31. Rescate

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Llevaba varias horas dando vueltas por la zona buscando al humano consejero y no le encontraba. Empezaba a congelarse del frío y no tenía muy claro el camino de regreso al castillo. Se maldijo varias veces a si mismo por lanzarse a semejante temeridad sin motivo aparente. Cuando estaba a punto de abandonar la búsqueda escuchó una voz a lo lejos. Se dirigió hacia ella y según se acercaba con más claridad escuchaba los improperios de un hombre. Encontró a Zeff resguardado de la nieve en el interior del tronco de un inmenso sauce del camino. En cuanto le vio una sonrisa se dibujó en su rostro.

- Por fin, pensé que moriría aquí fuera

- ¿Qué diablos hacéis ahí tumbado?

- Me gustan las vistas, nada mejor que tumbarse en la nieve y maravillarse de la gélida tormenta desde el exterior ¿Vos que creéis muchacho? ¡No puedo moverme! ¿Pensáis acaso que esto es una treta para llamar vuestra atención? ¿Qué esperaba que vinieseis a rescatarme como si fuese una doncella en apuros?

Zoro se quedó pálido con las palabras del anciano. O ya estaba loco de antes o el frío se había encargado de hacer el trabajo. Bajó del caballo para ayudarle a incorporarse pero en cuanto lo movió un poco Zeff se quejó.

- La pierna chico, ten cuidado con ella - dijo con un gesto de dolor en el rostro

Bajó la mirada y pudo ver el hueso de una de sus piernas fuera de la carne.

- ¿Qué pasó?

- Mi caballo se asustó al ver un oso que pasaba por el camino. Se desbocó y caí de la montura. No puedo moverme

- Bien, regresaremos al castillo - comentó subiéndolo al caballo con la mayor delicadeza que fue capaz de aplicar para no mover su pierna más de lo necesario

Por desgracia en cuanto subió a Zeff el animal cayó al suelo provocando una caída aparatosa del anciano.

- ¡Mierda! - gritó desesperado

- Tranquilo Zeff

- ¿Qué le ha pasado?

- Ha muerto por el frío y no me extraña. Lo raro es que vos sigáis vivo, tenéis suerte de haber caído cerca del árbol

- Sí, pequeñas bendiciones - comentó sarcástico - ¿Y ahora qué?

- Regresaré al castillo y traeré un médico y más caballos

- Olvídalo chico, estaré muerto para cuando llegues. Lárgate y rápido o te pasará lo mismo

Se fijo bien en él y observó que su piel estaba de un tono azulado por el frío, a pesar de haber permanecido seco en el interior del tronco hueco con la caída se había empapado la ropa y no tardaría en morir de hipotermia.

- Desnudaros ordenó desenvainando la espada

- ¿Qué? ¿En qué diablos estáis pensando?

- Solo hacedlo - dijo clavándole la espada a las tripas del animal muerto, lo abrió y se fue directo hacia Zeff para ayudarle

- ¿Qué pretendes?

- Meterte en sus entrañas, están calientes todavía. Vivirás hasta que regrese - comentó terminando de desnudarlo dejándole únicamente en calzones - aunque te advierto que no va a ser una experiencia agradable

- Lo imagino

Antes de ayudarle a meterse en el interior tapó con trozos de la ropa que le había ordenado quitarse la herida de la pierna. En cuanto apretó el vendaje Zeff se desmayó a causa del dolor y el agotamiento. Lo dejó a resguardo en el desagradable refugio, dejando la cabeza fuera y se desvaneció para reaparecer en la alcoba de Chopper. Le vio durmiendo sobre su lecho pero no dudó en despertarlo. El joven médico se despertó agitado.

EL REINO DE LAS SOMBRAS (Zosan/Sanzo + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora