02

482 53 9
                                    

El chico alto se acercó a Felix y lo miró fijamente analizando su rostro. Felix se quedó inmóvil, ¿Por qué lo veía de esa forma?

- ¿Ya terminaste de verme? ¿Qué quieres?

- eres tú...

- ¿Yo?

- Si, el chico de pecas, eres tú

Felix frunció el ceño a las cosas que el chico decía

- Qué tonterías dices, no te conozco

- tú eres el chico de mis pinturas, espero volver a verte - esa fue la última frase que dijó para después irse corriendo dejando a Felix con la palabra en la boca

Se sentía tan confundido, ¿El chico de sus pinturas? ¿Cuáles pinturas? Ni siquiera lo había visto antes, cuando volteo a ver en la dirección en la que aquel chico había corrido ya no había nadie, estaba vacío, por segunda vez. Siguió caminando ahora pensando en lo que había sucedido minutos atrás

- ¡Felix!

Al escuchar su nombre salió de sus pensamientos y volteó a dónde provenía el sonido. Miró a Han agachado recargandose en sus piernas, se veía muy agitado y al levantar su mirada se podía notar su molestia

- ¿Dónde estabas? Llevo rato buscándote, ¿ni siquiera podías avisarme?

- lo siento

- ¿Lo siento? Me debes una comida por el susto

- tú solo piensas en comer

Río un poco mientras Han solo asentía fingiendo estar indignado

- ¿Y qué quieres comer?

- ¿yo escojo? ¡Corre!

Tomó el brazo de Felix para salir corriendo del lugar y poder subir al auto para ir a su restaurante favorito.

☆☆☆☆

- Lo vi Changbin, de verdad lo vi

Decía Hyunjin a su mejor amigo con emoción, mientras este se quedaba confundido sin entender lo que pasaba

- El chico de mis sueños, te dije que existía

- ¿Lo viste?¿En dónde?

- en mi exposición, él estaba en el cuarto oscuro y choqué con él

Changbin se quedó pensando y solo asintió

- ahh, increíble

- ni siquiera me prestas atención, ¿no me crees cierto?

- no

- verás que si, voy a volver a verlo, estoy seguro

Hyunjin no paró de hablar con la misma emoción por mucho tiempo y Changbin solo podía soportarlo.

☆☆☆☆

Felix pasó toda la tarde con Han, riendo y disfrutando las babosadas que su amigo de mejillas rellenitas hacía. Hasta que llega a casa, vuelve a sentirse solo, como si no tuviera a nadie para acompañarlo.

Se acostó en su cama, volvió a mirar el techo, volvió a sobre pensar todo, volvió a sentirse miserable y volvió a sentirse completamente solo. Odiaba eso, trataba de estar bien, pero siempre recaía en lo mismo. Siempre sus pensamientos trataban de lo mal que se sentía. Aunque ahora si tenía algo diferente que pensar, el chico de la exposición, por alguna extraña razón había estado dando vueltas en su cabeza todo el día. Así pasaron horas y cada vez las esperanzas de dormir desaparecían más y más.

Al siguiente día Felix despertó por la alarma que había empezado a sonar, tomó su teléfono y lo apagó con desagrado, había dormido solo una hora y ya debía ir a clases de nuevo...

☆☆☆☆

Entró a su salón mirando a Han correr a su dirección

- Pensé que no vendrías

- yo nunca falto Jisung

- vienes de malas, ¿dormiste?

- yo nunca duermo

Han solo asintió llevandose a su amigo a sentar a sus respectivos lugares para así tomar su primer clase del día. Las horas pasaron, clase tras clase, la misma rutina de siempre.

A la hora de salida de la universidad Han y Felix volvieron a encontrarse como era costumbre

- vamos, te llevo a casa

- hoy prefiero ir Solo

- cómo? Por qué? Tú eres bien flojo y no te gusta caminar

- pero hoy es diferente Hannie

- estás bien rarito desde la exposición, pues qué viste o qué?

- nada Hannie, vete a casa

Dijo dando empujones a su amigo en dirección a su auto. Han asintió pidiendo que dejara de empujarlo y se fue a su coche

- ¡Avísame cuando estés en casa!

Gritó para después subir a su auto dejando atrás a Felix. El pecoso se dió la vuelta y empezó a caminar, por alguna extraña razón avanzaba en dirección contraria a su casa. Caminó metido en sus pensamientos, acariciaba a cada perrito que veía en la calle y miraba el camino como si fuera su primera vez rondando por ese sitio, pasaba por ahí muy seguido, pero por alguna razón se sentía distinto, como si nunca hubiera estado en aquel lugar.

Después de unos cuantos minutos caminando sin idea de a donde quería llegar miró a una bola de perritos, parecían alterados. Pudo oír a uno de ellos llorar desesperado y corrió para después observar como una gran cantidad de perros enormes atacaba a uno muy pequeño. Se acercó gritando y aullentando a todos ellos. Cuando se fueron se acercó al pequeño indefenso, o más bien a la pequeña, ya que de cerca pudo notar que era hembra.

La acarició con mucha suavidad y delicadeza, tenía un collar que indicaba que tenía dueño con una placa con los datos tanto de la canina como de quien se encargaba de ella

- ¿Kkami? Es un lindo nombre, ¿Debería llamar a tu dueño?

Dijó Felix con una sonrisa para después sacar su teléfono. Antes de colocar el tercer número en su teclado llegó un chico corriendo y gritando el nombre de la perrita

- ¡Kkami! ¡Aquí estás! Me asustaste, por qué te escapas de casa

El chico miró a su mascota y también a un chico rubio acariciando a esta, cuando él levantó su mirada y sus ojos se encontraron ambos se miraban sorprendidos, era él, el chico de sus pinturas, lo había vuelto a ver

- Tú...

Felix lo miró atentamente sin poder decir una palabra, era él, él chico de la exposición de arte.















Este es el segundo capítulo, ¿Qué opinan?
He tardado mucho en actualizar, pero es porque me mantengo ocupada casi todo el tiempo.

Espero les guste, aunque es algo corto. 💕

También espero actualizar muy pronto, muchas gracias. ♡






El arte más bello, eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora