Pasado
La madrugada del día sábado fue una larga velada para Camila y para Lauren. Esto se debió a que ninguna de las los mujeres tuvo la posibilidad de dormir. La madrugada fue tan larga, las sabanas tan incomodas y el sueño tan cortó. Lauren no durmió debido a que las palabras escritas por Camila seguían retumbando en su mente, una y otra vez, cada palabra se hacía más fuerte conforme la madrugada avanzaba. Palabra por palabra, línea por línea, gritaban hasta que se volvió imposible callarlas.
Por su parte Camila y su imaginación creaban los diferentes escenarios con respecto a Lauren leyendo la carta. En el primer escenario, Lauren rompió el papel enojada ya que Camila se había aprovechado de su amistad para verla con malicia y también había aprovechado su reciente debilidad debido a su ruptura para seducirla. En el segundo escenario, Lauren no pudo terminar de leer la carta ya que la risa no le permitió avanzar al último párrafo. En ese escenario, Camila pudo escuchar las carcajadas de su amiga llenando la casa ya que ella significaba un chiste para Lauren. Para el tercer escenario, Lauren leyó la carta dos veces y rascó su cabeza buscando la mejor manera para rechazar a Camila. Camila imaginó que Lauren lo haría con tacto y empatía siendo cordial con ella. Para el último escenario, Lauren leía la carta una y otra vez incrédula de que sus sentimientos fueran correspondidos de esa forma tan sincera e incondicional.
A Camila le gustaba pensar que el último escenario era el indicado.
Al día siguiente, Camila despertó a las seis de la mañana después de tener insomnio hasta las cinco. Solo una hora de sueño y más de seis horas de pensamientos inquietos y volátiles. Tenía enormes ojeras y una expresión de cansancio que ni el más potente café podía ayudarle a disimular.
Tomó una ducha para alejar el cansancio más que por aseo. A eso de las ocho tenía su casa impecable. A las nueve revisó su horario para la universidad. A las diez estuvo mirando su teléfono esperando una señal de Lauren. Entre once y doce preparó el almuerzo. No hubo respuesta de Lauren Jauregui. A la una se sentó en la sala de estar con su teléfono a un lado y su hermana al otro, tenía ese libro de cuentos en su regazo. Entre tres y cuatro estuvo leyó los cuentos y amando los que Lauren le había recomendado. Miraba su teléfono entre párrafo y párrafo, pero no tenía señal de Lauren. Una enorme duda empezó a crecer en su mente dando pie a muchas otras dudas: ¿Acaso, fue buena idea darle la carta a Lauren? Los párrafos se volvían confusos y las palabras se juntaban las unas con las otras. El significado de lo que leía parecía ser difícil de descifrar. Tuvo que dejar el libro de lado y se concentró en su teléfono. No hubo señal de Lauren.
A las cinco llamó a Andrew Virgilio Todd. Lo hizo para saber si él tenía información de Lauren, pero todo lo escuchó fueron negativas por parte del hombre.
—No he hablado con ella desde hace tres días, ¿está todo bien?
—Sí, todo está bien.
Las dudas seguían creciendo: ¿y si regresó con César? ¿La asustó con la confesión? ¿Se enojó? ¿Decidió ignorar la carta? ¿O simplemente no le importo lo que ella sentía?
Camila optó por ver la televisión hasta que fueron las ocho de la noche. No tuvo respuesta de Lauren por ningún medio. Sin embargo, Camila guardaba la esperanza de que Lauren la llamara en cualquier momento. Pero no lo hizo. A las diez se fue a dormir, estaba enojada por ser tan ingenua y esperar que Lauren pusiera sus sentimientos como una prioridad.
Se fue a dormir, y, gracias al cansancio, logró caer profunda en menos de diez minutos. No quería despertarse sin tener una señal de Lauren. Sin embargo, a eso de las tres de la madrugada revisó su teléfono pero no tenía ninguna respuesta de ella. Vio que tenía varios mensajes de su exnovio, pero decidió ignorarlos. No era la persona que ella necesitaba en ese momento. Camila estaba enojada debido a que no había señales de Lauren. No obstante, en su mente, una nueva posibilidad empezaba a desarrollarse... ¿Le habría pasado algo malo?
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La Levedad de la Memoria | Camren
FanficPiensa por un momento que te enamoras de tu amiga más cercana, ¿eso suena algo muy normal? Ahora imagina que durante años tratas encarecidamente de conquistar su corazón y, como si fuera un milagro, lo logras. Sin embargo, para tu pésima suerte, tu...