Capítulo 12

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PETER

Le hice una caricia en una de sus mejillas cuando se quedó dormida, lo que pasó después de un momento de muchas risas fue lo siguiente, Lali encendió la tele y dejó una repetición de un episodio de Friends, y se durmió, no sé cómo lo hizo pero lo logró, yo mientras tanto me quedé con la respiración intranquila, todavía movilizado.
Caminé hasta la cocina y en vez de planificar mi agenda me puse a ver que podía cocinar para la cena.
Revisé la heladera y escogí varios alimentos, podía preparar algo y sorprenderla, ¿o iba a ser demasiado sospechoso?
Di miles de vueltas, e hice unos crepes rellenos de vegetales con una crema perfumada con romero.
-El olorcito me hizo despertar de buen humor-Lali me sonrió y al ver la mesa puesta elevó sus cejas-¿siempre vas a esmerarte?
¿Siempre me esmeré con ellas? ¿Cuantas cosas hice cómo estas durante todo este tiempo y ni lo registre?
-Quiero que sigas recordando el porque soy el jefe-elevé mis cejas haciéndome el superado y ella se cruzó de brazos, se acercó lentamente- no hagas esto..
-¿Soy tu debilidad?-me preguntó cómo si nada y rodeó mi cintura con sus brazos, se acomodó más pegada y contuve la respiración, rezando que no pase internamente lo que pasó-¡sí! ¡Saludos por ahí abajo!-se apartó la hija de puta.
Tomé aire y solté un suspiro, esto no daba para más.
Me senté frente a ella para cenar, y no pude dejar de pensar en lo que había pasado.
Lali comió mirando el celular.
-¿Pasó algo?-me preocupé.
-Mambos familiares, mi papá una persona autoritaria.. mi mamá preocupada porque dejé de verla a ella también-suspiró- la vida, ¿no?
-Nunca me hablaste de tu familia... y... no puedo decir lo mismo, en mi vida siempre fuimos mi mamá y yo, y mis hermanastros, a los cuales nunca veo porque se avergüenzan de tenerme-me sentí mal.
-¡¿Qué sos cómo para que se avergüencen de vos?! Sos un ser humano, un buen pibe... uno que es considerado y bueno y... -hizo una pausa- perdón por lo que dije, vos lo pasaste peor
-Esto no es una competencia de quién lo pasó peor, esto es un compartir nuestras desgracias y nuestras cosas positivas.. poder cambiar de tema cuando es necesario-elevé mis cejas y a ella se le formó una pequeña sonrisa- ¿cómo está la comida?-justamente cambié de tema.
-Exquisito-me mostró ambas manos, los dedos sumaban 10- esta bueno hablar de esta clase de puntaje.. no del desempeño de las personas en la cama-me llamó la atención y me sentí un tonto- igual.. a esa edad, más chica con mis amigas hacíamos eso... supongo que es cosas de amigos, ahora no, es una estupidez
-La química no es una estupidez-le aclaré- si hablar de eso con otros... y de manera desagradable..
-Sé que la química no es una estupidez-coincidió y asintió con la cabeza- y por suerte maduré, bueno, quiero creer que soy lo suficientemente madura cómo para no ser tan estúpida-comió un bocado más- estuvo genial esto, la cocina es lo tuyo...
-¿Algo más crees que es lo mío?-bromeé y negó con la cabeza divertida.
-Eso no lo sé... escuché rumores... escuché que te auto hiciste auto bombo al respeto, y que causaste muchos conflictos, y supongo que por esos rumores debes ser bueno en otra área que no sea la cocina
-Soy bueno entre las sábanas-jodí porque realmente no estaba pensando en eso, ¿tenerle ganas a Lali? Es un hecho, pero bromear al respecto con ella es toda una experiencia-¡mala mía! Poniendo las sábanas en la cama, soy bueno haciendo la cama
Ella soltó una carcajada y negó con la cabeza.
-Ok... creo que hasta acá llegó esta conversación-agarró su copa para tomar vino- y gracias
-¿Por?-me extrañé.
-Tu hospitalidad, tus ganas de reírte y salir de los malos momentos... y por haberme hecho salir del mío-se quedó en silencio por un instante y esbozó una pequeña sonrisa-¡¿postre?!
Cambio de tema, se paró y sin permitir que siga comiendo levantó los platos de la mesa, de manera fugaz acomodó las sobras en un recipiente y el resto de los cubiertos los metió en el la lavavajillas.
-No tengo nada, ¿pido helado?-volteé con el imán de la heladería en la mano y se me cayó al suelo en el preciso instante en el que Lali me tomó de la cintura, me apretó bien junto a su cuerpo y me miró la boca.
-¿Helado?-elevó sus cejas y negó con la cabeza- ya comimos mucho por hoy-me besó y dejé de pensar, rodeé su cuello con mis brazos y después intercambiamos de postura, yo rodeé su cintura y ella mi cuello.
Rocé mis labios sobre los suyos una y otra vez sintiendo un calor tremendo.
-La química-hablé en voz baja.
-Hay química...-admitió- si me mando una cagada.. ¿Vas a enderezarme para que nunca más me mande una?-me miró firme.
-¿Soy una cagada?-elevé mis cejas y suspiró, negó otra vez.
-¡No sos una cagada! ¡Ya te dije que sos una persona y una de las buenas!-me aclaró-¿podes callarme?
Su pedido fue aceptado, nos besamos nuevamente y sentí a su mano deslizarse por debajo de mi remera.
-¿Estas segura?-la miré con seriedad y me besó, me aparté a penas- ¿realmente estas segura?
-Sí-asintió con la cabeza enfáticamente- estoy segura
No hicieron falta más palabras, ella se subió cómo un koala y la cargué hasta mi habitación, primero me sacó la remera e hice lo mismo con su camiseta.
Acaricié su abdomen y roce los dedos de mi mano sobre su escote, no podía creer lo que estaba viendo, lo que estaba finalmente tocando.
-Peter-me llamó y creí que el momento se iba a pinchar, porque en mi cabeza era imposible que finalmente se me pudiera llegar dar, ella no es cualquier mujer, ella es LA mujer- ¿tenes preservativos?
-¿No te arrepentís?-dudé y ella soltó una carcajada toda nerviosa.
-¡No tarado! ¡Finalmente te di el sí y el que ahora duda sos vos! ¡JA!-quiso apartarse y se lo impedí, giré para meter la mano en el cajón de la mesita de luz-así me gusta-me sonrió.
Lali recorrió mi cuerpo de manera ansiosa, y poco a poco más lento... sin tanta vergüenza, disfrutando del explorarme, y me pasó exactamente lo mismo.
Cuando pude apoyar mi boca en su cuello me dieron ganas de hacer la broma del vampiro, pero no lo hice, se lo besé con ganas y cada vez me sentía más ido.
Entrelacé mis manos con las suyas y disfruté de cada roce, cada encuentro, cada desencuentro, cada giro y sonido emitido.
Agitado me quedé mirándola con los ojos entrecerrados, ella también tenía la respiración intranquila.
-¿Del uno al diez?-bromeé para romper el silencio y ella abrió por completo sus ojos.
-No me alcanzan los dedos de las manos...-me sonrió con una sonrisita genuina y relajada- ¡que hijo de puta! ¡La fama no era en vano!
Solté una carcajada y le besé la frente con cuidado.
-Ahora voy a creerme mil
-Va a ser un secretito nuestro-me habló cerquita y me robó un beso- descansá
-Mañana tenemos franco-le recordé.
-¡¿Sí?!-dudó.
-¡No! ¡Cómo te desacomodé los pensamientos!-me burlé, ella me sacó la lengua y me dio la espalda, estuve tentado a hacer cucharita, pero eso no iba conmigo.

LALI

Desperté y me di cuenta de que estaba durmiendo en cucharita con Peter Lanzani, lentamente salí de la cama, busqué ropa nueva y entré al baño para darme una ducha.
Medité lo que había ocurrido anoche y llegué a una conclusión: tenía dos caminos, el de la demencia o el de la adultez, en el de la demencia "fingía demencia", y en el de la adultez ponía las cartas sobre la mesa y hablaba del tema, de lo que había pasado.
Podía ser una persona adulta y llevar mi misión y mi relación personal con Peter por caminos separados... ¿no? Lo que pasa en su casa queda en su casa, mientras que en la cocina no pienso dejarle pasar ni una porque ese es mi verdadero trabajo, ser una espía, enderezar lo que haga falta para que todo funcione excelente.
Salí del baño cambiada y Peter seguía en la cama desnudo, pero con la parte de la cintura para abajo cubierta por las sábanas, me sonrió con su sonrisa hermosa y se cruzó de brazos.
-Hola bella durmiente-arrancó a molestarme desde temprano.
-Es hora de que te levantes y te prepates, ¡tenemos que irnos a laburar!-lo "avivé" y él se rió, por suerte me hizo caso.

Peter manejó hasta la puerta del restaurante y estacionó su auto cerca, cuando entramos juntos me quedé estática al ver parado frente a nosotros a mi papá, todo serio.
-Mariana-me llamó-necesito hablar con vos, por cierto, buenos días Juan Pedro
Peter agachó la cabeza.
-Buenos días Señor Enzo
-Mariana-mi papá me llamó y supe que en cualquier momento podía regañarme.
Dejé a Peter solo y caminé hacia la oficina, mi papá cerró la puerta.
-¡¿Qué carajo estas haciendo Lali?! ¡Así te quería agarrar! ¡¿Estas viviendo con Juan Pedro?! No hace falta que me lo respondas, igualmente lo sé-suspiró con cansancio- podes llegar a cagar todo...-me lo advirtió- y no voy a volver a confiar en vos si eso pasa, vas a tener que finalmente estudiar gastronomía y tocar la puerta en otro restaurante
Sentí una angustia que se apoderó de mi pecho.
-Nunca voy a entender el porqué no confías realmente en mi capacidad, ¡no sé que esperas que haga para que te sientas seguro de que puedo ser definitivamente la heredera de tu "imperio"!-agregué con algo de sarcasmo- estoy haciendo las cosas bien, y que viva o no en lo de Lanzani no afectó mi desempeño, ¿acaso volviste a escuchar rumores malos?-me crucé de brazo.
Enzo se quedó quieto y después negó con la cabeza.
-Entonces dejame hacer, dejame ser, no voy a defraudarte-lo miré sensibilizada y giré, caminé hacia la puerta para abrirla y escaparme de su vista.
De lejos vi a Peter revisando la mercadería que trajeron los proveedores, charló con uno que le contó de su hijita, y de cómo andan las cosas por su casa.
-¿Y que onda todo por acá?-el proveedor quiso curiosear- hace mucho no me entero de rumores... ¿dejaron de contratar personal nuevo?-el pibe lo jodió y lo vi a Peter negar con la cabeza, escuché su carcajada.
-Entonces se supone, que si ya no te llegan rumores es porque algo bien estoy haciendo... ojalá seguir por ese camino y no cagarla de nuevo-suspiró y lo noté agobiado.
-¡¿El cazador terminó cazado?!-el proveedor se rió.
-No casado de casarme con anillo y en la iglesia, tampoco de casarme en el registro civil-bromeó Peter- no del todo... pero.. hay una persona que me tiene descolocado
-¿Descolocado?
-Una buena mina, en fin, no hablemos más que ella anda por acá-Peter se rió.
-Entonces hasta la próxima Juan Pedro, quiero actualización de esta nueva novela
-No es una nueva novela... nunca fui el protagonista de una novela, lo único que espero es no errarla, no hacerme mierda y no hacer mierda-suspiró nuevamente.
Peter se despidió e hice cómo que recién llegaba a la cocina, pero en el interior de mi cabeza no dejó de darme vueltas su conversación y la mía con mi papá.

Distintos (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora