25. Guerra civil

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Llevaban varias semanas en el torreón de la sal. Shanks era realmente amable, insistía en acompañarlos durante las comidas, les permitía deambular por la zona sin restricciones y siempre estaba pendiente de cualquier cosa que necesitasen. Lo malo era que Sanji se aburría enormemente encerrado día si y día también. Se había acostumbrado a la vida en el castillo de Cumbre Diaño y a pasar varias horas trabajando, asistiendo a reuniones o charlando con los consejeros por lo que cuando Shanks le comunicó que había organizado una pequeña recepción en su honor se emocionó. Imaginaba que no sería nada extravagante pero por lo menos saldría de su rutina de paseos por el torreón y ayudar a Zeff en las cocinas cuando nadie del servicio de Shanks estuviese cerca. No quería que le recriminasen lo obvio, que la cocina no era lugar para alguien de su posición pero no podía evitarlo. Le gustaba pasar las horas con el viejo y también, contra todo pronóstico, encontraba el cocinar una tarea divertida y relajante.

Se encontraba arreglándose frente al espejo para la recepción cuando Zeff entró a su alcoba sin llamar o pedir permiso.

- Muy elegante berenjena ¿No crees que demasiado para una recepción? - dijo cerrando la puerta tras el

- Puede pero quiero estrenarlo. Es uno de los trajes que me había hecho el sastre real. Además no creo que tenga muchas más ocasiones para lucirlo

- ¿Por qué no?

- Mi futuro es incierto y dudo que vaya a organizar nada nunca más

- Eres el rey mocoso, puedes organizar lo que quieras - comentó sentándose sobre la cama

- El rey consorte de un reino que probablemente me odie por alta traición. Eso por no hablar de mi marido que a la mínima que pueda me mandará ejecutar

- Ya ha tenido ocasión para hacerlo y continuas vivo. Si no lo ha ordenado todavía es posible que no pase, menos ahora que estamos lejos de él

- Echo de menos la vida en el castillo ¿sabes? Cumbre Diaño no se parece en nada a Puerto del Sol, allí la vida no es frenética, todo es más sencillo pero tenía responsabilidades. Eso me gustaba

- Quizás vuelvas a reinar algún día

- Sí, cuando los cerdos vuelen

- Cosas más raras se han visto chico. Como esta gente. Son muy extraños y aún así viniste solo y conseguiste que te aceptaran, no te dejaste amedrentar, te adaptaste. Eso me parece más complicado. Tiempo al tiempo

- Gracias Zeff, no creo que nada de eso pase pero por lo menos sigo vivo. Menos da una piedra supongo - dijo sentándose a su lado en la cama

Zeff apoyó la mano sobre su hombro para reconfortarle y agradeció el gesto con una sonrisa. En ese instante llamaron a la puerta y en cuanto hizo pasar Ussop se dejó ver.

- Majestad los invitados le esperan en el comedor

- Enseguida bajo, gracias Ussop

El joven mayordomo se despidió con una reverencia y salió del cuarto.

- Tú también deberías tratarme con el protocolo adecuado viejo

- Eso es menos probable que el que llegues a reinar de nuevo chico - se levantó a la vez que dejaba un zape sobre su cabeza y salía sonriente de la alcoba

Abandonó el también el cuarto y se dirigió al comedor. Para su sorpresa a la mesa se encontraba el supremo y varios nobles de la corte que en cuanto le vieron aparecer en la estancia se levantaron para inclinarse como saludo. Algo descolocado se dirigió a la única silla vacía y se sentó en ella. Tuvo que pedirles que volviesen a sus asientos con un gesto ya que no parecían dispuestos a sentarse hasta recibir sus órdenes. Miró hacia Shanks completamente perdido. Tenía en mente un pequeño banquete con los señores de la zona pero no había comida sobre la mesa y en la sala se encontraban los grandes nobles de la corte.

EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora