CAPITULO 2

5.6K 358 17
                                        

Dos días después, creyó que no volvería a ver a aquella mujer, pero para su sorpresa se encontraba en la puerta de su departamento, tenía una sudadera azul marino y unos jeans, unas zapatillas blancas y una bolsa repleta de cosas en su mano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Dos días después, creyó que no volvería a ver a aquella mujer, pero para su sorpresa se encontraba en la puerta de su departamento, tenía una sudadera azul marino y unos jeans, unas zapatillas blancas y una bolsa repleta de cosas en su mano.

— ¿Quién es? — preguntó con una sonrisa, con la mirada al frente.

— Perdón, es que me pregunté cómo estabas además — exclamó nerviosa.

— ¿Claris? — expresó con un rostro sorpresivo, de esa forma mirar disimuladamente a la mujer y notar que con la mirada baja observaba en sus manos el anillo que le dio aquella noche por error con angustia. <<Ya veo, vienes a devolver el anillo>>

Antes de poder invitarla a pasar o decir palabra, un hombre se acercó a ambos con altanería reclamándole por qué no informó de su llegada, resaltó ser su amigo y lo molesto que se encontraba. Mientras lo hacía, la mujer lo miraba ansiosa y confundida, pero no dijo una palabra hasta que aquel eufórico notara su presencia. De esa forma, luego de que ella se percatara de la joven, el hombre se disculpó y la presentó formalmente con el nombre Patrik. La joven con gusto recibió su apretón de manos.

— Patrik — expresó un poco incómodo con un pequeño quejido — ella es Claris, ¿recuerdas que me ayudaste a escoger un anillo?

— Sí, pero — confundido, examinó a la joven y cuando estaba a punto de recalcar que no la reconocía como tal pero, fue interrumpido por Alexander.

— En todo caso — suspiró — ¿por qué no entran? — con la mirada al frente como si aún no pudiera ver, se apartó de la puerta, pero rápidamente la mujer lo tomó del brazo y lo ayudó a guiarse a una silla. Al ver la escena confundido, Patrik actuó normal y decidió seguirle el juego para de esa forma luego se le brindara una explicación.

Luego de un poco de charla, comenzaron a soltarse más con la mujer y Alexander, un poco molesto, preguntó por qué de sus visitas. El hombre enérgico explicó que los padres de Alexander le habían pedido averiguar cómo estaba y llevarlo a donde ellos se hallaban. Aún así, al llegar el turno de que la mujer explicara, actuaba nerviosa, trataba de hacer lo posible por comunicarle que estaba un poco preocupada por su bienestar.

— Ya veo, estabas preocupada por mí— expreso con una sonrisa.

— ¡Sí!— soltó de prisa y guardo el anillo en su bolsillo.

— ¡Ah! Qué lindo tener una novia así de linda, por cierto, tus padres pidieron verte — exclamó altivo y luego se dirigió a la dama — ¿Claris, verdad? No te molesta que me lo lleve un rato, ¿verdad? Sé que viniste a verlo, pero necesita ver a sus padres.

— No, no te preocupes, yo solo vine un momento, además tengo clases en una hora.

— ¿Clases? — señaló Alexander con interés.

— Sí, yo voy a la universidad.

— ¿Desde cuándo?

— Hace unos años , no te dije nada, perdón.

CARESS THE  HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora