𝟎𝟒

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Había pasado poco más de una semana de aquel acuerdo entre ambas chicas. Ahora Ariana se encontraba en su local, tomando mates con Noelia.

—Que raro encontrarte acá —Habló sarcástica Milagros cuando abrió la puerta del local.

—¿Qué onda? ¿Qué hacés por acá? —Preguntó la pelirroja levantándose para saludarla.

—Andaba por acá y se me ocurrió pasar, ¿me puedo quedar o están ocupadas?

—No, no. Quedate, nosotras estamos tomando mate —Dijo sin problema la más baja y la contraria le sonrió en forma de respuesta.

—¿Todo bien, Noe? Hace banda no te veo —Saludó la pelinegra al sentarse en el pequeño sillón frente a la morocha.

Ariana vio que estaban hablando y se llevó el termo para ponerle más agua caliente, cuando vio  a un morocho muy conocido para ella acercándose al local. En ese momento entró en pánico, sabiendo que si su amiga notaba la presencia de aquel cantante, debía encararlo. 

—¡Ariana! —Gritó la pelinegra a unos metros de ella. La pelirroja se hizo la que no la escuchó y siguió en lo suyo. —¡No te hagas la boluda y vení para acá! —Sin otra opción, se dirigió hasta la pelinegra. —¿Viste quién está ahí? —Le preguntó emocionada, la mirada de Ariana se fijó en la vereda y ahí estaba él. —Ahora vas a ir y le vas a decir de tomar algo.

—No, no. Por favor, Mil. Me da vergüenza —Suplicó. Noelia las miraba sin entender nada.

—Lo prometiste, Ari. Si querés mejorar, este es el primer paso. Andá.

La pelirroja hizo caso a las órdenes de su amiga y salió del local, llegando junto al famoso cantante, quien estaba con su celular y no la había visto.

—Hola —Dijo con vergüenza al llegar a su lado, Mateo levantó la vista confundido y al ver quien era sonrió.

—¿Todo bien? —Preguntó dándole un beso amistoso en el cachete.

—Sí, ¿vos? —El teñido asintió con la cabeza. —Te quería pedir perdón. Por lo del otro día.

—¿Por la salida?

—Sí, yo quería ir, pero no sé, me dio cosa. Además en serio tenía arreglada otra salida —Explicó con nervios.

 —Está bien, no pasa nada. Tampoco estás obligada a salir si no querés —Dijo Mateo.

—No, pero yo sí quería. Por eso quería saber si te pintaba salir hoy, o en estos días —Habló aún más nerviosa todavía.

—De una, ¿te paso a buscar por acá? —Preguntó emocionado.

—Es que salgo re fea de acá —Dijo con una risita la contraria. —¿Te parece si nos encontramos en el lugar directamente?

—Como quieras, ¿dónde?

𝐓𝐢𝐧𝐭𝐚 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora