Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]

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"Recordar el pasado puede hacerte daño."
"Parte I"

Cuando Yeosang tenía once años tuvieron que salir del pueblo donde procuraban vivir desde que era pequeño, su madre se había divorciado por cuestiones íntimas entre el padre se Yeosang y ella, ambos no terminaron con buenos términos debido a su abandono, cuando falleció terminando con el matrimonio que ambos habían tenido por la iglesia las cosas cambiaron mucho en los pensamientos de su madre, por un tiempo estuvo deprimida, sin prestarle mayor atención a Yeosang, su abuela solía cuidarlo llevándolo a la escuela, procurando que hiciera todas sus tareas mientras se encargaba de la casa, pero llegó un tiempo en el que Yeosang comenzó a frecuentar las charlas con su madre, acercándose más a ella, sin embargo, eso no sucedía muy a menudo.

Cuando la abuela de Yeosang enfermo, terminando en el hospital internada hasta su recuperación, pero con ciertos problemas articulares que le permitían estar en una silla de ruedas todo el tiempo, manteniendose en un estado pacífico, las charlas y palabras que tenía con su abuela fueron desapareciendo hasta cierto punto dónde solamente existía. Por otro lado su madre y el pudieron comunicarse más al cuidar a su abuela, todos requerían la mas mínima atención, pero Yeosang era pequeño, el necesitaba incluso mucha más.

Cuando Yeosang cumplió los diez años un día regreso del parque con un moretón en su ojo izquierdo, su labio estaba partido por el costado derecho de dónde derramaba sangre, desde ese momento su madre comenzó a prestar mas atención a Yeosang, no quería que a su hijo le sucediera nada. Pero sobre todo esa preocupación que toda madre tenía cuando sentía que sus hijos podrían en algún momento descarrilarse, pero Yeosang era el niño más dulce que habían conocido las personas del vecindario dónde vivían, incluso su abuela se había percatado de eso desde que era pequeño, solamente que su madre prestaba más atención a otras cosas más "importantes".

- ¡Yeosang! ¿Dónde te has hecho esto? - La madre del pequeño había corrido desde la cocina al notar que su hijo venía con un ojo morado, su labio partido y temblando de frío. Fuera no estaba lloviendo, pero estaba completamente empapado a excepción de su mochila, sus brazos cruzados sobre su pecho lo hacían parecer más grave, esa era la pequeña vida de Yeosang, un jovencito débil, inteligente, dulce, alegre, entusiasta, amable, cariñoso y carismático con las personas, pero verlo en esa faceta ese día destrozó el corazón de su madre.

Al punto de que Yeosang pudiera verla llorar mientras se acercaba con una toalla entre sus manos para cubrirlo con la misma, y limpiar la humedad que caracterizaban sus mejillas, rostro, cabello y ropa, evitando que pusiera coger un resfriado pronto, era muy pequeño para vivir esa clase de agresiones, aún era un niño inocente y sano, ¿Por qué tratarían así a alguien como Yeosang?

- M-mama.. T-teng-tengo fri-frio.. - Yeosang pronunció tartamudo debido al frío que su cuerpo estaba sintiendo, era temprano por la mañana, la escuela había comenzado hacia algunas horas, pero Yeosang después de haber recibido tremendo abuso regreso a casa, era la primera vez que se escapaba de una clase.