23

273 27 47
                                    

"Felix"

El señor Kim salió del salón de arte después de decir un "tómate tú tiempo para pensar" y entregarme una tarjeta con su número telefónico. Mi sorpresa no se desvanecía, al contrario, cada vez creía menos en lo que había sucedido.

– Ves Lix, algo bueno se acercaba

– No me lo creo, ¿No es un sueño?

Ella negó soltando una corta risa y yo asentí moviendo mis ojos a todos lados, mirando el salón de arte vacío. Observé mis pinturas un momento y mi sonrisa se iluminó al darme cuenta de que me sentía orgulloso de mí mismo, mis cuadros me gustaban y podía percibir los sentimientos que trataba de expresar en ellos. Volví a mirar a la maestra y me acerqué a darle un abrazo, el cual ella aceptó y correspondió inmediatamente, acariciaba mi espalda y daba palmadas en esta. Ese abrazo me hizo sentir cariño, seguridad y alegría, cosa que me hizo soltar las lágrimas que trataba de reprimir, y solo me dejé consolar por ella, quedando entre sus brazos y disfrutando de sus suaves caricias.

– Puedes irte al terminar tus clases, no tienes que asistir a la de arte, ve y descansa

Asentí mirándola a los ojos y separándose con una pequeña sonrisa.

– Gracias maestra, la veo mañana

Ella asintió y nos dimos un último abrazo corto, para después salir del salón e ir al de las otras clases, donde había estado un buen rato antes de lo sucedido.

☆☆☆☆

Ya habían pasado por fin las clases faltantes, ahora podía irme. Había avisado a Hyunjin que salía más temprano y agradecía que aceptara pasar por mí antes. Solo guarde todas mis permanencias, cargué la mochila en la espalda y salí del salón con una gran sonrisa en mi rostro, cosa que empezó a desvanecerse al ver a San en los salones de en frente, su mirada se encontró con la mía y su sonrisa se hizo amplia. Empezó a acercarse a mí y yo caminé a un paso acelerado tratando de evitarlo, lamentablemente él tenía piernas más largas y avanzaba muy rápido. Apreté mis hombreras y empecé a correr hacía la salida, odiaba correr con la mochila, no solo era incómodo, sino que también me veía ridículo.

Ya estaba llegando a la puerta, justo en el momento en el cual salí de está tropecé con mi propio pie y me caí de frente sin lograr apoyar mucho mis manos, ya en el suelo cubrí mi rostro con algo de dolor y pude escuchar los pasos apresurados de alguien.

– Lixxie, ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

Levanté un poco mi mirada y miré a Hyun incado frente a mí con un gesto de preocupación, me levanté con vergüenza y me quede sentado en el piso, solo asentí y le sonreí un poco.

– Estoy bien

Se levantó y extendió su mano para ayudarme a mí a hacer lo mismo, solo acepte su ayuda levantándome con pena gracias a las risas y murmullos que se escuchaban al rededor.

– Pobrecito Lixxie, ¿Estás bien?

Escuché la voz de San atrás mío y me dia la vuelta rápidamente, solo me quedé mirándolo con incomodidad y voltee a ver a Hyun de nuevo.

– ¿Podemos irnos? Vamonos ahora

– Claro

Hyun miraba a San con confusión y algo de seriedad, pero solamente tomó mi mochila y la cargó ahora en su espalda, sonreí un poco y tomé su mano para irnos. Me daba un poco de miedo que los demás estudiantes me vieran así con un chico, muchos de ellos siempre se habían burlado de mí por cómo soy, y no solía hacer este tipo de acciones abiertamente, pero si era con Hyun, no me importaba mucho, así que solo empezamos a caminar, aunque sentí como fui detenido por San, que tomó mi brazo libre, haciéndome voltear a verlo.

El arte más bello, eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora