CAPITULO 27

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Ava, un poco apagada e intentando mantener sus labios temblorosos quietos para no hacer notar su nerviosismo, mantuvo un poco la calma y contestó el teléfono:

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Ava, un poco apagada e intentando mantener sus labios temblorosos quietos para no hacer notar su nerviosismo, mantuvo un poco la calma y contestó el teléfono:

- Hola, señora Marlen.

- Hola, cariño, ¿cómo estás? Suenas un poco cansada - dijo, preocupada, mientras lavaba un par de verduras.

- Estoy bien, señora Marlen, pero ¿sucede algo?

- Es bueno saberlo, aunque - cambió la posición del teléfono y comenzó a buscar un cuchillo - no te esfuerces mucho, recuerda que es importante descansar.

- Más tranquila, mostró una pequeña sonrisa - sí, lo haré, pero usted está bien.

- Sonriente, tomó el cuchillo y comenzó a cortar las verduras - sí, lo estoy, pero tengo planeado ir mañana a ver a Alexander y me preguntaba si podríamos ir juntas.

- Un poco tensa, respondió - bueno, la verdad es que estoy un poco ocupada y...

- ¿Acaso pelearon, cariño? - dejó el cuchillo en la mesa y tomó el teléfono de una manera más cómoda en sus manos - escucha, las peleas siempre son algo común entre las parejas; si le das tiempo, estoy segura de que se arreglará.

- Gracias, señora Marlen, pero no he peleado con Alexander, solo estoy un poco ocupada - expresó decaída mientras caminaba por la calle. De pronto se detuvo en un semáforo y, al respirar hondo, expresó - sabe que estoy libre mañana, puedo acompañarla.

- ¿Estás segura? Si estás tan ocupada, no quiero molestarte. No quiero ser una suegra pesada.

- Le aseguro que usted no es una persona pesada, de hecho - suspiró - realmente su llamada me hizo sentir un poco mejor.

- Conmovida, rió - gracias, querida. Entonces, mañana iremos las dos a la casa de Alexander y almorzaremos los tres juntos.

- ¿Los tres?, ¿y Patrik? - acentuó confundida.

- Bueno, es exactamente por lo que te llamé. Mañana tiene una junta con mi esposo y Daniel sobre unas cosas de la empresa - tomó un vaso de agua y se sentó - pensé en ir a cuidarlo un poco y de paso llevarle una comida casera.

- Suena lindo. Entonces, llevaré un postre, ¿le parece bien?

- Entonces que así sea, cariño, nos vemos ahí.

Feliz, Marlen cortó la llamada y continuó haciendo la comida para llevarle a su hijo. Mientras tanto, Ava, rumbo a su departamento en un taxi, comenzaba a planear cómo enfrentar mañana a Alexander. Al llegar a su departamento, finalmente tomó un baño y se desplomó en su cama, no despertando hasta casi el mediodía de la mañana siguiente.

Por otro lado, en las oficinas de los hoteles Orión, Samuel se hallaba trabajando mientras su secretaria le informó que tenía una llamada de su padre. Samuel respiró hondo y respondió un poco seco:

CARESS THE  HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora