Se revolvió en la cama tratando de descansar tras la reunión pero no conseguía conciliar el sueño a pesar de haberse pasado la noche despierto. La culpabilidad que se agolpó en su pecho al recordar las palabras de Zoro tras el beso y no había conseguido pegar ojo. Se incorporó ofuscado de la cama y salió en busca de Zeff. Le gustaba pasar el rato con el viejo. Debía reconocer que algo masoquista era ya que el hombre se pasaba el día insultándole y vejándole con ridículos motes como el de berenjena pero lo pasaba bien con él y le gustaba. Era honesto y leal, dos cualidades que no podría asegurar que poseyese el resto de sus consejeros. A pesar de haberle dicho que ya no era parte del servicio estaba seguro de que le encontraría en las cocinas. Cuando llegó se sorprendió al no verle. Tras una pequeña puerta se oían voces así que la abrió y se encontró con Hiyori y otras doncellas del servicio ociosas, charlaban animadamente de sus cosas hasta que repararon en su presencia. Todas se levantaron de sus asientos como un resorte para hacer una leve reverencia.
- Disculpen la molestia pero necesitaba saber si han visto a Zeff. Un anciano rubio, con mechones canosos y largos bigotes trenzados.
- No se encuentra aquí majestad. Dijo que se aburría y pidió un caballo para investigar la zona. Partió hará un par de horas del castillo - comentó una de las chicas
- Está bien, lamento la interrupción. Por favor continúen con su charla - dijo con una cortes sonrisa mientras se retiraba
Cuando estaba a punto de salir vio sobre la encimera una jarra de cerveza y se le ocurrió la idea de llevársela a Zoro como una ofrenda de paz. Técnicamente era su cerveza ya que estaban en su castillo pero pensó que echar unos tragos podría ser una buena forma de limar asperezas, más sabiendo el gusto de su marido por empinar el codo. Cogió la jarra y dos copas y se fue directo al ala norte del castillo en busca del monarca. Revisó su despacho y miró por el ventanal hacia los jardines pero no lo encontró así que se dirigió a la alcoba real. Abrió la puerta despacio para ver si se encontraba y le vio besando a Nami sobre su cama. Cerró la puerta con el ceño fruncido por el cabreo y dejó la jarra en el suelo para salir huyendo del lugar.
¡Maldito bastardo! Mucho llorarle la noche anterior, haciéndole sentir vil y rastrero para luego enredarse con la primera lagarta que se le ponía delante. La sangre le hervía de la ira mientras caminaba hacia sus aposentos a grandes zancadas. Había jugado con él, lo tenía claro. Se aprovechó de la situación justo la noche anterior de la reunión para dar pena y así conseguir un buen acuerdo. Había despachado a uno de sus más grandes apoyos a nivel militar y económico por nada. Le había utilizado y jugado con él. En cuanto llegó al ala sur del castillo trató de encerrarse en sus aposentos para calmarse pero a medio camino fue interceptado por Shanks.
- Majestad me gustaría
- Ahora no
- Pero majestad yo solo
- ¡He dicho que ahora no Shanks! ¡No estoy de humor!
El pelirrojo pudo ver a Sanji alejarse por los pasillos visiblemente airado. Suspiró agotado con el comportamiento del monarca hasta que escuchó la leve risa de Mihawk a su espalda.
- ¿Decepcionado? - preguntó el moreno divertido
Hizo cambiar su expresión rápidamente e implantó una inmensa sonrisa en su rostro. Giró hacia Mihawk acercándose hacia él con su recién adoptada actitud.
- ¿Por qué iba a estarlo? Mucho menos ahora con vuestra pomposa presencia en la sala
- Sé lo que pretendéis pero os aseguro que os saldrá mal la jugada
- No se de qué me hablas
- Ese chico no es la marioneta con la que soñáis. Es obstinado y testarudo. No podréis manejarlo
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EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)
FanfictionFantasy AU Judge Vinsmoke ambiciona dominar las tierras pertenecientes al rey del Reino de las sombras Roronoa Zoro. Sanji Vinsmoke, uno de los príncipes del imperio del Germa se ve enredado en un matrimonio por conveniencia orquestado por su padre...