19. Traición

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Observaba a Sanji pasear por los jardines de un lado a otro desde el inmenso ventanal de su despacho. Llevaba semanas comportándose de manera extraña y a pesar de haberle preguntado un par de veces al respecto el rubio no soltaba prenda. Esperaba que fuese un desplante que tuviese hacia su persona antes que confirmar sus sospechas pero por desgracia ni el mismo conseguía engañarse del todo. A pesar de ser un matrimonio de conveniencia ambos se llevaban bien y no habían tenido altercado alguno en los últimos días. Permaneció pegado a la ventana inmerso en sus pensamientos hasta que la voz de Mihawk le trajo de vuelta a la realidad.

- ¿Espiando al humano?

- Solo le observo

- ¿Habéis hablado ya con él sobre los informes de nuestros espías?

- No

- Deberíais hacerlo. Estoy seguro de que ahora agradecéis no haber compartido información sobre nuestra capacidad militar con él tal y como os aconseje a pesar de que me llamasteis paranoico en su día

- No tenemos pruebas de que esté al tanto de la situación Mihawk

- Solo sé que su padre está apostando a su ejército de tierra en nuestras fronteras

- He interceptado cada carta que enviaba así como la única que llegó desde Germa a su nombre. Todas y cada una de ellas desde el día en que llegó al reino y no hay nada que demuestre su colaboración

- Aún así deberíais arrojarlo a una sucia celda. Si Judge sabe que su hijo corre peligro quizás se preste a negociar

- No lo hará. Por lo poco que me ha contado Sanji a ese hombre no puede importarle menos que viva o muera

- Si ni a su propio padre le importa tampoco debería temblaros a vos el pulso a la hora de ejecutarlo por traición

Zoro suspiró cansado y se dirigió al inmenso asiento tras su escritorio, dejándose caer pesadamente para releer los informes militares que llevaba días estudiando. Estaba realmente cansado por la falta de sueño y no quería pensar si quiera en que Sanji supiese algo al respecto aunque cada día le costaba más engañarse a si mismo.

- Zoro ¿Qué es lo que te pasa? - preguntó abandonando los formalismos y situándose frente a él, separados únicamente por el escritorio. Cuando alzó la vista de los informes pudo ver el rostro de su tío preocupado - Eres una persona cabal Zoro pero en cuanto se trata del humano se te nubla el juicio

- Mihawk basta, ya te he dicho que no tengo pruebas como para encerrarlo además hablas como si estuviese abriendo las puertas del reino al ejercito enemigo. Tengo una buena estrategia y a los hombres listos para salir a luchar. La potencia militar del Germa es naval, no tienen posibilidades reales contra nosotros

- ¿Dónde piensas iniciar la batalla? - preguntó mirando el inmenso mapa desplegado sobre la mesa

- Aquí, en Monte Pedregoso. No están acostumbrados a luchar en las montañas, no conocen el terreno ni podrán pasar las armas de asedio. Las nieblas nos dan ventaja al permitirnos movernos por el campo de batalla con libertad y visibilidad total de la que ellos no gozarán. Tampoco podrán emplear maniobras militares a las que estén habituados como el pelotón o usar la caballería por la orografía

- Es una buena estrategia, estoy orgulloso

- Yo tengo mis reservas

- ¿Qué es lo que no te convence?

- Me parece demasiado arriesgado. Sus movimientos los veo torpes. No poseen información sobre nuestro ejército, nuestras tácticas ni tienen mapas sobre el interior del reino ¿Cómo es posible que se atrevan a traer un destacamento con tantos puntos ciegos?

EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora