⚜️XV⚜️

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Eli Sedman era mi segunda maldición personal. Las coincidencias de esa magnitud no existían.

Bajé las escaleras rápidamente con el corazón lacerándome el pecho. Era difícil identificar el sentimiento, pero verlo siempre sacaba mi lado más irracional.

— ¿Eli Sedman? ¡Qué sorpresa! — exclamó Logan con clara emoción — por favor, pasa ¿Cómo está tu padre?

— El está bien, ya sabes. El trabajo a veces lo sofoca —. respondió Eli y yo desconecté por completo de mi lógica.

Logan tuvo una reacción cuestionable cuando mencioné a Eli, ahora lucía amable.

Eli, que se comportaba como un cretino cada vez que tenía oportunidad, ahora era tan amable como Logan.

La voz cuerda en mi cabeza me suplicaba que no me moviera, pero no pensé en ello porque en cuestión de segundos, me encontré frente a él con el ceño fruncido.

— ¿Qué haces aquí?

Logan me miró con sorpresa y se colocó dramáticamente la mano en el pecho.

— Dios santo, ¿A dónde tan enojada?

— Tal vez es la mala influencia. Te comento que Leora comparte últimamente con personas violentas —. Contestó Sedman sin quitar esa sonrisa que simulaba inocencia.

Logan estuvo a punto de ponerse de su lado, lo supe por la extraña desconfianza con la que me miró.

— ¿Por qué estas aquí, Eli? — volví a preguntar.

— cálmate un poco. Vine a visitar a Logan, es una coincidencia haberte encontrado aquí.

— ¿Una coincidencia? ¿Es una broma?

— No sabía que estabas aquí. A penas me enteré que golpeaste a alguien y te sancionaron.

No sabía qué decir. Logan creía con determinación la historia de la agresión, si lo negaba ahora, estaba segura de que haría un escándalo y acabaría con Carter en un día. Desvié la mirada sin decir una palabra, fue Logan quien interrumpió el silencio incómodo palmando ambas manos en el aire.

— Querida, tengo que ir a la ciudad así que — se detuvo caminado hacia el perchero sin quitar la vista de nosotros — lo lamento, Eli. Leora será anfitriona hasta que yo vuelva. Y tú — se acercó un poco a mí con la mirada suplicante — Por favor, se amable.

Su expresión delataba su deseo por quedarse, pero sin decir más, se dirigió a la puerta y desapareció.

— ¿Vas a responder o pretendes ignorarme? — cuestioné otra vez al quedarnos solos.

Eli pareció dudar, pero luego, como respuesta, me ignoró y se dedicó a observar cada rincón del vestíbulo.

Su mirada azul se deslizaba con familiaridad por la casa, al mismo tiempo que sonreía con cierta melancolía.

— No ha cambiado nada desde la última vez — dijo en voz baja.

"La última vez"

Me tomó un momento enfocarme en lo que mencionó y hablar nuevamente.

— ¿Estuviste aquí antes?

— Si, claro que sí . Viví un tiempo en este lugar.

Con esto, pude sentir mi rostro impregnarse de incredulidad. Lo miré sorprendida al mismo tiempo que le seguía los pasos, sin percatarme de la columna frente a mí y con la que impacté fuertemente.

— ¿Estás bien? Déjame ver.

— Nos conocemos — afirmé, alejándome un poco cuando su mano intentó acariciar mi nariz.

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