Capítulo 21

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LALI

Sábado

Recostada en el sillón agarré el libro Historias  de Cronopios y Famas de Julio Cortázar, y me quedé leyendo la sección de las "instrucciones para", pensé en lo que podía venirme a la cabeza y agarré mi celular, apoyé el libro en la mesita ratona.
Me concentré, quería escribir cosas profundas, bueno, en realidad cosas sentidas.
Arranqué.

Instrucciones para no enamorarse:

Usted tiene que cerrar los ojos, no abrirlos ni aunque lo esté alentando el diablo, si lo hace ya no habrá vuelta atrás.
No se debe escuchar con empatía a la persona que se tienen cerca, ya que sí uno lo hace está en juego el debilitarse, compartir sus propias experiencias te iguala a un otro, te pueden llevar a compararte para terminar queriendo seguir hablando y conociendo más en profundidad.
No se debe abrazar, mirar o tocar al otro, nada de contacto físico para evitar las chispas de colores.

Finalicé de escribir en las notas de mi celular y me quedé tildada, pensativa, volví a lo mismo pero con algo nuevo.

Instrucciones para enamorarte:

Tan sólo hay que mirar al otro, sostenerlo de la mano y jugar al juego de intentar leer sus pensamientos, si no se logra, hay que indagar en ello, no darse por vencido, renunciar no es una opción.
Los abrazos, las caricias y las palabras ayudan a sentir la vulnerabilidad, lo suficiente cómo para no querer apartarte del otro, que sea tu lugar seguro.
Elegir descansar la frente con la del otro cómo un hábito saludable trae una total tranquilidad.
Para confirmar el enamoramiento hay que sentir paz, cosquilleos desesperantes y poder ver las chispas de colores.

Dejé de escribir y suspiré, bloqueé mi celular, sería muy ridículo leerle eso a otra persona.
Desbloqueé otra vez mi teléfono y llamé al número fijo de mi casa, me atendió Susana.
-¿Hola?
-¡Susi, hola!-la saludé entusiasmada-¿cómo estas ? Hace mucho no voy y te saludo
-Yo ando bien Mariana, ¿cuando pasas a visitarme?-me hizo un reclamo en broma y me reí- puedo cocinarte tus cosas favoritas
-¡No me lo digas dos veces que voy! Eso sí, solamente avisame de ir si no está Enzo-seguiría en una postura rígida con mi papá hasta poder ser lo suficientemente fuerte cómo para enfrentarlo- ¿mi mamá está?-cambié de tema.
-Tampoco-noté en la voz de Susana preocupación- yo no soy la única que te extraña, ella también
-Entonces paso por ahí
-Puedo llamar a tu mamá si queres solamente juntarte con ella-Susana no terminó de hacerme el ofrecimiento que la interrumpí.
-No hace falta, voy a verte a vos y a comer rico-intenté distraerla.
-Ok, entonces voy a comprar algunas cosas para sorprenderte-la escuché a Susana entusiasmada.
-Nos vemos Susi-corté la llamada.
Me puse de pie y me estiré, sobretodo mis piernas y mis brazos.
Me cambié para verme mejor y me subí al auto.

PETER

En la cocina del restaurante las cosas estaban tranquilas, sólo que ahora Manuela volvió a coquetearme constantemente, de "golpe" se olvidó de su enojo tras ganarle una competencia casera.
-¿Vas a quedarte acá todo el día o vas a volver a faltar? Estuviste llegando tarde durante la semana-Manuela y su observación.
Esquivé su mirada, necesitaba concentrarme en preparar una crema de alcaparras.
-Éste no es momento para que le interrogues, vos también tendrías que estar trabajando
-Pero podes tomarte unos minutos de descanso, y podemos salir a fumar un cigarrillo.. charlar.. somos compañeros, ya te perdoné por todo el circo de Lali
-¿El circo de Lali?-no pude evitar reírme-¿no querras decir tú circo?-no tenía que distraerme.
-¡Peter por favor! ¡Ella empezó! ¡Me tiene envidia porque soy una de las mejores chefs que vas a tener el honor de conocer en tu puta vida!-se me acercó y apoyó su mano en mi hombro lentamente.
Me aparté y seguí revolviendo la crema en caliente.
-No tiene porque envidiarte, vos tenes tu estilo de cocinar.. ella tiene su estilo de cocinar y yo el mío-apagué la hornalla y ahora la miré firmemente a Manuela- no se te ocurra tocarme el hombro nunca más
-¡¿Y si necesito decirte algo con urgencia?!-elevó sus cejas y soltó una risa, estaba haciéndose la viva conmigo.
-Ahí sí, si se trata del trabajo podes hacerlo, para hablarme de mi vida privada o la tuya no, no me interesa-ser directo era lo mejor.. ¿no?
-Necesito habla con vos, estas mal interpretándome-Manuela me agarró del brazo y me hizo señas para que la siguiera, salimos al patio interno-¡¿qué te pasa conmigo?! ¡Creo que estas resistiéndote! ¡¿Te excita mi talento e inteligencia?! Mi currículum increíble.. yo-se señaló a si misma y sonrió coqueta- estuve averiguando que clase de mujeres te gustan, y al parecer cumplo con todas las condiciones-mordió sus labios- podemos hacer cosas y no decirle a nadie... nadie va enterarse
Su propuesta me dejó desconcertado, Manuela estaba "derrapando" mal, jamás creí que iba a llegar tan lejos.
Acomodó el cuello de mi remera con una de sus manos y se acercó.
De pronto escuché a la puerta de abrirse, Enzo Espósito se quedó estático y acto seguido me pidió que lo siga.

Distintos (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora