— Que se queme. Que se queme bien en el infierno — soltó Elena a mi lado con un tono irritado.
Sonreí nerviosa incluso después de haber leído lo que escribió Kaleb sobre mi. No estuve en desacuerdo con Elena, que no dejaba de protestar en voz baja todo tipo de insultos que nunca había oído antes.
— Escucha, Leora, no pienses mucho en ello. Presentaremos una queja con Carter y
— ¡No! — Exclamó Elena, tan fuerte que me sobresalté al mismo tiempo que Dan — Digo, ¡Ajá! A Carter no le importa nadie, ni si quiera nos prestará atención. yo hablaré con Kaleb ¿Que dicen? Buscaré a ese imbecil ahora mismo.
— Oki, voy contigo — aseguró Dan poniéndose de pie, pero Elena volvió a soltar otro ¡No! Que esta vez llamó la atención de varias personas.
Ahora miraban hacia nuestra mesa, me miraban a mí, y los murmullos empezaron como si fuera el pan de cada día.
— Ya deben haberlo leído — murmuré.
— Esto es suficiente — Elena se puso de pie, parecía querer subirse en la silla pero Dan rápidamente se lanzó sobre la mesa y la obligó a sentarse.
— ¡¿Qué carajo haces, estás loca?!
— ¡Estoy Harta de estos ricos de mierda!¡¿Creen que no podemos escuchar lo que balbucean?!
— E-Elena vamos, no pensemos en eso ahora — tomé su mano empuñada y ella solo soltó un gruñido frustrado.
— Si, respiremos, respiremos — dijo Dan reincorporándose — Ademas, aquí dice que publicará a media noche, solo tenemos que encontrarlo antes.
— "Algo sobre mi" — solté una risa sin gracia — Ya escribió mucho sobre mi, Todo el mundo cree en lo que dice.
— Yo no.
— yo tampoco — dijo Dan alzando la mano.
»¿Qué es todo esto?« — Pensé al percatarme de lo que dije en voz alta, luego en sus respuestas, algo que me produjo una extraña sensación de hormigueo en el corazón.
En la vida, jamás había tenido a nadie más que a Conrad, ¿y ahora estos chicos realmente estaban junto a mi, sin importar lo que el resto dijera de ellos por eso?
Dan era bastante apuesto, su personalidad de sabelotodo era muy atractiva y famosa entre la mayoría de chicas, era esa tipo de persona que aparece en tu mente lanzándo un dato curioso. Elena, por su lado, era la chica linda y ruda que bailaba ballet. No tenía prejuicios, ya que Conrad era el chico estrella de Nebel, pero me era novedad que justo ese tipo de persona quisiera pasar tiempo conmigo, alguien que cree que tener a más de dos personas en su círculo, es peligroso.
— Entonces, olvídate de eso. Dan y yo nos encargaremos.
— Bien — respondí fingiendo seguridad — Se los agradezco.
Lo cierto es que no lo olvidé, ni esa tarde, ni al día siguiente, ni al día después de ese.
No lo había olvidado incluso después de suceder lo esperado: Que ningún artículo más de Kaleb salió a la luz.
Pasaron unos días y no había forma de comunicarme con Conrad, había ido a buscarlo en más de una ocasión en la sección de hombres pero me di con la sorpresa de que incluso el guardia de seguridad lo extrañaba.
Traté de darle su espacio, no era la primera vez que desaparecía, aunque había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hizo.
En ese tiempo, me acerqué aún más a Dan y Elena, como si estuviera imantada a la intención de ser amiga suya. También había recordado qué Eli me ofreció su ayuda con la tarea, y si, después de verlo con Raiza de esa forma, no volví a buscarlo ni si quiera para devolverle su libro.
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INEFABLE
Science Fiction"La verdad te hace libre", es lo que suelen decir. Pero nadie te dice la destrucción a la que una verdad te somete. Leora Knox no tiene idea de lo oscuro que puede ser el mundo, porque no recuerda su pasado... Su origen. ¿Crees realmente que la verd...