En Eclipse Club, la música resonaba con fuerza y las luces blancas parpadeantes hacían su entrada. Los hombres y mujeres bailaban al ritmo de la música mientras levantaban sus vasos llenos de alcohol en lo alto.
— ¿Y dices que volvió?
— No solo volvió, se va a casar.
— Puf. Viniste a un club tan bueno como este para quejarte— Levantó la mirada para observar a una mujer rubia bailar ante él — el servicio es bueno —rió— ¿dónde encontraste una mujer como esa?
— Por ahí. Por cierto, ¿aún sigue incapacitado?
— No es obvio, aunque realmente es muy molesto. ¿Cómo consiguió que esa mujer siguiera con él todo este tiempo?
— ¿Quién sabe? Bueno, me voy, tengo que trabajar. No bebas tanto, Samuel.
Al retirarse la mujer morena, el hombre tomó un trago, pagó y se dirigió a la puerta para sacar de su bolsillo un cigarrillo y mientras fumaba, un grupo de personas ebrias pasó.
**Marzo del 2019**
Unos días después del accidente de Alexander, mientras recibía una cirugía de emergencia, en los pasillos del hospital se podía por el eco de dos voces.
— Por favor, déjame pasar.
— No.
— Es mi novio, quiero verlo — clamó la mujer entre lágrimas.
— Es tu culpa que esté en ese estado.
— No, yo...
— ¿Acaso no fue ahí por ti? Vete o llamaré a seguridad.
— Samuel, por favor, déjame ver a Alex o al menos hablar con su familia, déjame que me disculpe.
— Claris, si no te vas ahora, te lo advertiré.
— Al menos dime si está vivo, por favor.
Pero sin decir una palabra, el hombre volteó y se alejó, dejando sola a la pobre Claris con la incertidumbre.
— Samuel, ¿qué pasó? ¿Te dijeron algo los doctores? ¿Por qué te fuiste?
— Tranquilo, Daniel. ¿Cómo está tu madre?
— Bien, bien, pero mi hermano...
— Tranquilo, todo estará bien…
**De vuelta al presente**
— Esa mujer otra vez, mierda — renegó para después golpear un bote de basura y subir a su auto — no vas a arruinarme. Si tan solo — apretó el acelerador con fuerza, sujetó el volante y pasó un semáforo en rojo — si hubieras muerto, si tan solo tú y esa mujer hubieran desaparecido — movió su pie al freno y las llantas de su coche quedaron impregnadas en el pavimento — Alexander, no me digas que recuperaste tu vista, maldita sea — golpeó con rabia el volante y miró al espejo retrovisor — no, si hubiera sido así ya lo sabría —rió nervioso—. Claris, me aseguraré de que jamás te interpongas en mis planes de nuevo — las luces del coche y la gran ruta desolada cubrieron en desesperación al conductor.
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CARESS THE HEART
RomanceAlexander Orión es un empresario hotelero que en el 2019 tuvo un accidente en su auto, el cual le hizo perder la vista. Ava es una estudiante a maestra y mejor amiga de la ex prometida de Alexander, un día ella descubre que ella planea dejarlo solo...