11

182 24 3
                                    

"Fiesta alocada, besos ocultos, sentimientos encontrados"

"Parte II"

La fiesta iba bastante bien, la música variaba, en pequeños lapsos de tiempo disminuyó, para volver a aumentar con una melodía bastante pegadiza. Algunos chichos habían invitado a Yeosang a bailar, algunos solían tener ese placer de bailar con el, pero al ser torpe moviéndose por su inexperto cuerpo bailarín se sentia avergonzado cada vez que movía sus caderas al ritmo de la música dejándose llevar, otros de los mismos chicos le invitaban a beber un ponche, sin cero alcohol, puesto que Taemin era bastante especial, "Para todo hay momentos" "Los que no quieran alcohol beban ponche, los que quieran, las botellas están ahí"

Probar siquiera una pequeña pisca de alcohol le generaba un sentimiento de temor, no quería preocupar a su madre cuando llegara a casa, había prometido no ingerir sustancias extrañas, mucho menos que causarán un malestar a su salud. Había llegado el momento, Yeosang se sentó en una banca que apuntaba hacia la ventana, cómodamente, observando la luna brillar en su mayor esplendor, lo suficientemente potente como para hacerlo sentir en un mundo completamente diferente con personas diferentes.

Debido a la distancia que tenía de los demás la música dejo de escucharse tanto, pequeños sonidos apenas llegaban a escucharse, algunos habían dejado esa zona libre de su presencia, solamente Yeosang estaba ahí, disfrutando una tranquilidad inminente, hasta que sintió perfectamente como alguien se sentaba a su lado a una distancia bastante alejada al otro extremo, su curiosidad lo hizo girar la cabeza en esa dirección, encontrándose nuevamente con esa penetrante mirada que había cruzado con la propia cuando llegó a la casa del novio de su mejor amigo.

Choi San estaba sentado aún lado de el, ambos, completamente solos.

— Yeosang.. ¿Podemos hablar un momento? Tengo algo importante que decirte. — Escucharlo hablar seguía generando esa inseguridad en su interior, complementada con el temor de escuchar algo incorrecto que pudiera hacerlo llorar.

Cerrando sus ojos con fuerza se levantó de aquella tranquila banca, dispuesto a irse, pero San lo detuvo sujetando su muñeca. Ese agarre era diferente a los demás, se sentía dulce, frágil, algo completamente diferente. Yeosang giro un poco su cabeza sin hacerlo completamente ante ese agarre, su pequeña mano se había formado en un puño incontrolado, debido al efusivo agarre y esa sensación distintiva que lo hacía sentir tranquilo.

— Yo fui quien te envío ese algodón de azúcar, y te escribió esa nota. — Se puso de pie, sin dejar ese frágil agarre sujetando su muñeca perfectamente con su mano. — ¿Que debo hacer para disculparme? ¿Arrodillarme? — Cuestionó, acortando la distancia entre ellos, el semblante de San era distinto, no se mostraba enojado, frustrado, no podía ver el desecho que días antes había estado ahí presente o esa sensación de asco, simplemente era San, un San completamente diferente.

Las mejillas de Yeosang comenzaron a teñirse de un color escarlata, relucían a la perfección por su color de piel, pero algo que llamo la atención de San fue aquella marca tan perfecta y tierna que se mostraba sobre su mejilla. Con la mirada de Yeosang desviada, evitando cualquier contacto directo con la penetrante mirada de Choi San, se estremeció y sintió esa pequeña gota de temor cuando sus falanges se colocaron directamente sobre su mejilla sobre la zona en dónde mostraba aquella marca de nacimiento al mundo, la delicadeza de sus falanges moviéndose impartiendo caricias ahí mismo, lo ayudaron a sentir como transmitía calidez apartir de sus movimientos.

— No había notado esto. — Comento con un tono de voz bastante bajo, exclusivamente para ellos dos.— Tienes una marca de nacimiento bastante hermosa, Yeosang, como su dueño.— "hermoso" esa palabra le robó el aliento, en su estómago un pequeño hormigueo se frecuento,

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora