido del patrón hablar con su destinado sobre que eran destinados pero se estaba poniendo difícil esa misión.
Tambaleaba para evitar varias cosas que podían perjudicar la confianza del delicado ser. Peleaba con el deseo de lanzarse encima al omega y también con querer gritarle, que dejara de llorar por nimiedades.
—Tomioka —llamo de nuevo resiviendo un gruñido —Tengo que... Decirte algo muy impor-
El aleteo de unas alas lo interrumpieron poniéndolo alerta tomando su katana por si se presentaba un ataque aunque fuera muy poco probable. Por la ventana abierta del la alcoba entro el viejo cuervo de Giyuu con una carta.
El morocho desidio ignorar al oji-lila , sentándose en medio de su nido dejando la manta caer hasta sus hombros revelando su estado.
Estaba tan desarreglado, con su cabello suelto, su rostro pálido enrojecido, sus ojos tristes y apagados que contrastaban con su yukata abierta y desalineada y el aroma de su celo que se volvía más dulce a punto de que su instinto domase su cuerpo.
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Viento Fuerte
FanficAnuncio: Despues de desaparecer quedarme atras con varios temas, pense en escribir una nueva historia con mis personajes favoritos de KNY. Sannegiyuu ~𖣘 Aun con una suave brisa helada ᯾~ estrellandose en su rostro, ...