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"La realidad puede ser otra"
"Acompañame hasta el más allá"
"Dime, amor"

La lluvia había empapado a ambos por completo, sus cabellos estaban húmedos, algunos se mantenían pegados contra la frente de cada uno, sus ropas permanecian igual, apegadas a su cuerpo debido a esa humedad que presentaban, Yeosang había decidido ...

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La lluvia había empapado a ambos por completo, sus cabellos estaban húmedos, algunos se mantenían pegados contra la frente de cada uno, sus ropas permanecian igual, apegadas a su cuerpo debido a esa humedad que presentaban, Yeosang había decidido desnudarse para cambiarse, al darse un baño antes de poder ir a casa de San bajaba las posibilidades de darse una nueva ducha.

San hizo lo mismo, permaneció desnudo dentro de aquella habitación sin vergüenza alguna, simplemente sintiendo su corazón latir con frecuencia debido a la escena que estaba viendo, teniendo al menor sentado sobre uno de los costados con el torso desnudo, siendo participe que solamente de la cintura para abajo permanecía cubierta con una toalla.

— Yeosang, ¿No tienes frío? — San comentaría al respecto, aproximándose hasta su pequeño teniendo entre sus manos una toalla, pero Yeosang negaría con un movimiento de cabeza ante esa posibilidad.

San dibujo una sonrisa de costado cuando recibió aquella respuesta, aunque no estaba del todo convencido al respecto, de cierta forma esa respuesta le había agradado por completo. Se acercó lo suficiente para permanecer sentado a su lado, entre ambas manos tenía una toalla pequeña que serviría para retirar la humedad de los cabellos ajenos.

San no tenía ninguna toalla que cubriera su cuerpo o algo parecido, por ello estaba como dios lo había traído al mundo, completamente desnudo. Yeosang había notado eso, y la pequeña diferencia que había en ello. Puesto que, por reacciones obvias, el miembro de San se encontraba un poco duro, podía notarlo, se veía igual que aquella vez cuando compartieron un pequeño momento íntimo de roces.

— S-sannie... — Yeosang tartamudeo un poco al mencionar el nombre del mayor, llamando más que nada su atención antes de aproximarse un poco para secar sus cabellos con aquella pequeña toalla.

Pero San se dirigió hacia su pequeño con un "Mhm..?" Que hacia referencia a un "¿Que necesitas?" Por su parte. Sin embargo, cuando recibió aquella respuesta a la mención de su nombre, Yeosang se colocó sobre el regazo de su pareja, flexionando ambas piernas a cada costado, posicionando ambas manos directamente contra su pecho.

San se sorprendió casi de inmediato cuando el menor se colocó sobre sus piernas, abriendo los ojos como platos casi en un instante, sin embargo, recibió al menor sobre su cuerpo colocando ambas manos sobre cada costado de su cintura. En esos momentos San dudaba un poco sobre la timidez que podía llegar a sentir, pero algo le decía que Yeosang estaba haciendo de las suyas en esos momentos.

— A-amor.. — Yeosang guío uno de sus falanges hasta los labios de su pareja, para callarlos, no deseaba que ninguna palabra abandonará esos lindos labios. Todo lo contrario, quería seguir viendo sus reacciones.

En un determinado momento Yeosang comenzó a acortar la distancia entre ambos rostros ladeando hacia un costado su cabeza, guiando sus pequeñas manos a brindar un recorrido explorando el pecho del mayor hasta ubicarse alrededor de su cuello.

San dejo escapar un ronco jadeo cuando Yeosang dio comienzo a un vaivén suave, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás con lentitud, pero una lentitud tan torturosa al instante de rosar ambas virilidades de esa manera tan condenada haciendo tensar cada fibra del cuerpo masculino en todo momento. San respondió al beso de su amado, profundizando un poco cuando la unión se hizo más íntima

Pero Yeosang se detuvo casi en un instante, solamente quería provocarlo, y había conseguido su objetivo casi en un instante. Cuando sus caderas se detuvieron y aquel beso finalizó, San abrió sus ojos nuevamente notando poca carencia de movimientos por parte ajena.

Pero era entendible, su teléfono estaba sonando sobre la pequeña mesita de noche aún costado de la cama de San. Después del incidente bajo la lluvia habían tomado un taxi para dirigirse al departamento de San ya que Yeosang vivía y poco lejos y no quería preocupar a su madre al llegar a casa de esa manera.

Yeosang cubrió su cuerpo con una toalla cuando bajo del regazo impropio, envolviendo su cuerpo con ella, rodeo aquella cama para aproximarse hasta este mismo y tomarlo entre sus manos, era su madre quién se encontraba llamando esa tarde, posiblemente estaría bastante preocupada por saber su paradero.

Con el corazón en el pecho el menor sujeto el teléfono, y contesto aquella llamada llevándolo hasta su oído casi en un instante. Por detrás de la línea se escuchaba a dos adultos platicando, formando un pequeño eco como si estuviese adentro de alguna especie de túnel, pero seguramente estaban dentro de casa como era esperado.

— "¡Yeosang! ¿Dónde has estado? Estoy preocupada, se que te di permiso para estar con tu novio todo lo quisieras pero deberías llamarme, me preocupa no saber de ti durante el día.." — La madre de Yeosang se notaba bastante preocupada por su pequeño hijo al no saber nada desde hacia algunos días. Eso hizo que el corazón de Yeosang se encogiera casi en un momento.

— "Mamá.. Estoy con San en su departamento, hoy teníamos pensado ir a visitarte, ¿Te gustaría que llevemos algo cuando vayamos?" — Yeosang se notaba tranquilo, aunque solamente era una fachada, no quería demostrarle a su madre que estaba un poco temeroso en ese momento.

— "Yeosang, trame unas cervezas, tu padre ha regresado, hay que celebrarlo, y quisiera conocer a ese hijo de puta con quién sales ahora." — La lima por un momento dejo de mantenerse firme, cuando Yeosang dejó caer el teléfono ante la sorpresa que estaba viviendo.

Cuando la voz de aquel hombre una vez más fuerte escuchada por los oídos de Yeosang sintió el temor apoderarse de su cuerpo completamente, sus manos no respondieron, las piernas temblaron un poco, el teléfono cayó al suelo, por accidente se había presionado el botón del altavoz.

— "Siempre serás mío, Yeosang, de nadie más." — Esas fueron las últimas palabras de su ex padrastro ¿Que demonios estaba haciendo allí?

Cuando San escucho aquellas palabras y alcanzo a ver a Yeosang comenzar a llorar se acercó casi de inmediato, rodeo sus hombros para acercarlo a su cuerpo cuando comenzó a llorar y así mismo acurrucarlo contra su pecho.

Había escuchado las últimas palabras del hombre antes de que la línea fuera cortada al terminar esa llamada, no conocía a ese hombre aún, pero Yeosang era la clave para saber de quién se trataba, y ahora tenía más que claro quien era, una pizca de rabia se avivó en su interior cuando Yeosang se acurrucó contra su pecho, sus brazos podían sentir perfectamente como el cuerpo impropio estaba temblando del miedo que sentía.

San no permitiría que nada de eso se repitiera una vez más.. No lo permitiría..

— Yeosang.. — Una de sus manos manifestó pequeñas caricias sobre su espalda, de arriba hacia abajo con suavidad. — Siempre estaré a tu lado, te protegeré de todo mal ¿De acuerdo? No dejaré que nadie más se acerque a ti.. no lo permitiré.. — Al mencionar aquellas palabras abrazo más fuertemente a su pareja contra su pecho.

Esta vez San no se quedaría con los brazos cruzados, está vez, no permitiría que tocaran a su pequeño con esas manos sucias que solía tener ese hombre, no lo permitiría.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora