Solarballs//one-shots

Duelo de espadas

Au: monarquia
Ships: Marte x Venus, Saturno x Jupiter, Tierra x Theia
Simplemente la competencia anual que se hace contra los herederos de ambos reinos, esto pasó después de la revolución lunar :3
Palabras: 888

Era un día tranquilo, en el que se medía la fuerza de los caballeros reales, que defendían al imperio y en su defecto eran estudiantes de Marte.

Era una competencia anual contra los tres herederos, Luna, Ganimedes y Titan, más que competencia o duelo era un entrenamiento, pues bien se sabe que ellos son los caballeros más fuertes por debajo de sus padres y Marte.

El Sol presenciaba los duelos con entusiasmo y emoción, para nadie era secreto que le gusta ver duelos y más aún si los oponentes se veían fuertes y decididos.

–Luna, recuerda no bajar la guardia– dijo Tierra sin mirar a su heredero, el cual limpiaba su espada– sabemos que los vizcondes pueden ser...agresivos–

Los vizcondes eran aquellas lunas que no eran tan importantes o directamente no tenían ningún vínculo fuerte con su planeta o eran considerados inferiores.

–no tengo por qué bajarla–

Respondió Luna con algo de ironia y burla amarró su cabello el cual era un poco largo, mientras dio una reverencia a su padre, para luego ir a la arena, en donde ya estaba su oponente.

–¡Príncipe Luna!– grito el vizconde– ¡la victoria ya está asegurada! ¡Prepárese para que su rango baje!–

Luna observó de arriba a abajo a su oponente, no lo reconocía, pero era seguro que es estudiante de algún gigante gaseoso.

–¿debería darme miedo?–

Preguntó Luna con algo de indiferencia. Marte estaba en el centro de la arena, solo debía dar la señal para iniciar y el ataque empezaría.

–claro que debería– dijo el desconocido– mis habilidades y destrezas fueron ganadas con esfuerzo a diferencia suya que solo fueron ganadas por su título–

Luna sonrió con gracia, le parecía gracioso que pensaran eso, sabía que no debía confiarse, pero la risa le ganaba en esos momentos.

–¿que es tan gracioso?–

Preguntó su oponente al ver esta reacción, Luna calmó su risa y se acercó aún más, dejando que la luz lo iluminara mejor, pues antes estaba en la sombra.

–tu ignorancia–

Respondió con frialdad, su oponente se sintió ofendido y estuvo a punto de decir algo, pero se vio interrumpido por el grito de Marte, el cual dio inicio al duelo.

El vizconde se apresuró a poner su espada al frente y correr hacia Luna para lastimarlo.

El objetivo es simple, hay un cuadrado dibujado, el primero en salir es el perdedor.
Hay un temporizador de cinco minutos, si nadie sale del cuadro en ese tiempo, se declara un empate.

El vizconde saltó y se esforzó por atacar a Luna, pero este solo lo esquivó, haciendo que su ataque fuera inútil.

–no deberías hacer ese salto al frente de tu enemigo, solo lo adviertes del ataque, haciendo más difícil que resulte–

Dijo Luna tranquilo, mientras jugaba con su espada, la luna ofendida atacó, Luna se defendió con agilidad y eficacia.

–no te confíes, Príncipe Luna–

Dijo el desconocido mientras recuperó el aire, Luna lo veía con superioridad y cierta burla.

El oponente seguía atacando, pero siempre era inútil, todo ataque era esquivado por Luna.
A este punto no parecía un duelo, el príncipe se limitaba a atacar y mantenía su postura calmada.

El vizconde ya estaba cansado y sudando, intentando recuperar el aíre, estaba agotado y ni siquiera logró hacer algún daño.

Un gran ruido sonó, era el temporizador anunciando que quedaba un minuto.

Luna al oír esto sonrió y preparo su espada.

–no te tengo rencor o algo similar, pero un empate contra alguien como tú, mancha mi nombre–

Dijo Luna con esa sonrisa confiada, en menos de un segundo se lanzó contra su oponente, el cual intentó esquivar el ataque.

Logró esquivarlo, pero en el proceso tuvo una herida en su mejilla, se distrajo al tocar su mejilla y no noto como Luna lo pateo afuera del cuadrado.

El golpe fue tan fuerte que aquella luna perdió todo el aire, Marte anunció el fin del duelo y Luna solo volvió a su lugar, al lado derecho de su padre.

–debo admitirlo, por un momento pensé que aceptarías un empate–

Dijo Tierra mirando la arena, Luna se sentó y soltó su cabello, no le gustaba tenerlo amarrado.

–solo aceptó empates de mis superiores y personas de mi mismo nivel–

Dijo Luna con calma, su planeta solo acarició su cabello con delicadeza.

–al parecer ese es el único duelo que tendrás hoy, pero parece que mañana lucharás con cinco o siete lunas–

Luna suspiró agotado, no le agradaban los duelos, sentía que eran una pérdida de tiempo.

Su padre sonrió al ver a su hijo molesto por esto, una pequeña risa se escapó, Luna alzo su mirada y solo acurrucó su cabeza en el brazo de su padre, quien no se quejó ni hizo nada al respecto.

Luna estaba algo cansado, la noche anterior, no fue la mejor, su guardia fue horrible y poco entretenida, tanto fue su cansancio que cerró sus ojos.

Su padre rio, le parecía tierno ver como su hijo era tan adorable con el.

–ojalá tu madre pudiera verte así...–

Se susurró a sí mismo el rey, mientras volvió a ver los duelos, estaría así por un tiempo.