Tras varios días de travesía sin descanso alguno llegaron a destino. Luffy se despidió de él en la frontera del reino, dándole ánimos y deseándole mucha suerte. Una vez se quedó solo se preguntó a dónde dirigirse. No tenía nada claro qué hacer con su vida. Estaba bastante seguro de que volver a Puerto del Sol implicaría su decapitación, quedarse en el reino Sombra era decapitación asegurada y mantenerse demasiado tiempo en los caminos también se le hacía peligroso. No iba armado por lo que no podría defenderse de los peligros que pudiesen acecharle en su ruta, ya fueran animales salvajes, forajidos o asaltantes. En cuanto se aseguró de haber cruzado los límites del reino de Zoro decidió hacer un alto en el camino.
Necesitaba descansar un par de horas y aclarar sus ideas por lo que en cuanto llegó a una pequeña zona boscosa desmontó y dejó que los caballos fueran directos a beber del pequeño regato que atravesaba la zona. Aprovechó para observarse a si mismo en el reflejo del agua de la orilla y le costó reconocerse. Se veía desaliñado tras pasar varios días en las mazmorras, muy delgado y cansado. Se refrescó con el agua y repasó mentalmente su existencia los últimos meses. Había pasado de príncipe de Germa y monarca consorte de Sombra a exiliado. Se sentía ridículo, todo le había salido mal. Suspiró y se incorporó para acercarse a los caballos. Revisó las alforjas y en ellas descubrió agua, algo de comida y un pequeño saco con cuarenta monedas de plata. Sin dudas con eso tenía suficiente para construirse una pequeña choza en cualquier reino y agradeció internamente el detalle sin poder evitar sentirse el ser más rastrero del mundo al imaginar que habría sido cosa de Zoro. Le había perdonado la vida y regalado la oportunidad de volver a empezar. Sin dudas había conseguido colarse en su corazón, de otro modo ya estaría muerto por alta traición pero eso no le hizo sentir mejor. Haber cumplido con esa parte de la misión le molestaba, odiaba pensar en lo mucho que le había defraudado y en lo engañado que debía sentirse su marido. Resignado volvió a subir al caballo y continuó su viaje sin rumbo fijo.
Al tercer día de haber cruzado la frontera se encontró con las huestes de su familia acampadas en un inmenso prado. Trató de escabullirse en cuanto vio los estandartes con el blasón familiar pero fue retenido por dos soldados que le reconocieron como uno de los príncipes del reino. Le escoltaron a la tienda principal y mientras se dejaba guiar solo rezaba por no encontrarse de frente con su padre. Tuvo suerte de que fue Niji el que le recibió a medio vestir con un abrazo.
- ¿Qué diablos haces aquí? Pensé que tu cabeza ya colgaría de una pica hermanito
- Sí, gracias por el rescate por cierto
- Lo siento pero solo sigo órdenes de padre. Se negó a entrar, además en parte es culpa tuya. No pasaste mapas ni información alguna del reino durante tu estancia ¿Pretendías que entrásemos a ciegas?
- No sabía como haceros llegar información, estaba en territorio enemigo y lo más probable era que me vigilasen en especial al principio
- Bueno no te cabrees anda y come algo que tienes una pinta horrible
- Una fría celda no le sienta bien a nadie
- ¿Llevas tres meses encerrado?
- No, estuve una semana y tres días
- Entonces no te quejes. Por cierto ¿qué tal todo? ¿Cómo fue tu estancia con el tullido?
- Pues no está tullido y lo cierto es que fue bien. Todo el mundo muy amable y confiado
- ¿Y aún así no cumpliste tu misión?
- ¡No fue tan sencillo! Mi marido y el consejo si confiaba en mi pero no los nobles ni la corte. Te aseguro que si hubiese matado a Zoro no habría durado en el trono ni una semana. Intentaron matarme de hecho
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EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)
FanfictionFantasy AU Judge Vinsmoke ambiciona dominar las tierras pertenecientes al rey del Reino de las sombras Roronoa Zoro. Sanji Vinsmoke, uno de los príncipes del imperio del Germa se ve enredado en un matrimonio por conveniencia orquestado por su padre...