EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)

41. Disputas, señoríos y otros asuntos

Dije que no habría capítulo el sábado pero no se puede confiar en una persona con insomnio así que aquí tenéis ❤️‍🔥
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El tiempo pasaba y poco a poco la situación política se fue estabilizando. Los nobles se mantenían a raya pues los que se habían situado del lado de la corona obtuvieron privilegios al instante y los que se levantaron contra ella permanecían con la cabeza agachada esperando a obtener su prometida recompensa por el apoyo ofrecido en Colina Cuervo cuando las huestes del reino tomasen Puerto del Sol. Brook se encargó de reunir nuevas fuerzas militares instruyendo a todos los campesinos que quisieran formarse mínimamente para marchar al sur y Zeff se aseguró de darle el dinero necesario de las arcas reales para formar un pequeño ejército de mercenarios que blandiría la espada a cambio de oro.

Nami continuaba en el castillo bajo la responsabilidad de Luffy. Robin en un principio trató de abandonar el consejo cuando se desestimó su propuesta de como mínimo atarla desnuda a un poste en la ciudad y azotarla para que escarmentase pero Zoro logró retenerla en el cargo y sacarle el castigo de la cabeza escribiendo al hermano mayor de Franky para que la hiciese entrar en razón y calmase sus ansias de venganza.

Pensó que tener a Zeff en el consejo no sería tan malo. Sanji estaría contento, cosa que le interesaba porque el rubio tenía malas pulgas, y Zeff estaría entretenido ya que siempre se quejaba de lo mucho que se aburría en el castillo sin poder hacer nada. Bramaba una y otra vez que le dejasen acceder a las cocinas pero su actual jefe de cocina se negaba a cederle el puesto. Las primeras semanas la cosa funcionó bien, el problema vino cuando Sanji empezó a pedir dinero para cosas que según Zeff eran innecesarias. Se encontraba en el despacho otro día más escuchando las disputas de los dos humanos chillones que se gritaban el uno al otro sin cesar ante él, esperando que tomase partido por una causa. Había caído en esa trampa en dos ocasiones y no pensaba volver a hacerlo. La primera se decantó por Sanji al Zeff tratar de impedirle que gastase fondos en otro silo para la capital. Sabía que no era algo muy necesario ya que había varios pero pensó que tampoco era nada malo tratar de aumentar la capacidad de reservas para el invierno así que le dio la razón al más joven. Como consecuencia Zeff le acosó durante dos semanas enteras, persiguiéndole por el castillo para recriminarle que tenía a Sanji consentido y de paso se hizo con el control de Luffy a través de su estómago para que le ayudase en su cruzada de atormentarle. La segunda vez se decantó por Zeff cuando Sanji quiso ampliar el servicio del castillo pues según él era insuficiente. Estaba acostumbrado a lo que había y le gustaba el hecho de que no hubiese demasiada gente pululando por su hogar. Además de eso prefería no vérselas de nuevo con el rencoroso anciano. Por desgracia en esta ocasión fue Sanji el que le torturó. No le persiguió por el castillo como había hecho semanas atrás el mayor si no que no le permitió acercarse a él o que lo tocara en un mes.

En ese momento permanecía con la mente en blanco tratando de ignorarles mientras se gritaban por a saber que tontería.

- ¿Es que pretendes que el rey vista como un mendigo? ¡Debo ir arreglado y para ello necesito más trajes! He de pagarle a Ivankov los últimos encargos que me ha hecho así que dame el dinero viejo agarrado

- ¡No! ¡Ólvidate de los trajes y tus tonterías de berenjena mimada y pretenciosa! No recibirás un solo berry para consentir tus caprichos

- ¡No soy un crio al que debas dar lecciones! ¡Soy tu rey y tu un consejero!

- Una pena que justo sea el consejero de la moneda mocoso. He dicho que no hay dinero y punto

Cuando ambos le miraron furiosos salió de su trance y permaneció en silencio observándoles.

- ¿Y bien? - preguntó Sanji cruzándose de brazos

- Eso chico, decide - dijo Zeff imitándole

Miraba a ambos rubios en la misma postura observarle con seriedad. Temía dar la razón a ambos y que se le echasen encima los dos así que optó por lo más sensato. Huir. Desapareció del despacho para no tener que oír sus réplicas durante más tiempo y reapareció en la biblioteca. Con suerte no le buscarían allí. Vio a Nami y a Chopper sentados en una de las mesas consultando varios tomos y se acercó a ellos.