―¿hola?
―sí, ¿Harry?
―sí, con él habla ¿quién es?
―soy Charlie, Charlie Spring. Amigo de tu prima Kim.― jugaba con su cabello.
―oh sí, el chico de rizos lindos― una risita salió de parte de Harry.
Charlie se ruborizo un poco.
―eh, sí, supongo― sonreía de forma boba―pensé en la propuesta que me hiciste, ya sabes,para las fotografías―mantenía su celular sobre su hombro para agarrar cosas del refrigerador para la cena.
―¡sí! ¡Lo recuerdo!― emocionado ―¿y? ¿Qué piensas?
―acepto.
―¡bien! Mañana mismo comenzamos, ¿te parece?.
―¡claro, genial!
―en el parque del centro. Los dos ¿okay? A eso de las 10 a.m . No hay nada más lindo que el aire fresco de la mañana.
―sí ¡sí!. Nos vemos mañana. Adiós― dejó los ingredientes en la mesada y tomo el móvil. Antes de cortar escuchó un "adiós".
Se quedó cocinando una tarta de verduras con una sonrisa en su rostro.
Simplemente le encantaba la idea de volver a modelar después de tiempo sin hacerlo.[...]
Era de mañana. Algo así como las 9:15. Charlie había despertado a eso de las 7 a.m. para prepararse. Se bañó, cepillo sus dientes, peinó su cabello y se vistió. Tenía puesto un vestido negro con un corset del mismo color y sus medias red junto a sus converse usuales.
Bajó feliz hacia la cocina para encontrarse con un bowl de frutas frescas con yogur con una pequeña etiqueta a un lado de este.
"No olvides desayunar. Te amo."
Nick.
Charlie sentía su corazón latir fuertemente. Detestaba que las cosas no estén bien entre elllos. Pensaba seriamente en disculparlo porque de veras lo extrañaba. Lo pensó y todo pero finalmente comió las frutas a cucharazos apurados.
Luego salió camino al parque tomando el bus a una cuadra de su hogar. Aún sentía aquellas miradas de desagrado hacía él por su vestimenta.Ya llegado al parque ubicó a simple vista al muchacho rubio sentado en una banca con su celular y su cámara profesional.
―umh― se acercó―hola...― dijo tímido.
―¡Charlie!― guardó su móvil en el bolsillo del pantalón y se levantó para saludarlo con un beso en la mejilla―que bueno verte. ¡Vistes genial! Tienes buen sentido de la moda ¿sabes?
Charlie sonrió y sintió sus mejillas arder de la vergüenza―gracias, supongo―jugueteaba con los dedos de ambas manos.
―bien, ¿empezamos?― sacó la cámara de su funda.
―claro, si si, para eso estamos ¿no?
―obvio.
El rizado posaba sentado sobre el pasto mientras su cabello entraba en movimiento por la brisa mañanera de primavera. Luego sobre un árbol donde sonreía de costado mostrando por completo su vestimenta. Otras fotos de él corriendo por lo lejos, otras con alguna flor que encontró por allí y finalmente,una de ellas sosteniendo la mano de harry.
―bien, ¡terminamos!― dijo feliz. Charlie sonrió de lado―te las estaré enviando cuando tenga tiempo de pasartelas por email.
―¡qué bien!― reía.
Harry se quedó viendo al rostro del ojiazul con una sonrisa. Este lo notó y miró al cielo despejado también sonriendo.
―bueno, umh― el rubio jugaba con su cámara. La guardo en su estuche y la colgó sobre su cuello―¿quieres ir a almorzar algo?
Charlie dirigió la mirada hacia Harry―claro pero ¡oh no!― se pegó a si mismo en la frente―olvidé darle la comida a Nellie.
―¿Nellie?
―oh sí, mi mascota. Bueno, algo así. Es complicado pero si, supongamos que sí mi perrita― rió nervioso―pero podemos comer en mi casa. Podemos pedir delivery ¿qué dices?.
―claro que sí, sería genial. Puedo pasarte las fotos a tu laptop― dijo tranquilo.
―okay― le sonrió―el que llega a la parada de autobús primero se gana el postre― rápido comenzó a correr.
―¡no, espera!― dijo divertido y comenzó a correr detrás. Siguió el paso del rizado pero no pudo alcanzarlo a tiempo que ya le habia ganado―¡no se vale! Empezaste antes.
―igual iba a ganar, soy el más veloz― riendo.
En la parada esperaron hablando sobre ellos y sus gustos para conocerse más hasta que llegó el bus. Fueron camino a casa de Charlie que no duró más de 30 minutos.
Abrió la puerta y fueron recibidos por Nellie que estaba hambrienta.
―ya Nellie, ya te doy de comer nena impaciente― cerró con seguro la puerta detrás de él―ahí está el sofá. Siéntate donde te sea cómodo.
―gracias Charlie―le sonrió y tomó lugar en uno de los sillones de la sala.
Mientras, el otro iba a por la comida de perro con su correspondiente plato. Nellie le seguía el paso ansiosa. Dejó el plato a un lado de la puerta del patio trasero.
―bien, ya comió la reina. Nos toca a nosotros―tomó su celular―¿algo en especial para almorzar?
―unos sándwiches vegetarianos. Obvio, si quieres.
―¿eres vegetariano?
―si, hace...3 años.
―wow, cool! Entonces será eso.
La orden no tardó en llegar. En eso veían un ridículo reality de cocina que se dedicaban a criticar con gracia. Charlie se sentía muy familiar con Harry.
Reían mientras disfrutaban la comida. Era una tarde agradable.Al finalizar el almuerzo Harry iba a pasarle las fotografías al rizado pero se le ocurrió una idea.
―hey ¿qué tal si hacemos unas fotos con Nellie?
Charlie se sorprendió―¿en serio lo dices?
―si pero claro, si tu quieres.
―obvio! Nellie!
La perra atendió al llamado y se dirigió al ojiazul. Harry agarró la cámara que estaba en la mesa y la encendió. La mascota se subió encima de su dueño con sus orejitas para arriba y sacando la lengua.
A todo esto se percataron que alguien abrió la puerta de la casa y no era nada más ni nada menos que Nicholas.