20. Por los bastardos, los pobres y lo sáfico

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Los días pasaban y el ejército del Germa continuaba tras las montañas fronterizas sin realizar movimiento alguno, supuso que esperando algún mensaje de Sanji para comenzar el ataque o les permitieran el paso. Permanecía la mayor parte del día reunido con su gabinete de crisis en la sala del consejo estudiando meticulosamente los informes que llegaban de los espías y exploradores del reino. Estaba frustrado y en más de una ocasión tuvo que detenerse a si mismo para no bajar a las celdas y gritarle a Sanji todo lo que pensaba de él hasta quedarse sin voz. Según pasaba el tiempo crecía la ira y el rencor que sentía hacia el rubio aunque en muchas ocasiones una profunda tristeza le embargaba. Sentía el castillo vacío y triste desde que lo mandó apresar. Echaba de menos que irrumpiera en su despacho o su alcoba a cualquier hora del día sin el invitado, sus obscenas chanzas, su ataques de nervios e histeria por cualquier pequeñez. En definitiva lo echaba en falta y al darse cuenta volvía a molestarse consigo mismo por ello, al fin y al cabo le había traicionado vilmente y ahí estaba él extrañando su presencia a su alrededor como un necio. Se maldecía una y otra vez por blando e iluso cuando la puerta se abrió de un portazo. El corazón le dio un vuelco pensando que podría ser Sanji y no pudo evitar sentir una ligera decepción al ver a Luffy entrar por ella.

- ¿Qué haces aquí? - dijo aún sentado frente a la chimenea de su alcoba

- ¿Cómo que qué hago aquí? Mihawk me envió un cuervo solicitando hombres al señorío de mi familia y yo mismo he venido a traerlos ¿Estás bien?

- Sí, solo algo cansado. Me paso el día encerrado estudiando los movimientos del enemigo

El joven chico se sentó a su lado en la misma butaca, invadiendo por completo su espacio personal para abrazarlo. Su primer impulso fue intentar zafarse del agarre pero Luffy no se dejó, ejerciendo más fuerza con sus brazos. Terminó cediendo y correspondiéndole porque realmente necesitaba la compañía de su amigo, le había extrañado estos días.

- ¿Qué has hecho con él?

- Está en las mazmorras - dijo esta vez si logrando separarse

- ¿Tienes respuesta de su padre?

- No pero tampoco la espero si te soy sincero, por lo que Sanji me ha contado no creo que les importe si vive o muere

- ¿Qué harás si no negocian?

- Lo que hay que hacer

Vio como Luffy abría los ojos sorprendido y se echaba hacia atrás.

- No puedes

- Tengo que hacerlo ¿Qué clase de respeto merecería si no cumpliese mis propias leyes Luffy? Ha traicionado a la corona

- Si lo haces ¿Qué será de ti? Se que te gusta. Si lo matas te harás daño a ti mismo Zoro

- Cumpliré con mi obligación Luffy, te aseguro que preferiría que esto no hubiese pasado. Incluso a veces pienso que preferiría no haberme enterado nunca. Ha hecho lo que ha querido conmigo, me siento humillado. Debí hacerle caso a Mihawk y casarme con Robin

- No te gusta Robin

- No pero mi vida sería más fácil, además yo no sirvo para reinar. Nunca me ha gustado, prefiero recibir órdenes o estar en el campo de batalla y no encerrado en un asqueroso despacho, rodeado de papeles y teniendo que sonreírle a viejos nobles, ricos y asquerosos que me clavarían un puñal por la espalda a la mínima oportunidad. Tsk no me hace falta la corte ahora que lo pienso para eso está ya mi esposo ¿Te dije que intentó asesinarme mientras dormía? Y luego me dijo que no pudo. Cobarde. Más le hubiese valido cortarme el cuello me habría ahorrado muchos quebraderos de cabeza - dijo frotando sus ojos hastiado

EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora