Llevaba ya tres días encamado y no aguantaba ni un segundo más sin hacer nada por lo que decidió levantarse y salir ignorando al médico que le perseguía por la habitación, rogándole que se acostase de nuevo y siguiese descansando. Quedaba poco para partir hacia el Valle del Silencio. No se perdería la boda de Perona por nada del mundo así que pidió al servicio que preparasen su equipaje para el viaje y salió a dar un paseo por los jardines. Necesitaba sentir el aire fresco en la cara. Fue hasta la barandilla que cerraba el final del frondoso vergel y observó las preciosas vistas de las montañas y la catarata que fluía por ellas. Permaneció un rato en silencio escuchando el agua caer con fuerza por la ladera hasta que sintió tras el una presencia. Se giró y vio a Zoro observándole.
- Deberíais estar descansando
- Si descansase un poco más estaría muerto. Me aburro enclaustrado entre esas cuatro paredes
- Os estáis recuperando de un envenenamiento, deberíais tomároslo con calma
- Ya estoy bien y aunque estuviese moribundo saldría igual. La cumbre del entretenimiento estos tres días ha sido ver como me vaciaban el orinal
- Me han dicho que habéis pedido que preparen vuestro equipaje para mañana pero no iréis. Partiré yo solo y terminaréis de recuperaros en el castillo
- ¿Si? Buena suerte con eso majestad porque no me perderé la boda de Rona por nada del mundo. Así tenga que ir a pie
- ¿Por qué sois tan terco?
- Si queríais un marido sumiso no haber aceptado a un Vinsmoke
Zoro resopló ante se testarudez y sonrió victorioso al verle ceder. Le vio apoyar los brazos en la barandilla y observar el paisaje en silencio junto a el. Le miró discretamente. Tenía mejor aspecto que el día que despertó tras caer inconsciente pero aún lucía cansado. Sus ojeras delataban las nulas horas de sueño, sus labios formaban una fina línea horizontal impasible ante los estímulos del paisaje y su ceño más fruncido que de costumbre mostraban un semblante exhausto e intranquilo. Invadió su espacio personal y apoyó una de sus manos sobre su hombro.
- No tenéis buen aspecto
- Solo estoy algo cansado
- Ussop me dijo que pasasteis los dos días que estuve inconsciente pegados a mi cama sin moveros ni salir para nada
- Estaba preocupado
- No ha sido nada al final. Además si muero tampoco sería para tanto, mantendríais los acuerdos comerciales con mi padre y no me tendríais pululando por el castillo e importunándoos como siempre decís - dijo risueño tratando de relajarlo pero su semblante no cambió ni un ápice
- Os aseguro que prefiero que entréis a diario en mi despacho tocando la corneta antes de que nada malo os pasara. No me lo perdonaría. Os he cogido cariño
- Me alegra saber que si muero no proclamaréis tres días de fiesta y bailaréis sobre mi tumba
Zoro permaneció callado con la mirada al frente sin hacerle caso. Tras unos minutos se incorporó y estableció contacto visual con él. Le sorprendió ver tantísima tristeza reflejada en sus ojos ¿Por qué actuaba así? Se encontraba bien y todo había pasado quedando en un simple susto. No entendía por qué le afectaba tanto que él viviera o muriera. Sería un engorro tener que buscar nueva pareja y organizar la boda pero eran meros trámites de los podría hacerse cargo su consejo en caso de que a el le pareciesen tediosos. Tras unos segundos de mirarle en silenció regresó hacia el castillo dejando a Sanji confundido.
A la mañana siguiente la comitiva real partió al alba. Era un largo camino de dos días llegar hasta las tierras de la casa Dracule por lo que Sanji decidió ir en el carruaje y no sobre el caballo para llegar algo descansado, además aunque no fuese a reconocerlo ni ante Zoro ni los médicos todavía se sentía algo débil tras su intento de asesinato. Al caer la noche escondieron el carruaje y los pendones de la comitiva en el bosque. Hacía demasiado frío por las noches como para acampar por lo que se alojaron en una posada cercana de incógnito por orden de Zoro. A Sanji le pareció que actuaba como un maldito paranoico pero prefirió no decir nada, sería divertido ponerse ropas plebeyas y fingir ser otra persona por una noche. Entró junto a su marido y tres guardias y pidió habitaciones mientras el resto de los hombres iban a los pueblos aledaños a solicitar alojamiento. Solo quedaban dos por lo que los tres guardias dormirían en una y ellos dos en la otra. Se sentaron a cenar en una de las mesas y a Sanji le supo a gloria el sencillo estofado caliente que les sirvieron. Se encontraba cansado tras el viaje y sentarse a comer sin sentir los baches del camino ni el traqueteo del carro fue un gran alivio para su adolorido cuerpo.
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EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)
FanfictionFantasy AU Judge Vinsmoke ambiciona dominar las tierras pertenecientes al rey del Reino de las sombras Roronoa Zoro. Sanji Vinsmoke, uno de los príncipes del imperio del Germa se ve enredado en un matrimonio por conveniencia orquestado por su padre...