Capitulo 39: Que son ellos?...

338 61 27
                                    

-¿Demian?

Antes de que pudiera decir algo más, sentí una mano firme rodear mi cintura y girarme bruscamente.

-¿Te hice esperar, corderito? -preguntó una voz familiar, despreocupada. Era Dean, con una sonrisa arrogante. A su lado, Liam e Ian entraron justo a tiempo para presenciar mi pequeño espectáculo pirotécnico.

(Se le juntó el ganado a la prota. Aunque claro, todavía no entraremos en romance, un capítulo más. Y sí).

-¿Qué demonios están haciendo aquí? -fruncí el ceño, mi paciencia al borde del colapso.

Flashback: Dean

No podía dejar de pensar en lo que tramaba el corderito, así que decidí seguirla nuevamente hasta la casa de los vampiros. Escuché sus planes, y cuando Bella se fue con la chiquita y el rubio, la curiosidad se apoderó de mí. Por alguna razón, sentía que Bella tramaba algo. Desde que la conocí, supe que era extraña. Bueno, tal vez por eso no puedo evitar pensar en ella. O tal vez es porque soy medio demonio y siento algo diferente en ella.

Realmente no se...

Un tiempo después, mis sospechas se confirmaron. Bella salió del hotel aparentemente a escondidas.

La seguí hasta cierto punto, hasta que se detuvo frente a una academia de ballet. Cuando entró, estaba a punto de seguirla adentro, pero una voz resonó en el aire. Por supuesto, sabía quién era: mi querido hermano.

-¿Qué planeas, Dean? -preguntó Demian, con Liam e Ian a un lado. No me giré; ya los había sentido desde la casa de Bella.

-Hasta que por fin salen. Pensé que seguirían escondidos como ratas -comenté con una mueca.

Ian fue el primero en responder, con su habitual mirada vaga pero calculadora.
-¿Qué te traes entre manos? -preguntó, entrecerrando los ojos como si intentara leerme la mente.

Sonreí con desdén, arqueando las cejas.
-¿De verdad? ¿Tan mala imagen tienen de mí? -respondí con sarcasmo-. Solo tenía curiosidad. Aunque, seamos sinceros, ustedes también la tienen. Si no, no me habrían seguido ni confrontado aquí, ¿verdad?

Demian dio un paso adelante, cruzándose de brazos con esa actitud arrogante que siempre tiene.
-No te hagas el inocente, Dean. Sabes perfectamente lo que estás haciendo.

Bueno, no podía negar que tenía razón. Claro que estaba tramando algo, pero no se lo iba a admitir tan fácilmente. Sin embargo, algo me interrumpió antes de que pudiera responder. Sentí un cambio en el aire, una presencia que no podía ignorar.

Un demonio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un demonio.

Fruncí el ceño y señalé hacia el edificio.
-No es el momento de hablar tonterías. ¿No lo sienten?

Maldita reencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora