Solarballs//one-shots

Arrodillarse

Au: monarquía AU
Ship: ninguno
Palabras: 884
Perspectiva: narrador omnisciente

A este punto creo que voy a sacar libro de este au 😭

Luna corría con prisa hacia el cuarto de su padre, su respiración agitada, la espada en la mano y un leve mal presentimiento.

Desde la declaración de guerra, las cosas han ido de mal en peor. Titán logró enterarse de esta acción y adelantó la ofensiva, logrando ingresar en el reino interno. 

Luna veía los pasillos, algunos con las paredes ralladas y vidrios esparcidos en el piso.

–voy tarde–

Se dijo a sí mismo el chico, corriendo con mayor velocidad, temiendo lo peor.
Su padre estaba enfermo de gravedad, había despertado hace unas horas pero aún seguía débil. 

Luna por fin llegó a la habitación, notando que estaba trancada.
Con fuerza pateo la puerta y logró entrar.

Encontrando a Titán, amenazando con acabar la vida del rey en ese preciso instante.

–¿Luna...?–

El príncipe pudo oír la voz de su padre e intentó ir a auxiliarlo, como un último recurso, buscando al menos poner a salvo al legítimo rey.

–detente en este instante–

Dijo Titán, evitando que el más pequeño se acercara.
Era la primera vez en meses que esos dos se veían. Uno tenía una corona y el otro prefirió no usarla.

–¡esto es absurdo! Baja la espada en este instante–

Gritó Luna, sintiendo la presión de todas partes.
Su padre podría morir.

–la bajaré en el momento que tú te arrodilles ante mí y la cabeza de Tierra esté en mi mano–

Aquellas palabras hicieron que el corazón de Luna dejara de palpitar por un momento y mirara con preocupación a su padre.

No sabía qué hacer.

–eso nunca pasará...–

Dijo Luna, con una voz temblorosa, que buscaba una salida ante aquella situación.

Todo el palacio estaba siendo vigilado para evitar que más lunas entraran e intentaran matar al rey.
Lastimosamente Titán logró entrar.

–entonces deberé obligarte–

Dijo de forma seca Titán, y con su espada atacando a Luna, el cual cayó al suelo.

Puede que Luna sea uno de los más fuertes del imperio, pero eso no quita que Ganimedes y Titán lo superen en términos de fuerza.
Luna no era quien para igualarse ante ellos.

El más pequeño se levantó y esforzó para evitar volver a caer.

El manejo de espada por parte de Titán es de los mejores, un manejo impecable que mostraba los años de esfuerzo.

–a pesar de todo sigues siendo débil–

Dijo el más alto, para dar un golpe decisivo que terminaría lanzando a Luna contra una pared.

–última oportunidad, te arrodillas o tendrás el mismo destino que los opositores–

El más pequeño tenía una espada cerca a su cuello, cualquier decisión costaría.

¿Qué haría? No lo sabía.

–¿así de fácil romperás nuestra promesa?–

Preguntó Luna en un susurro, sin querer contestar la pregunta inicial.

–ambos somos coronados...no hay razón para continuar la promesa–

Titán fue coronado por Ganimedes y Europa como el rey de las lunas.
Luna fue coronado por el Sol como el rey del reino interno.

–ninguno fue coronado bajo los criterios establecidos...Titán, ni tú ni yo somos reyes, seguimos siendo solo príncipes–

Luna se esforzaba por hacer tiempo, darle tiempo a los refuerzos para llegar o en su defecto, darle tiempo a Tierra para escapar.

–yo no necesito criterios–

Dijo Titán acercando más la espada al de cabello gris quien levantó la mirada con resentimiento.

Paso un momento de silencio, en que Titán bajo la espada y obligó a Luna a mirarlo directamente.

–¿sabes? Podrías haberte unido a mí...hubiera sido mucho más fácil teniéndote de nuestro lado–

Ofreció Titán con una sonrisa fingida.
Luna tragó saliva y se intentó alejar, Titán no convencía a nadie con esa sonrisa.

–lástima y tú sigas siendo el mismo de siempre–

Dijo el más alto, sacando una daga de su bolsillo y enterrándola en el estómago de Luna.

–es tu última oportunidad Luna, te nos unes...o me aseguraré que tú estés muerto en cuestión de minutos–

Luna cayó de rodillas, el dolor era infernal, como si aquella arma estuviera envuelta en algún químico, haciendo la herida más dolorosa.

–¿cómo te atreves...?–

Preguntó Luna con odio, tambaleándose y sintiendo dificultad para levantarse, estaba débil.

"¿Acaso moriré por mi prometido?" Se preguntó Luna, queriendo que esto fuera solo una horrible pesadilla.

–¡Su majestad!–

Gritó Marte, quien logró llegar al castillo y observó la escena.

El caballero rápidamente se abalanzó contra Titán, derrotándolo en cuestión de segundos.
Demostrando porque es el mejor caballero del imperio.

–¡esto no terminará!–

Titán se esforzaba por ganar aquel duelo o al menos lograr salir de aquel lugar, pues lo más probable es que lo condenen a pena de muerte por agredir a Luna y a Tierra.

–alto...–

Tierra se levantó con dificultad, mirando al príncipe a los ojos, quien no podía creer que seguía en pie.

–Titán...por favor...escúchame–

Eran susurros, palabras con poca fuerza, débiles y pequeñas.

Marte en un movimiento rápido logró arrodillar a Titán y obligarlo a mirar a Tierra.

–será mejor que escuches a su majestad nuestro rey...quizás él logre apiadarse de ti–

Susurro el caballero, en el oído de Titán, inmovilizándolo para que no pudiera moverse.

–yo...lo lamento–

Dijo Tierra, con dificultad.
Titán no podía creer lo que escuchaba.