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"Cuídame hasta el fin del mundo"
"Nunca sueltes mi mano"
"Diamond"

"Cuídame hasta el fin del mundo" "Nunca sueltes mi mano" "Diamond"

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¿Por qué cubres tus oídos y cierras tus ojos?...

Habían pasado algunas horas desde que Yeosang y San habían decidido descansar en ese motel donde fueron curadas las heridas de San, sin hacer nada al respecto más que simplemente dormir, hacia mucho tiempo en que no descansaban tan bien, bajo las presiones de los demás, tanto San por sus padres cabreando su cabeza para separarlo del menor como Yeosang cuando se trataba de mantener vivos esos recuerdos ahora haciéndose presentes como la lluvia en pleno invierno, la mañana había llegado inmediatamente, la hora de partir se hacia cada vez más frecuente.

Yeosang abrazaba a San fuertemente rodeando con ambos brazos su torso desnudo, para dormir más cómodamente San decidió prestarle dicha prenda a Yeosang, prometiendo que no haría absolutamente nada que no quisiera, al menos, no aún.

- Quisiera que este momento durará para siempre, ¿Y si nos quedamos en cama todo el día y no regresamos hasta dentro de una semana? Vivir juntos es una ilusión para mí que se ve demasiado lejana.- Una dulce pero tenue carcajada abandono los labios del menor ante ese comentario, si bien esa idea no era para nada mala, aún no quería pensar en el futuro, vivir el presente junto con San era lo mejor.

- Dejemos eso para el futuro, ¿Y si no nos volvemos a ver por un malentendido sin antes ser nada? - En los labios del menor un pequeño mochin prevaleció, por pequeños instantes haciendo notorio que esa idea no le resultaba para nada agradable en retrospectiva.

San abrazo fuertemente a Yeosang, rodeando su cuerpo, uno de sus brazos se encontraba rodeando los hombros del menor, así podía utilizarse como almohada, mientras que su otro brazo se encargaba de rodear por sobre el torso al menor manteniéndolo en todo momento cerca, no quería soltarlo por nada del mundo, quería seguirlo teniendo de esa manera por un poco más de tiempo. El vacío dentro de aquella habitación pronto se convirtió en una serie de risas suaves, y pequeños momentos agradables, San no podía dejar de hacerle cosquillas al menor entre pequeños juegos mientras prevalecian cómodamente en cama permaneciendo rodeados por esa aura luminosa como lo eran sus sentimientos en esos instantes, floreciendo cada vez más.

Cualquiera que los encontrará podría decir que estaban enamorados, pero esa palabra era demasiado grande para expresar todo lo que San quería decir con unas simples palabras, quería hacer el momento más especial, pero esa clase de momentos se encontraban como si estuvieses buscando una joya perdida, son realmente escasos.

- ¿Y si nos damos una ducha? Primero tu, así podremos salir y disfrutar del día ¿Te gustaría? He escuchado que el parque cercano tiene muchos árboles de cerezos, esos son tus favoritos ¿O me equivoco? - Ese pequeño dato nadie lo sabía más que la madre de Yeosang, por lo que cuando escucho aquellas palabras quedo atónito, completamente, de cierta manera se emociono, dibujo una sonrisa en sus labios y se levantó quedando de rodillas sobre el colchón.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora