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"Felix"

Al despertar me di cuenta de que estaba siendo rodeado por los brazos de Hyun, levanté la mirada y lo ví durmiendo. Se veía relajado, su respiración era regulada y constante, y podía sentir los latidos de su corazón ya que estábamos entre aquel cálido abrazo. Subí una de mis manos cerca de su rostro y lentamente empecé a acomodar su cabello colocándolo tras su oreja, aunque mi intento de no despertarlo había sido en vano, ya que empezaba a moverse y abrir los ojos.

– ¿Cómo amaneciste, Lix?

Me preguntó bajando su mirada adormilada para verme y yo solo le sonreí ampliamente.

– Bastante bien, ¿Y tú, Hyun?

Él me sonrió de igual manera y yo me quedé admirando aquel gesto tan lindo, sin duda, nunca había visto una sonrisa tan bonita.

– Claro que muy bien, ya que dormí contigo entre mis brazos

Pude sentir mis mejillas calentarse, dándome a entender que ya estaban rojas, él subió su mano a mi mejilla y acarició esta de una manera muy suave.

– Tus pecas son hermosas

– No es así...

– Por supuesto que lo es

Negué sonriendo un poco y el siguió insistiendo en lo que decía aún dejando caricias sutiles sobre mi mejilla.

Ya no dijimos nada, solo manteníamos ese intenso contacto visual, buscando de cualquier forma sentir un poco más de tacto entre nosotros. Él acomodaba mi cabello mientras yo le sonreía y trataba de hacer lo mismo con el suyo, sentí su mirada posada ahora sobre mis labios y sus dedos rozar estos con lentitud, haciendo que mis nervios aumentarán con velocidad y mi cara se hiciera más colorada que antes. Parecía que quería besarme de nuevo, y eso realmente no me molestaba, yo también quería hacerlo, pero me levanté en un solo movimiento al momento de darme cuenta de que no había lavado mis dientes aún y a penas habíamos despertado.

– ¿Pasó algo, Lix?

– Solo tengo que ir al baño...

Me miró extrañado y yo me levanté mientras le daba una sonrisa rara, corrí después al baño y me encargué de limpiar mus dientes, mi cara y mis manos. Después de unos minutos salí de nuevo y lo encontré sentado en una orilla de la cama, al verme me sonrió y yo respondí haciendo lo mismo.

– ¿Ya te irás?

– ¿Quieres que me vaya?

Negué rápidamente, me senté a su lado y tomé su mano para jugar con ella un poco.

– ¿No es molestia si estoy aquí más tiempo?

– No, para nada

– ¿Tu madre ya no está?

Negué una vez más mirando su mano que se veía bastante grande a lado de la mía.

– Ya se fue a trabajar

– Entonces, permiteme hacer el desayuno

– Eres muy amable Hyun, pero no tengo hambre, a parte no me parece bien si estás como invitado tú. Cocinaré yo para ti

Se volteó para ponerse un poco más recto frente a mí y me sonrió.

El arte más bello, eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora