Ariana, una chica mentalmente inestable, conoce a Mateo, un cantante quien no buscaba amor, pero ambos fueron unidos por el destino para mejorar la vida del otro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧
Pasaron cuatro días de aquella conversación entre Ariana y Milagros, la pelirroja hizo caso en lo que su amiga aconsejó y se comunicó con Mateo.
Aprovechó aquellos últimos mensajes, los cuales había ignorado, y acordaron verse para solucionar las cosas, o por lo menos hablarlas.
El día había llegado, el tan esperado jueves se hizo presente.
Ya era de noche y Ariana se encontraba en su casa, esperando ansiosa la aparición del morocho.
Mordía sus uñas en señal nerviosa, se acomodaba el flequillo y se miraba en su espejo.
Escuchó como golpeaban la puerta, pues el portero ya lo conocía y lo dejaba subir sin problema, se acercó a paso lento hacia la entrada.
Finalmente abrió, quedando completamente hipnotizada con aquel chico que tenía enfrente, sus fosas nasales fueron inundadas por un fuerte olor a perfume.
Amaba eso.
—¿Me vas a dejar pasar o hablamos acá afuera? —Preguntó Mateo, soltando una leve risa. Ella se hizo a un costado rápidamente.
Ambos se adentraron al departamento y se sentaron en el sillón. Miraban hacia el frente, evitando a toda costa el contacto visual con el otro.
Ariana decidió cortar el silencio que se había formado.
—¿Para qué querías hablar vos? —Preguntó, luego de soltar un suspiro.
—Para que me expliques —Contestó sin dudarlo. —. Necesito saber por qué te alejaste así de la nada.
—No sé, Mateo —Evitó la explicación, sintió haber perdido todo el coraje que había tomado en cuanto la miró a los ojos.
—No, "no sé" no. Decime una justificación en serio y te dejo tranquila —La pelirroja no contestaba y se miraban fijamente, creando un ambiente de gran tensión. —. ¿Te interesó alguien más?
—¿Qué? No, ni ahí.
—¿Entonces? ¿Por qué hiciste que termine todo así? ¿Te hice sentir incómoda?
—No, Teo. No es algo con vos, es algo mío.
—No me vengas con la boludez del "No sos vos, soy yo" —Dijo frustrado.
—No lo digo de esa manera, lo estoy diciendo porque en serio es un tema mío, y por ese tema yo no puedo seguir con esto.
—Por favor, Ari. Explicame y te dejo en paz.
—Dios, Mateo ¿Por qué insistís tanto? Con todas las pibas que tenés atrás te venís a obsesionar conmigo, ya está, ya fue.