Alexander Orión es un empresario hotelero que en el 2019 tuvo un accidente en su auto, el cual le hizo perder la vista.
Ava es una estudiante a maestra y mejor amiga de la ex prometida de Alexander, un día ella descubre que ella planea dejarlo solo...
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- Alexander, ¡qué dicha verte!
- ¿Daniel? - exclamó atónito.
- Sí, reconoces la voz de tu hermano - clamó luego de sujetarlo con fuerza del hombro - ¿Y Patrik? Debería estar cuidándote.
- Él tiene su vida, Daniel, no puede y no debe estar todo el tiempo conmigo.
- Aún así, es peligroso. ¿Qué pasa si te haces daño?
- Estoy bien, no soy un inútil.
- ¿Mamá sabe que estás aquí? - señaló mientras lo guiaba al sofá - No sería mejor estar en casa, de esa forma podremos cuidarte.
- No quiero, no seré un estorbo y aquí estoy bien - expresó molesto.
- Bueno, igual me quedaré hoy en tu casa.
- ¿Qué pasó? ¿Acaso tu novia te echó o algo?
- Dirás ex novia.
- ¿Te terminaron? - resaltó mientras fingía no poder tomar un vaso que se hallaba en la mesita de su sala.
- Tienes que tener más cuidado, ¿sabes? - le entregó el vaso - ¿Qué pasa si se te cae y te cortas o algo?
- Por esas razones me fui de casa, deja de cuidarme - exclamó molesto.
- Bueno, por cierto, conocí a una chica muy linda en el bar.
- Bien por ti.
- Oye, ¿qué es eso? - preguntó luego de observar un pequeño brillo en un estante cerca de la televisión - ¿Te vas a casar? - acentuó al acercarse y tomar un anillo de compromiso entre sus manos.
- Tal vez.
- ¿Mamá lo sabe?
- No.
- ¿Y quién es? - miró el anillo en su mano y acotó - dime que no es Claris, Alex, ni siquiera la Conosco, mucho menos nuestra familia - comenzó a elevar la voz - Alex, aún si fue tu novia antes del incidente, nunca fue a visitarte. Si no fuera por su culpa, aún podrías ver.
- ¡Ya es suficiente! - se incorporó con un poco de dificultad - Claris no tuvo la culpa, fue un fallo técnico en el auto y yo quise ir por un regalo para su cumpleaños.
- Realmente no te entiendo - lo tomó de los hombros - Alex, estoy preocupado, si te lastima de nuevo...
- Ya dije que no fue su culpa.
- ¿Y por qué no fue a verte al hospital? - ante el silencio de su hermano exclamó afligido y molesto - Lo ves, ella lo sabe, sabe que tiene la culpa y por eso no fue a visitarte.
- ¡Ya basta! - gritó con fuerza - Si vas a quedarte, hazlo en silencio, ya me voy a dormir - al marcharse chocó con la mesa nuevamente - ¡Mierda!
