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Charles Spring—abrió la cajita que sacó de su pantalón —¿Te casarías conmigo?

Charlie solo quedó petrificado.

—Charlie, vámonos —apareció Tao detrás de él  agarrándolo del brazo para sacarlo de la pasarela donde todos los fotógrafos captaban el momento romántico.

Nick decepcionado y algo avergonzado bajó de la plataforma. Decidió salir a tomar aire y un rato después volver a casa. Los amigos del rizado solo se dedicaron a verlo y se miraron entre sí alzando sus hombros sin importancia. Se levantaron y fueron hacia los camerinos para ver si podían encontrarse con su amigo.

Los gritos de aquel chico que se había llevado al modelo fuera de la pasarela eran presente atraves de los pasillos.

—¡Primero llegas tarde y segundo haces un escenario romántico aquí! Lo cual fue digno de una novela Mexicana por cierto.

—bien. Lamento haber entrado tarde y por lo otro... también lo siento, no volverá a suceder.

—mira—se sentó en una de las sillas del camerino y encendió un cigarro—se que tienes buenas intenciones, que eres una belleza para la moda y que tienes un gran futuro pero escucha; no puedo permitirme esto, le das mala imágen a mi compañía. Es tu primer evento y llegas tarde ¿Qué será de la segunda o la tercera? No puedo permitir eso. Y me vienes con tu amigo a pedirte casamiento, lo cuál si es lindo, pero no puedo permitir eso. No es... profesional.— Charlie estaba triste, se notaba en su rosstro. Ya sabía lo que vendría—no es tu culpa lo de la propuesta, lo sé pero igual. Lo siento mucho Charlie pero debo despedirte.

Miraba el suelo, decaído.  Jugaba con sus pies. Aquellas botas negras eran algo incómodas.

—bien—aclaró su garganta y lo miró—creo que hasta aquí llegué. Fue lindo este proceso.

—se que conseguirás algo que hasta quizá sea mejor que este lugar—se levantó, dejando la colilla en el cenicero y se acercó al chico para darle un abrazo de despedida.

—¿Al menos puedo quedarme con la ropa?

—ni en sueños—rió.

—bien, debía intentarlo.

Charlie acabó de quitarse la ropa y ponerse sus prendas casuales.

Antes de irse recibió las últimas palabras de Tao.

—ah y por cierto, te aconsejo que aceptes ya sabes sobre que cosa, ese chico parece bueno para ti — salió riendo del camerino y se formó una sonrisa en el rostro del rizado.

[...]

—¿Nick?—Charlie supusó que su novio no se iría tan pronto a Sydney y que seguro que andaría por su casa. No llegó ni a decir justo su nombre que ya estaba con el mencionado frente a él recibiendolo con un abrazo fuerte—me...me lastimas, grandulon.

—lo siento—le sonrió —estuviste genial.

—gracias amor— ahora era él quién destinó un abrazo—aunque me despidieron.

—¡¿Qué?!— lo tomó de los hombros y lo miró a los ojos—¡¿Qué sucedió?!

—al parecer es importante asistir temprano....

—como todos los trabajos, amor.

Charlie lo miró incrédulo—lo sé. Además no les agradó tu sorpresa.

—hablas del...oh, lo siento mucho. Debes estar super enojado—mostraba un rostro de tristeza.

—no,  tranquilo. Se que hay lugares mejores—lo volvió a rodear con sus brazos—quiero dormir contigo, extrañaba tu aroma—oliendo aquella colonia varonil.

Los dos salieron corriendo al cuarto de arriba y se lanzaron a la cama. No deseaban nada más que caricias y besos.

—¿Cuándo.... cuándo te irás?

—nunca—rió.

—¿Qué?— levantó su cabeza que estaba recostada sobre el pecho del rubio y se dedicó a mirarlo a la cara—¿Y tú trabajo?

—sabes...Sydney es aburrido. Extraño a mi familia, mis amigos, Nellie, el clima...

—¿Y a mi?

—dejame terminar—rió—en especial te extraño a ti. No podía dormir sin pensarte. Deseaba volver a tener tu aroma en mis prendas. Oler tu cabello, besar tu nariz. Ver tus bellos ojos—suspiró mirando el techo y volvió a Charlie —recorrer con besos tu bello cuerpo y complacerte.

—ay dios mío, pero que cursi—un Charlie sonrojado se recostó en los brazos de su novio.

—te amo ¿Lo sabías?

—te amo.

El silenció reinó en el cuarto. Para nada incómodo pero perduró un largo rato. Ni uno de ellos tenía sueño.
El rizado fue al baño y durante se le ocurrió algo.
Salió emocionado.

—Nick.

—¿Hmm?

—levantate, haremos un fuerte.

[...]


Las mantas ya estaban en el suelo junto a las almohadas. Habían trasladado sillas de la mesa de la planta baja para mantener las cortinas y hacer un fuerte.

Una vez hecha, después de unos 30  o 45 minutos, entraron y se recostaron allí.

Miraban las luces de estrellas giratorias que Charlie había comprado una vez pero nunca las usó. Era un buen momento para estrenarlo.

—Nick, estuvimos mucho tiempo ignorando esto...—se sentaron lentamente.

—¿Qué... qué cosa?—nervioso.

—ya sabes, no te hagas el tonto. Sé cuando mientes— rió.

—bien bien, lamento hacerte pasar vergüenza con eso y que te despidan y que no quieras casarte por q-

—Nicholas Nelson— lo interrumpió. Una de sus manos estaba escondida detrás de su espalda sosteniendo algo—¿Te casarías conmigo?—con su mano mostró un anillo de plástico de las botellas.
Nick no podía estar más feliz. Pensó que su amor no iba a aceptar.
—si lo sé, no es un anillo de diamantes pero...

—pero acepto, y juro que ese anillo es mejor que el mío.

[🍒]
Si hay errores después los cambio, tengo sueño aksjsk

Photos ; heartstopperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora