—Mirame
Sus ojos brillaban por el resplandor de sus lágrimas, sus hinchados ojos rojos sin dejar que alguna parte de su cuerpo este pálida. El flequillo negro pegado a su frente por el sudor fue retirado dejando su sonrojada frente descubierta.
Admirando a los ojos lilas, tan intensa mirada, fija en lo que quiere y desea, brillan feroces mostrando colmillos enormes ocultos bajo sus labios.
Sus manos no evitaron tocar esos labios cerca de los suyos. Trazando la figura de su nariz con su dedo índice, chocando alientos agitados.Aprieta sus piernas obligando a su alfa suspirar mientras sigue anudando su interior. Su cuerpo se estremece, entumeciendo su vientre deseosa de concebir una nueva vida, su nuca está roja esperando una marca. Una unión para toda la eternidad.
—¿Cuantas vidas tuvimos....—aparto que cabello blanco, dejando sus cicatrices despejadas —Cuantas fueron... Hasta llegar aquí...? —su miedo desfiguró su rostro, mirando el rostro de su alfa complaciéndose con sus manos —No quiero perderte, no quiero que mueras. Deseo vivir para siempre contigo...
—Shhh...mira —guío los lindos ojos de su omega, tomando la mano rojiza y cruzando sus dedos meñiques —estamos aquí, el destino nos junto, nos dió la oportunidad de estar aquí, consumando nuestro amor. Marcaré tu cuello y tu el mío, seremos nuestros para la eternidad... Juntos exterminaremos a los demonios.. junto —limpio las lágrimas que resbalaban de los ojos de su amado, admirando su sonrojado rostro.
Se retiró del cálido interior de su omega, quien se dio la vuelta, dándole la espalda y el camino hacia su nuca. Quitando su largo y oscuro cabello, dejando vulnerable su rojiza piel caliente, sensible por los duros caninos de su alfa. La dulzura se esparció atrayente en la nariz pegada a su nuca, impregnando para siempre la punta de su sentido mientras la mandíbula se abría para abarcar un buen espacio.
Las filosas puntas desgarran su piel, la tinta roja es absorbida por sus labios hasta desbordar la herida que se hacía más profunda. Sus ojos se curvan hacia arriba, liberando suspiros de dolor mientras los colmillos se ajustan en su carne.
Su alfa sujetaba su cuerpo fuertemente, comprimiendo su cuerpo en un diminuto espacio. Volviéndolo pequeño bajo el, brindándole protección a su más vulnerable ser. Acariciaba el vientre rojizo, presionando el músculo tan blando y marcado a la vez.
Los colmillos se retiraron del calor de su interior, despacio, liberándose de ese dolor de por fin marcar a su destino. Sus almas estaban aliviadas, su pecho retenía su corazón agitado.
—Genya ¡Te encuentras bien! —el burdeos abrazó al azabache, aun en cama estiraba su cuerpo para poder alcanzar el de Genya que estaba al borde de esta.
—Por supuesto, estoy mejor que tú —pellizcaba las mejillas regordetas mientras sujetaba más cerca al Kamado —¿Estas bien? Solo ha pasado una semana y te encuentras casi nuevo —miro la pierna enyesada del omega mientras sus ojos seguían un camino hacia arriba, viendo toda pierna hasta volver al rostro del rojizo.
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Viento Fuerte
FanfictionAnuncio: Despues de desaparecer quedarme atras con varios temas, pense en escribir una nueva historia con mis personajes favoritos de KNY. Sannegiyuu ~𖣘 Aun con una suave brisa helada ᯾~ estrellandose en su rostro, ...