Alexander Orión es un empresario hotelero que en el 2019 tuvo un accidente en su auto, el cual le hizo perder la vista.
Ava es una estudiante a maestra y mejor amiga de la ex prometida de Alexander, un día ella descubre que ella planea dejarlo solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Vamos, cariño, no llores. Daniel, tráeme un vaso de agua rápido.
El joven asintió y, sin perder tiempo, se dirigió a la cocina. Mientras tanto, Alexander hacía un esfuerzo por ponerse de pie, decidido a acercarse a Ava.
—Alex, no te levantes, quédate quieto, ¿oíste? Deja que yo me encargue...— manifestó luego de notar que intentaba ponerse de pie y luego se dirigío a la joven nuevamente acariciando levemente sus hombros —Toma un poco de agua.
Con sus manos temblorosas y sin poder cesar su llanto, tomó el vaso de agua con dificultad. Sus dedos se clavaron en el cristal como si fuera el único anclaje que poseía. Lentamente, llevó el vaso a sus labios y, temblorosa, dio un pequeño sorbo.
—Eso es, querida, despacio —expresó Marlen, dándole palmaditas en la espalda—. Pero no comprendo, ¿qué pasó? Daniel, ¿volviste a tratarla mal? Alex, hijo, ¿tu hermano hizo algo malo? —preguntó, angustiada, mientras trataba de secar las lágrimas de Ava.
—No... él... no hizo nada, señora... Es que...— expreso temblorosas y en llanto.
—Tranquila, cariño, respira. —Inhaló y exhaló despacio, guiándola—. Eso es. Vamos, una vez más...
—Gra... gracias.— tartamudeo
—Tranquila, querida, tú solo respira —dijo Marlen, clavando la mirada en Daniel.
Alexander observaba frustrado la situación. Comenzó a actuar torpemente para simular dificultad al acercarse a ella. Cuando logró colocarse en medio de su madre y Ava, puso sus manos sobre las rodillas e intentó calmarla.
—Mírame. —Internamente exclamó su nombre, su nombre real, y luego, tras un suspiro, expresó—: Claris, ¿qué es lo que pasa?
—Yo...
Subió la mirada e intentó guardar las apariencias. Se puso de cuclillas y, con torpeza y cuidado a la vez, guió sus manos al rostro de Ava para secar sus lágrimas. Lanzó una sonrisa tranquila y comenzó a murmurar lentamente:
—Cariño, está bien, todo está bien. Cuéntame...
La joven comenzó a sentirse segura, sus lágrimas cesaron, aunque tartamudeaba un poco.
—Ha... Yo...— suspiro nerviosa.
—¡Hubo un incendio!
—¿Qué?— atónita Marlen abrió los ojos y comenzó a sentirse ansiosa.
Sin otra salida y lleno de celos, Daniel comenzó a vacilar.
—Ah, bueno... Verás... —Daniel tragó saliva y miró a los presentes, especialmente a Ava, que, en estado de shock, no comprendía por qué acababa de decir tal barbaridad—. Le enviaron un mensaje donde decían que hubo un incendio en su departamento.
—Claris, ¿eso es verdad? —exclamó Marlen, exaltada.
—Yo...
—Cariño, mi amor, tranquila.— dijo Alexander tratando de calmarla y lentamente acercándose a ellas.