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"Un abrazo puede convertirse en tu lugar seguro"
"Cuando los cerezos caen, los sentimientos se desbordan en el océano del corazón llamado amor"
"Propuesta al corazón"

Habían pasado algunas horas desde aquel duro acontecimiento dónde Yeosang estaba llorando dentro del baño. Después del consuelo que San le había brindado cuando lo saco de la ducha y ayudo a secarse pidiéndole un atuendo a uno de los encargados en cuidarlo cuando sus padres no estaban fue la única forma en que ambos pudieron salir del departamento vistiendo ropa diferente.

Yeosang esa agradable tarde vestía una sudadera rosa acompañada por unos pantalones blancos que hacían juego con la camiseta de manga corta debajo de aquella sudadera, San por otro lado vestía unos pantalones negros con algunos estampados divertidos sobre el mismo, junto a una camiseta de manga larga del mismo color que ese pantalón, sus cabellos un poco desordenados le daban ese toque divertido pero también extravagante como solía serlo.

- Este día déjame invitarte algo delicioso, hasta donde tengo memoria nunca te he invitado algo de comer ¿O me equivoco? - Ambos esa tarde caminaban tomados de la mano, San se había encargado de que dicho agarre no se fuera deshaciendo por nada del mundo mientras caminaba balanceando ese enlace de adelante hacia atrás constantemente.

— ¡Tienes razón, Sannie! Pero no quiero comer nada, ¿Y si mejor vamos por un helado? Conozco una hermosa heladería dónde venden helados artesanales muy deliciosos — Cierto entusiasmo podía notarse en el tono de voz masculino, cuando Yeosang estaba emocionado solía sonreír mucho, para decir esas palabras se giró en dirección al mayor observando atentamente al ajeno en todo instante.

San soltó por un instante el agarre de sus manos, tomo las mejillas impropias entre ambas acunando su bonito rostro y depósito un fugaz beso sobre sus labios dándole la respuesta que tanto estaba esperando en ese momento. Aquella respuesta fue acompañada por una sonrisa pequeña pero bastante significativa para el masculino, provocando que no solamente las mejillas de Yeosang se sonrojaron, si no que también causarán un dulce impacto cuando ese beso fue devuelto por parte del menor al colocarse de puntillas para alcanzar a dárselo con comodidad.

— Vamos a por ese helado, mi pequeño, ¿Puedes guiarme? — Yeosang asintió, al ser el único de ambos que conocía ese lugar estaba dispuesto a guiarlo hasta dicho establecimiento, sujeto nuevamente una de sus manos forjando un enlace suave entre ambas al enlazar sus dígitos, con breves jalones le pidió a San que lo siguiera hasta ese lugar apresurando el paso.

En esos momentos San se sentía como un niño pequeño a punto de cumplir una de esas tantas alegrías del mundo, un helado. Algunas personas observaban como ambos aceleraban su paso acercándose cada vez más hasta dicho establecimiento, un lugar que mantenía por fuera un enorme letrero con letras grandes anunciando el nombre del lugar, por los costados tenía pequeños dibujos de osos con diferentes colores, unos eran marrones oscuros y otros rosados, dando a entender el sabor al que se quería llegar, en su interior habían unas cuantas mesas donde podrían sentarse como en el exterior, siendo caracterizado por algunas mesas con sillas para las personas que querían disfrutar del exterior, debido al día no muchas personas estaban formando una fila en su interior para comprar un helado, ya había algunas personas en las mesas exteriores e interiores comiendo sus helados.

Yeosang acompañado por San subieron los pequeños escalones al frente de las enormes puertas deslizables para poder entrar al lugar, por dentro todo era del mismo color, rosado pastel con pequeñas granjas azules celestes dándole ese toque lindo y adorable, generando comodidad para sus clientes con una serie de melodías suaves, ambos tomaron lugar en la fila para pedir el manjar que tanto había mencionado antes el menor.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora