Solarballs//one-shots

Jupiter

Au: Main AU
Ship: ninguno
Palabras: 627
Perspectiva: Jupiter

Hola, soy Jupiter.

El quinto planeta y el más grande del sistema solar.

Tengo varias lunas y una buena compañía. No tengo nada de que quejarme.

Soy como el "padre" de todos los planetas, mi deber es cuidar la vida en la Tierra y asegurarme que este lugar esté a salvo hasta que ya no lo pueda permitir.

Soy visto como alguien tranquilo y amable, la mano derecha del Sol.
Todos me tienen un gran respeto y es algo que aprecio.

Fui de los primeros en tener conciencia, recuerdo ver al Sol joven que estaba sorprendido al verme, es gracioso pensar que esa joven estrella ahora sea...bueno, el Sol está perdiendo la cabeza.

Para que sea fácil de entender lo explicaré así. Este lugar funciona como un reino, nuestro rey es el Sol y nosotros somos los nobles a los cuales se les asigna cierta tarea. Este lugar tiene reglas específicas que en lo preferible no se deben romper.

Pero claro, este lugar no siempre estuvo tan bien organizado.

Antes todo era un caos, más de quince planetas para solo cierto espacio. Recuerdo ver al Sol desesperado, sin saber cómo establecer un orden, todos nosotros chocábamos con distintos objetos y siempre se estaban formando más planetas.

Debíamos poner un alto.

Y tanto yo como Saturno teníamos preferencias.

Éramos avariciosos y ambiciosos, deseábamos más y ciertamente queríamos reservar nuestro lugar.

Cada objeto que nos cruzáramos lo destruíamos, logre obtener más masa gracias a eso.

Recuerdo que muchos huían de nosotros por el miedo a ser destruidos. Ceres es uno de esos ejemplos, se escondió en el cinturón de asteroides y con el tiempo se volvió loco.

Pero al menos no murió ¿cierto?
Debería estar agradecido.

Aunque desgraciadamente de los restos de muchos objetos se formaron la mayoría de mis lunas.

Algo que odio.

Ver sus caras es ver la memoria de lo que hice.
Sin embargo me esfuerzo porque no se vea así, al menos que mis ciertos rencores injustificados hacia ellos no sean notorios.

Pero algo que de verdad hemos logrado mantener en secreto es la expulsión del quinto planeta gaseoso.

Ya nos estábamos estabilizando como sistema, el Sol empezó a dar los roles a cada planeta y las órdenes de lo que debían hacer.

Ese planeta a pesar de su tamaño era un prodigio, ayudaba a todos y había desarrollado una técnica especial que planeaba enseñarle a los demás.

Pero a pesar de todo lo positivo en el, siempre llegaba a ser molesto, Saturno lo odiaba, Urano le incomodaba verlo y Neptuno estaba deseando fuertemente que se saliera del sistema solar.

"El enemigo de mi enemigo es mi amigo"

Saturno fue el que me dio la idea de expulsarlo del sistema.

Yo era alguien joven por lo que ni siquiera pensé en las consecuencias.

Con nuestra gravedad lo expulsamos, Urano se hizo el de la vista gorda y Neptuno terminó el trabajo.

Y a pesar de que suene cruel, después de eso todo se estabilizó y todo mejoró.

Al parecer haberlo expulsado ayudó a que todo se volviera un equilibrio Perfecto.

Y bueno, después de lograrlo el Sol habló seriamente con nosotros, tuvimos la suerte de no ser castigados, aunque tenemos la advertencia de que si volvemos a hacerlo seremos destruidos.

Pero bien se sabe que el Sol no es capaz de eso.

Somos sus planetas y el a pesar de quererse ver fuerte aun sigue teniéndonos aprecio.

Nosotros somos quienes protegen este sistema cuando Neptuno falla en hacerlo.

Deberían estar agradecidos.

Pero claro, no porque lo haga ahora significa que siempre lo haré.

Habrá algún momento en el que cada objeto estará a su suerte.
Y yo no quiero complicarme la vida cuidando planetas incompetentes.