Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]

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"Algodón de azúcar, charlas profundas"

Finalmente las vacaciones para los alumnos de la universidad que decidieron quedarse a cumplir los deberes demandados habían terminado, no había necesidad de ir, los que habían reprobado algunas materias aún permanecian ejerciendo extraordinarios, para finalizar con sus deberes escolares, mientras tanto los que habían cumplido una condena o castigo por ejercer problemas dentro de la universidad privada, tanto San como Yeosang no tenían necesidad de asistir a dichas actividades.

Esa tarde, en cuanto salieron del instituto Minho se aproximó hasta Yeosang, había finalizado sus entrenamientos, su frente estaba sudada debido al ejercicio que hacía, pequeños mechones de cabello se apegaban a su frente como pegamento, podía notarse lo agitado por su respiración entrecortada.

— Yeosang, espera, espera.— Bastante cerca del masculino recobro la compostura, tomando bocanadas de aire profundas así se estabilizaba lo más rápido que podía.

— ¡Minho! Hace mucho que no te veo, ¿Que sucede? — Un poco confundido, Yeosang del interior de su mochila retiró un pañuelo de colores acercandolo a su mejor amigo hasta ahora dentro del instituto así podría limpiarse todo el sudor que tenía en la frente.

— Muchas gracias, pequeño. — Tomo el pañuelo entre sus manos limpiando aquel sudor que tenía en la frente dejandolo un poco húmedo, con esa misma mano que lo sujetaba de un lado hacia el otro la movió sujetando el pañuelo.— Lo lávate y te lo traeré cuando regresemos ¿Está bien? No quiero regresartelo con tanto sudor, que vergüenza. — Comenzó a reír avergonzado, guardando ese pañuelo en el interior de su bolsillo.

Yeosang asintio, con un movimiento de cabeza tanto arriba como abajo, le parecía una buena idea, no podía reprochar nada si era su único mejor amigo dentro del instituto.

— Quería comentarte que la fiesta para celebrar las vacaciones es este fin de semana, ¿Vendrás? Quiero que asistas, será divertido, después de que te fuiste unos días te perdiste de mucha diversión. — Uno de sus brazos rodeo el hombro del menor caminando junto con el hasta una jardinera donde tomaron asiento cómodamente.

— No quiero encontrarme con Choi San, no soportaría ser humillado a nivel público, conoces bien el porque no vine esas semanas a clases, me destruiría. — Encogió sus hombros un poco a pesar que tenía el brazo del masculino rodeando los propios.

— Lo comprendo, es un idiota sin escrúpulos, pero debes enfrentarlo, eres más valioso de lo que piensas, no por el simple hecho de que te consideren "diferente" significa que lo eres, también eres un ser humano, hecho, derecho, y especial, si quiere hacerte algo lo detendré, es una promesa. — Mostró el meñique de su mano completamente libre. — Las promesas no se rompen, menos una amistad. — Afirmo dibujando una sonrisa en sus labios.