La Levedad de la Memoria | Camren

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Pasado

El día que Lauren regresó a casa, Camila se esforzó como jamás lo había hecho; trato de tener la casa tan limpia y resplandeciente como un espejo, y la comida deliciosa y caliente como Lauren solía prepararla. Incluso fue muy temprano a la librería favorita de Lauren y compró un libro que, de seguro, ella amaría. Se trataba de una novela corta o, quizás, aquello era un cuento largo, sobre un amor casi onírico. Sabía que lo amaría y se moría por que fuera Lauren la que le leyera ese libro mientras ella dormía en su regazo, con su voz de terciopelo y su entonación tan bien cuidada.

El libro se llamaba Las Intermitencias del Artista, su nombre resaltó de entre los otros libros como si este estuviese ahí a la espera de ella. Además, Camila fue a un local especializado en fotografía, allí sacó una foto de ambas. En ella, ambas mujeres estaban sonriendo abrazadas en medio del café donde aceptaron ser novias.

"Te amo tanto.

Siempre.

-Cami."

Le escribió a la imagen en la parte de atrás con su letra cursiva. La imagen la metió entre las hojas del libro a la espera de ser encontrada por su amor. Envolvió el libro en periódico y puso un moño rojo en la esquina. Camila pensó que ese detalle sería importante porque sería la primera vez que le diría que la amaba. Era la segunda vez que le decía a una pareja que la amaba; la primera fue con Byron y no lo sintió realmente. La segunda era ese momento con Lauren y sí que lo sentía. Lo sentía desde el corazón, era un sentimiento tan cálido y hermoso que la inundaba y la hacía sentir viva. La amaba. Tan sencillo y complicado como eso.

Cuando regresó a casa, Camila corrió a abrazarla fuerte, se aferró a ella como un niño a su madre. Lauren la sujetó y le dijo que también la extrañó. Camila vio a Lauren emocionada por su nuevo libro, tan emocionada que tuvo que pedirle que comiera antes de echarle una ojeada al ejemplar. Lauren aceptó y comió rápido.

—Pareces una niña —le dijo Camila—. Cuando termines te devuelvo el libro.

Lauren solo sonrió y siguió comiendo. Le contó cómo fueron sus días en la granja. Le contó que los perros estaban bien y que los cultivos estaban repletos de naranjas. No mencionó a Alba ni mucho menos lo que hablaron.

—¿Ahora si puedo abrir el libro? —preguntó Lauren una vez tuvo sus platos vacíos.

—Claro que si —contestó Camila.

Lauren leyó la primera página del libro y le encantó; entonces ojeo el resto de páginas hasta llegar a la última y tener el número específico de páginas que le esperaban en esa nueva aventura. Eran pocas, pero no por eso subestimaba una nueva lectura. Lauren solía preferir los cuentos por esa razón, porque le proporcionaban un entretenimiento fácil y rápido. Antes de ver el número final de la última página, vio que una foto cayó de la mitad del libro.

—¿Qué es esto? —preguntó Lauren. Entonces tomó la fotografía y leyó lo que estaba escrito en la parte de atrás. Miró a Camila algo sorprendida por lo que acababa de leer. Entonces se puso de pie y fue a su habitación sin decir palabra. Camila solo la observaba. No tardó mucho. Regresó con un lapicero y ahí en frente de Camila añadió:

"Creo que yo te amo más.

-Lauren."

Le mostró lo que escribió a Camila y La abrazo. Le dio un beso en la frente y la sostuvo en sus brazos en silencio. Fue un abrazo fuerte y duradero, así como su amor. Sin embargo, en un momento tuvieron que soltarse, así como su amor lo haría.