"Una simple sonrisa puede opacar a la estrella más brillante"
Recostado cómodamente en cama Yeosang escuchaba sin audífonos puestos bajo la soledad que solamente su habitación brindaba su canción favorita, causandole una explosión de sentimientos instantáneos que se expanden por cada centímetro de su cuerpo, siendo una canción pocamente conocida, sobretodo si no habías escuchado al grupo o visto algún ost de la misma serie que Yeosang se encontraba viendo con su madre desde hacia ya tiempo.
La tranquilidad a veces podía resultar ser tan irreal para el masculino, dotándose de emociones encontradas desde aquella fiesta, todo había cambiado drásticamente, nuevas emociones y sentimientos que no había experimentado antes, se sentía como el protagonista de una pequeña telenovela asiática, de la que tanto disfrutaba y le gustaba ver.
- Hijo, alguien vino a visitarte, dice que es un compañero de la universidad. - Invadiendo la privacidad que Yeosang tenía en su habitación los pequeños ojos rasgados fueron abriéndose de tal forma que su cabeza los acompaño con un movimiento en dirección a su madre observándola fijamente.
Un poco desconcertado ante las palabras de su madre se reincorporo, tomando una posición de indio sobre la cama, sus brazos cruzados sobre el cruce de sus piernas le permitieron clavar su mirada en su madre.
- ¿Quien es mamá? ¿Quien vendría a visitarme un fin de semana? - Con un movimiento de su cabeza hacia un costado Yeosang mostró aquella confusión, sus labios al permanecer unidos formando una línea mostrando la seriedad que portaba a medio día. - Seguro te están haciendo una broma, dile que se vaya. - Retomo su posición actual recostado en la cama, sus hermosos ojos brillaron en dirección a su madre suplicando.
- Está bien hijo, yo le digo. - La cortina que se ubicaba dónde debía estar la puerta por el mismo movimiento del cuerpo de su madre se abrió un poco más, algo inusual pero conocía las mañas que su madre tenía cuando no le resultaba correcto su comportamiento.
A la poca visión que le permitió apreciar aquella cortina corrida, logro visualizar a un muchacho de estatura alta, hombros anchos, cabello rojizo; reconocería esa melena a kilómetros. Ese era San, pudo comprobar sus pensamientos al verlo voltear un poco su cabeza en dirección a su madre, y en efecto, era San, estaba en su casa ¿Por qué? ¿Que lo había llevado a visitarlo? Y un fin de semana, eso era algo inusual, inmediatamente se reincorporo saliendo de la cama, en su fachada que lo hacía ver completamente adorable, al portar una pijama azul celeste con decoraciones de corazones violetas y unicornios.
- ¡Espera! ¡Mamá! - Antes de correr hacia su madre aquella cortina que se utilizaba como puerta hacia su habitación su madre alcanzó a llegar hasta donde se encontraba San recargado calmadamente contra una pared con ambas manos dentro de sus bolsillos.
Yeosang tropezó con sus propios pies, pero la cortina alcanzó a amortiguar su caída al sujetarla con firmeza, sin embargo, el menor fue expuesto portando aquel pijama que exclusivamente utilizaba cuando estaba en casa comodamente, al no tener tantos amigos nadie podía ir a visitarlo cuando fuera fin de semana, lo utilizaba para estudiar por las tardes por qué trabajaba los domingos durante la mañana, el sábado era su único día libre por eso debía aprovecharlo al máximo.
- Hijo, ¿Que sucede? ¿No me pediste que le dijera que se fuera? - Su madre alzó una de sus cejas confusamente.
San desde su posición exploro de pies a cabeza lentamente al menor, se veía bastante adorable ante sus ojos, el cabello un poco desordenado, aquel pijama azul celeste con decoraciones adorables lo hacía querer abrazarlo fuertemente en ese momento. San dibujo una sonrisa sobre sus labios, ignorando todas las miradas que podrían instalarse en su persona camino unos cuantos pasos hasta el menor ayudándolo a incorporarse al sujetarlo de un brazo así podía evitar algun accidente como consecuencia del agarre que emitió contra aquella cortina que se utilizaba como puerta.
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Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]
Фанфик¿Porque? ¿Por qué te tapas los oídos? No tengas miedo, estoy a tu lado, estaré siempre. San absorto de atención, un hijo cuyos padres desprecian y evitan a toda costa refugiándose en los estudios, viviendo la vida de divertinaje, salvajes fiestas, s...